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Yoongi contuvo el aliento mientras Taehyung comenzó a bajar lentamente los pantalones de Yoongi hasta que estuvieron fuera. Se detuvo un momento para quitarle las zapatillas a Yoongi, y luego Yoongi estaba desnudo de la cintura para abajo.
«Dios, Taehyung es tan malditamente sexy». El pensamiento lo excitó. Pero Yoongi no podía quedarse sentado allí. Jaló la camisa de Taehyung hasta que el hombre levantó sus brazos y permitió que Yoongi la deslizara sobre la cabeza de su pareja, arrojándola a un lado.
— Eres tan impresionante y hermoso, Yoongi — dijo Taehyung.
Yoongi se giró y levantó la mirada hacia Taehyung. El hombre le dio una mirada que le decía a Yoongi que no se apresuraría. Taehyung bajó la cabeza, susurrando en la oreja de Yoongi — Te amo —.
Yoongi se estremeció ante esas dos palabras. Nadie le había dicho eso a Yoongi desde que su madre estaba viva. Taehyung no tenía ni idea de lo mucho que Yoongi atesoraba escucharlas — También te amo, Taehyung —.
Yoongi estaba allí sosteniendo a Taehyung, su respiración superficial. El calor de Taehyung comenzó a filtrarse lentamente en Yoongi, su pene presionándose suavemente contra el abdomen de Yoongi.
Extendiendo los dedos, Yoongi pasó la mano por el pecho de Taehyung. Cuando su mano bajó al abdomen de Taehyung, sintió la cabeza del pene de su pareja.
Taehyung estaba duro como roca. Yoongi rozó sus dedos sobre la cabeza del pene de Taehyung y luego jugó con el pre semen del hombre. Yoongi deslizó el líquido claro sobre sus dedos, disfrutando de lo que sentía. El aliento de Taehyung estaba saliendo en cortos jadeos.
Taehyung se movió detrás de Yoongi, sus labios recorrieron los expuestos hombros de Yoongi, enviando pequeñas chispas de electricidad a lo largo de su carne. Presionó sus labios en la nuca de Yoongi y deslizó la lengua por la suave piel, los dedos de Taehyung se curvaron alrededor del culo Yoongi antes de utilizar una mano para acariciar el pene de Yoongi. Yoongi no estaba seguro de si debía empujarse hacia atrás, hacia el pene que se encontraba en el pliegue de su culo, o impulsar su pene a la cálida mano de Taehyung.
Ambas opciones le llenaban de deseo y una necesidad que hacía girar su cabeza.
— Tu cuerpo es un maravilloso parque de juegos para mí — le susurró Taehyung en el oído a Yoongi — Quiero quedarme dentro de ti para siempre —.
Yoongi se rio — Eso hará las cosas raras cuando sea el momento de dar a luz —.
— Malcriado — dijo Taehyung con una sonrisa antes de mordisquear la oreja de Yoongi.
— ¿Lo dice un hombre que piensa que voy a romperme si no estoy bajo su vigilante ojo? — le dijo Yoongi.
— Te gusta la atención que te doy — Taehyung se defendió.
— Sí, me gusta — dijo Yoongi con un poco de risa en su tono.
— Entonces deja que te enseñe cómo puedo darte atención — Taehyung bajó la cabeza y mordió el hombro de Yoongi.
