My Black Parade (Gerard Way y tu)

7. Vicios

Ray y _____ eran felices, antes sus ojos y ante los de los demás lo eran, ella por fin había dejado de ser tan insegura, comenzó a confiar, sabía que su novio no le haría daño estando entre sus brazos se sentía en casa.

Sus estudios terminaron, ella y él decidieron dar el siguiente paso, alquilar un departamento en New York, eran una pareja de adultos jóvenes que se amaban después de todo. Y pensando que estarían solos en la gran ciudad, se encontraron con que el el edificio de al lado tenían como vecinos a Sarah y Mikey, y en el edificio de en frente tenían a Romina, la pandilla estaba unida.

Claro que una ciudad tan conflictiva no les dejaba muchas opciones, con o sin un título era difícil encontrar un trabajo, la situación era desesperante porque los pocos ahorros se iban consumiendo de a poco, por lo que, dejando de lado el hecho de que _____ se había graduado con honores, debía llevar dinero a casa, consiguió un pequeño trabajo como mensajera en una oficina en Manhattan, no era la mejor paga del mundo, pero al menos ella y Ray ya podían vivir más sueltos, cosa que no fue precisamente bueno, ella comenzó a fumar, primero un cigarrillo al día, luego dos, tres, al final fue una cajetilla por día.

-Deberías dejar eso...

-No puedo Ray, necesito mantenerme activa...

-Al menos déjame uno.

Ambos rieron, pero en realidad Ray lo decía en serio, no tenía nada de malo fumar de vez en cuando, pero ella ya estaba comenzando a llegar a otros límites.

Las semanas pasaban, el tabaco ya no le surtía efecto a _____, por lo que decidió probar algo más fuerte, recurrió a la marihuana. Una tarde en la que estaba enfrentándose a si fumarla o no, Ray no estaba en casa, él trabajaba en ese horario, ella simplemente estaba sentada frente al porro bien armado, hasta que se decidió, primero una calada, la hizo toser, luego dos, no dejaba de toser.

-Esto es una mierda...

Pero en cuanto solo quedaba la colilla, ella comenzó a sentirlo todo más lento, era increíble, así que decidió fumar un segundo porro, se sentía en las nubes.

Ray ese día tenía un mal presentimiento, milagrosamente salió temprano de trabajar y llegó corriendo a casa con una caja de donas de la pastelería favorita de _____, pero ni bien abrió la puerta lo inundó ese olor nauseabundo.

-¿Qué demonios?

Corrió a abrir la ventanas, pensó que se estaba quemando algo, y cuando estaba a punto de alarmarse, encontró a su novia tumbada en el piso del pequeño balcón, con las manos extendidas hacia el cielo, no dejaba de mirarlas, notó las colillas a su lado.

-¿Marihuana...? _____...

-Se siente genial...

-¿En qué momento llegaste a esto?

-Es la primera vez que la pruebo...

Al oír eso, Ray bajó la guardia, no tenía nada de malo probar cosas nuevas, por lo que simplemente la cargó en brazos.

-No quiero que te enfermes

La llevó hasta la habitación y la tumbó en la cama, ella rodeaba su cuello con sus brazos, cuando él quiso apartarse ella se aferró más, no quería soltarlo, soltó una pequeña risita.

-¿Qué haces cariño?

Ray escondió su rostro en el hueco de el cuello de ____, ella comenzó a reír tontamente y sin motivo aparente, efectivamente estaba muy drogada, y cuando creyó que podía levantarse ella lo besó, pese a la situación él se sentía feliz, ella seguía besándolo, y una cosa llevó a la otra, se estaban fusionando sus cuerpos desnudos e inexpertos, porque, efectivamente, por más que lleven años como pareja y hayan comenzado a vivir juntos, nunca habían tenido relaciones, ella no se sentía lista, pero esa noche solo se dejaron llevar.