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Yoongi estaba ocupado en el solárium mientras Taehyung se dirigía a su oficina, llamó a Jungkook y le pidió que investigara a Choi Hyeonmok. Habían pasado dos semanas desde que hizo su promesa y no iba a retractarse de la palabra que le dio a Yoongi, pero iba a luchar para que el humano se quedara. Haría lo que fuera necesario para persuadir a Yoongi de quedarse. Taehyung sólo necesitaba averiguar cómo lograr que Yoongi saliera de su mala racha depresiva.
Jungkook estaba hoy en Corporación Kim. No pasó mucho tiempo para que su asistente regresara. Taehyung se sentó en su escritorio mientras escuchaba.
— Tomó un poco de investigación — dijo Jungkook. Taehyung podía oír las teclas siendo golpeadas al otro extremo — En realidad, tuve que revisar nuestros archivos para encontrar a la persona —.
Taehyung frunció el ceño. Si Jungkook tuvo que revisar los archivos shifter, eso sólo significaba una cosa. Choi Hyeonmok no era humano.
— ¿Recuerdas los viejos cuentos de Yosemite? —.
— Eran historias que mi abuelo solía contarme cuando era jovencito — respondió Taehyung — Sobre un tipo que había sacrificado a la mitad de los Chekota —.
— Ese tipo no era un mito — dijo Jungkook — No, de acuerdo a nuestros registros. Por supuesto, cuando nos cambiamos a las computadoras, algunos de esos registros se perdieron. No tengo ni idea de por qué. Mi papá me dijo que el tenedor de libros era muy meticuloso. De todos modos, el hombre que trató de acabar con nuestras panteras Chekota ha pasado por muchos nombres para ocultar el hecho de que él era inmortal. Uno de esos nombres era Choi Hyeonmok. Parece que es muy aficionado a ese nombre porque lo está usando de nuevo —.
Un frío que podría rivalizar con la brisa ártica recorrió la columna de Taehyung.
— ¿Cómo sabes que el señor de la droga de Orlando y la persona de esas historias son el mismo? Según mi abuelo, el asesino de los Chekota vivió hace 800 años — No eran más que cuentos de hadas para asustar a Taehyung. No les había prestado atención, porque nadie era inmortal. A su abuelo le gustaba asustar a Taehyung. Por supuesto, Taehyung tenía diecisiete años en ese momento. Así que su abuelo pensó que era buena idea. Él siempre supo que el viejo estaba un poco loco.
— Buena pregunta — dijo Jungkook — Sin embargo, la descripción de los archivos y del periódico de Choi son casi idénticas. Choi se quemó la mano en un incendio hace 800 años, y se dice que tiene una cicatriz queloide que cubre la mano derecha —.
— Te llamaré. Tengo que ir a preguntarle a Yoongi si vio esa cicatriz — Taehyung colgó, rezando para que Yoongi dijera que el señor de la droga tenía las manos perfectas. Si no lo hacía, Taehyung no estaba seguro de lo que iba a hacer. Eso significaría que Choi estaba tratando de acabar con más que la raza de los Panteras, empezando por Yoongi. Si Yoongi no podía continuar con la línea Chekota, la raza especial pronto se extinguiría.
