Capítulo 8

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Y ya era hora de la salida, estuve esperando a Georg pero luego de unos minutos me dijo que no iría conmigo, así que caminé hasta la parada de bus y me senté en la banqueta para poder esperar más cómodo.

– Tom! -era Bill nuevamente- ven, sube -dice estirándose para abrir la puerta del acompañante-

-me levanté y caminé hacia su auto- Lo siento pero no quisiera ser una molestia -mostré una leve sonrisa mientras que negaba a la vez-

– No eres una molestia, así que sube -palmea el asiento a su lado-

No dije nada más y me subí, cerré la puerta con sumo cuidado. En el camino no hablamos mucho, escuchamos música que si no mal recuerdo era pop, al pasar unos pocos minutos nos bajamos del auto, entramos juntos al edificio y cada uno se dirigió hacia dentro de su departamento.

Dí un gran suspiro y me recosté sobre la cama, cerrando mis ojos y pensando en lo que había ocurrido hoy pero sin darme cuenta me dormí. Me desperté a las seis de la tarde, me quedé mirando mi celular por un momento hasta que decidí levantarme para comer unas galletas ya que me había dado hambre.

Y cuando había mordido la primera galleta, escuché mi celular sonar y miré la pantalla de éste para ver quién era.

Georg ¿que pasó? -dije antes de volver a comer de la galleta-

– Estoy aburrido ¿puedo ir a tu departamento?

-dí un suspiro– Claro, ven pero trae comida para la cena-

– Ay.. cómo que ya no tengo ganas de ir -ríe un poco y lo acompañé en la acción-

– Eres un idiota, dale, ven y no te olvides la comida -colgué sin esperar a que responda y dejé el celular a un lado nuevamente-

Ya había terminado de comer, ordenar mi habitación y barrer un poco el living, mientras escuchaba a Bill cantar un poco, para que cuando llegue Georg dentro de todo a primera vista se vea bien.

Toc.. toc..

– No entiendo porqué a veces golpeas -dije mientras abría la puerta viendo a Georg-

– Bueno, ahora golpeo porque no sé si vas a estar con tu vecino -ríe-

-golpeé su brazo y lo dejé pasar- Efectivamente eres un idiota -reí-

– Okey, cambiando de tema.. traje pizzaaaaa! -muestra la caja de ésta y sonreímos los dos-

Guardamos la pizza y nos pusimos a jugar Clash Royale en nuestros celulares, si, nunca dejaremos de ser viciosos por ese juego, aunque para algunos seamos unos "vírgenes", él ganandome dos partidas y yo tres. Cuando se hizo la hora de la cena calentamos la comida y en el tele pusimos una película de Marvel para no aburrirnos tanto pero a menos de la mitad escuché la puerta ser golpeada con un poco de fuerza, me levanté con el ceño fruncido, abrí ésta para ver quién era y recibí un puñetazo en la mejilla.

– ¿Pero que mierda? -hablé confundido y enojado a la vez-

– Eres un bastardo! -gritó-

-levanté la mirada y me dí cuenta que era Demian, literalmente rojo de la furia- Tú eres el bastardo que viene a mi casa a golpearme! -me enderecen en el lugar-

– Ya no voy a dejar que me veas la cara de estúpido junto con Bill -empuñó sus manos aún parado en la entrada-

Y ahí mi cara se transformó en una expresión que demostraba lo confuso que estaba, no entendiendo a lo que se refería.

𝑻𝑼 𝑪𝑯𝑰𝑪𝑶 𝑰𝑫𝑬𝑨𝑳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora