MI HARÉN EN EL MULTIVERSO DE DC Y MARVEL

#53 FECHA PARTE-2

#53 FECHA PARTE-2

Aparqué el coche cerca del puerto. Los hombres de Willo estaban allí para cuidar mi precioso auto. Abordamos un bote que nos llevaría a nuestro próximo destino. Espero que a las chicas les guste nuestro próximo destino. Todo va bien hasta ahora sin interrupciones. solo espero que siga asi...

"Uum... ¿Adónde vamos?" preguntó Jenny.

"Eso es una sorpresa. ¿Te gustan las sorpresas, Harley?" Dije mientras agarraba la cintura de Harley, acercándola a mí.

Harley apoyó la cabeza en mi hombro y dijo: "Me encantan las sorpresas".

Pronto, llegamos a nuestro destino. Es un yate de lujo gigante. ¡Maldita sea! Willo superó esta vez. Este yate cuesta miles de millones de dólares. No puedo creer que lo haya arreglado con tan poco tiempo. Quiero uno. Tal vez Nyssa pueda encontrar uno para mí.

Jenny tiró de mi brazo, "¿Cómo te las arreglaste para alquilarlo?"

"Jaja. No te preocupes por esas cosas. Quiero que disfrutes sin preocupaciones innecesarias", dije con una sonrisa.

"Este es un bote gigante... Vino, tentempiés, sala de juegos... ¿Eh? ¿Una sala de pasteles? Miren, hay una torta gigante en esta sala y se ve deliciosa", Harley saltó a bordo y empezó a correr como una niña curiosa. Luego se detuvo ante la cabaña que le llamó la atención. Y hombre, se ve tan emocionada.

Harley vino corriendo y agarró el brazo de Jenny, "Vamos, Jen, solo echa un vistazo... ese pastel es enorme". Arrastró a Jenny con ella.

"Señor. Un regalo de la señorita Willo", uno de los trabajadores vino corriendo hacia mí. Me dio una ficha. Conozco a este tipo. Su nombre es John y es uno de los guardaespaldas de Willo. Lo recuerdo escabulléndose a su alrededor y protegiéndola mientras mantenía la distancia.

"Esto es... ¡Espera! ¿No me digas? Se cayó por la borda otra vez, ¿no?" Pregunté después de tomar la ficha de su mano.

"Jaja. Conoces a nuestra señorita. Ella hace lo que quiere", respondió el trabajador con una pequeña risa.

"Sé franco conmigo, John. ¿Cómo está ella estos días?" Yo pregunté.

"Señorita... Se mantuvo ocupada... Demasiado ocupada... Y colapsó un par de veces el mes pasado por exceso de trabajo. Estaba pasando por una fase de depresión. Pero ayer, después de recibir su llamada... Bueno, señorita Willo recuperó su antigua sonrisa", respondió John cortésmente.

"¡¿Qué?! ¿Willo se derrumbó? ¿Está bien? Maldita sea esa chica. No me dijo nada... ¡Joder! Soy un bastardo tan egocéntrico. Me llamó innumerables veces... Debería haber contestado sus llamadas..." dije. Esa chica, siempre sonriente y considerada con los demás, pero ¿cómo se atreve? ¿Cómo se atreve a descuidar su salud? ¡Mierda! Me siento como basura ahora. Vi sus llamadas pero nunca respondí después de la traición de esa perra. Ella era mi única amiga más cercana y, sin embargo, la alejé...