La moda del Rock

Capítulo 15: La pequeña isla

A la mañana siguiente cada pareja tomó su propio rumbo después de tomar desayuno, los únicos que salieron muy temprano fueron Bible y Build.

Mile llevó a Apo a dar un paseo primero por las pequeñas tiendas artesanales del lugar, compraron algunos recuerdos y una que otra cosa para comer después. Llevaban una hora y medía caminando cuando Mile le dijo al modelo que fueran a la isla. Caminaron hacia el bote, que esta vez no llevaría capitán, Mile manejo el bote unos minutos y luego se detuvo en la orilla de aquella pequeña isla, engancho el bote al muelle y ayudó a Apo a bajar.

- Es muy lindo – dijo Apo.

- Es pequeña, pero tranquila.

- Dios Mile, solo tu puedes quejarte por lo pequeña que es – Apo lo abrazó por el cuello – yo no tengo ni una palmera mío en alguna isla.

- Lo siento.

- No te disculpe, no es un regaño – Apo dejó un beso en los labios del mayor – la verdad me parece lindo que no tengas problemas en compartir tus cosas conmigo, aunque insisto que no es necesario.

- Te amo precioso, vamos a caminar – Mile le dio la mano a su novio y camino un poco hacia dentro entre las palmera – como vez la isla es solo esto.

- ¿Qué es eso?

- Oh, cuando era pequeño armé con palos y ramas eso, para protegerme del sol o lluvia.

- ¿te sentabas acá? – Apo se sentó en la arena debajo del pequeño techo.

- Sí – Mile le siguió – traía mi guitarra y cantaba, cuando era pequeño mi padre me dijo que no tenia voz para ser un músico, cuando me sentía triste venía acá y cantaba.

- ¿alguna vez le cantaste a tus padres?

- Cuando era pequeño no, a nadie de la verdad – Mile suspiró mirando hacia el mar y Apo le apretó el brazo suavemente – creo en la adolescencia tampoco, fue hasta que llegué a la universidad que me animé a seguir mi sueño.

- Mile... por lo menos tenías tu lugar seguro.

- Sí – Mile lo abrazó – Apo...

- Hmm...

- Solo hay una cosa que no he realizado en este lugar.

- ¿Qué cosa? – Apo se dio vuelta para verlo y Mile lo besó introduciendo su lengua – hmmm... Mile...

- Pues... quiero hacer el amor contigo en este lugar.

- Ay dios – Apo se sonrojo – Mile...

- Espera, iré al bote por una frazada para poner debajo – Mile corrió al bote y Apo quedó sentado algo nervioso, nunca lo había tenido sexo en una isla, al aire libre.

- Mile – le hablo algo tímido cuando el mayor llegó con la manta – yo...

- ¿no quieres?, no pasa nada amor si no quieres – Mile estiro la manda sobre la arena – pero igual sentémonos sobre la manta – el modelo se sentó sobre la manta y su novio lo abrazó por la cintura.

- No es que no quiera – dijo Apo de repente – es solo que... me da algo de vergüenza.

- Oh... pues no pasa nadie por acá – Apo asintió – entonces ¿sí?

- Ay dios Mile... - el modelo se sentó sobre las piernas del mayor – no hagas que me arrepienta.

- Entonces ven acá – Mile dio vuelta a su novio dejándolo recostado sobre la manta y posicionándose sobre él.

Mile comenzó besando los labios de su novio introduciendo su lengua, mordió un poco el labio inferior del menor cuando se alejó para lamer su cuello, los gemido de Apo no se hicieron esperar sobre todo cuando Mile tocaba su cuerpo sobre la tela de su ropa y simulaba penetraciones logrando que rozaran sus penes.

- Ahh... Mile... la ropa... - el mayor se levantó y sacó toda su ropa, el modelo lo miraba emocionado.

- Cariño, tu también – Apo se sacó la ropa y se acomodo de nuevo sobre la manta.

- Hazme todo tuyo amor – Mile sonrió ante las palabras de su novio y se recostó de nuevo sobre él, esta vez sus penes desnudos y erectos salieron a encontrarse felices.

- Hmmm... adoro todo de ti Apo...

- Y a mí me encanta darte todo lo que tengo.

Mile bajo con sus besos y lamidas hasta los pezones de su novio, mordiéndolos suavemente, los gemidos de Apo eran altos, pero que importaba si no había nadie a muchos metros a la redonda.

La manos de Mile tocaban las caderas de su novio y acercando más sus pelvis, Apo se retorcía debajo del mayor.

- Mile... por favor...

- ¿Qué?

- Tócame - Mile sonrió.

- Haré algo mejor – el mayor bajo hasta quedar a la altura del miembro del modelo y se lo metió a la boca.

- Ahh... mierda... que rico... ahh... Mile... - el guitarrista metía y sacaba de su boca el pene de su novio.

- Hmm... - Mile mientras mamaba el pene de Apo comenzó a masturbarse.

- Mile... ahh... te quiero... dentro...

- Con gusto – Mile se levantó, se posicionó entre las piernas de Apo y tomó un poco de lubricante en el ano del menor, entró dos dedos.

- Ahh... sí... - Apo estaba muy excitado.

- Cariño voy a entrar.

Mile acomodo su pene en la entrada de Apo y entró completo de una sola estocada, el menor grito un gemido, mientras que el guitarrista espero que su novio se acostumbrara. Cuando las caderas de Apo se movieron solas comenzó a salir lento y entrar fuerte. Ambos dieron rienda suelta a sus gemidos, dejaron salir todo sin importancia. En algún memento Apo cambio las posiciones y acostó al mayor para sentarse sobre él, tomó el pene de su novio y lo introdujo en su ano, subiendo y bajando sus caderas cada vez más rápido, luego de unos minutos Mile le ayudo tomándole de los glúteos para hacer de soporte.

- Apo... ahh... me... ohh... me correré...

- Hazlo... yo... ahhh... que rico... yo también

Unas cuantas estocadas más y Apo se vino primero entre sus cuerpos, seguido de Mile que se vino dentro del menor. Ambos sudorosos y cansados, sobre todo Apo, se recostaron sobre la manta, desnudos, con su piel siendo acariciada por la brisa del más.

- Fue maravilloso – dijo Apo.

- Sí, desde ahora este lugar tiene tu esencia – Mile abrazó al modelo – amo que cada cosa que tengo también tenga algo de ti.

- Tu también Mile, estas dentro de mi – Mile río ante eso – no lo digo literal, sabes a lo que me refiero.

- Lo sé amor... descansemos un poco y luego subimos al bote a ducharnos.

- Ok.

Sin duda Mile y Apo supieron aprovechar su día, pues después lo hicieron de nuevo dentro del bote, cuando volvieron a la casa ya era las 9 de la noche y aun faltaba que llegara gente.