My best friend(HaruMako)

Despedida

PoV. Haru

Ha pasado exactamente una semana desde que ocurrió el accidente y las cosas seguían inciertas. Ran aun no despertaba de su eterno sueño, pero todavía había esperanza, Makoto por otra parte actuaba muy distante, incluso si lo fuéramos a visitar no pronunciaba mas de cinco palabras y solo se dedicaba a escuchar, su sonrisa se había esfumado y siempre daba paso a una actuada. Un hábito que ha adquirido es el de jugar con sus manos constantemente seguidos de suspiros pesados.

En varias ocasiones traté de establecer contacto físico con mi mejor amigo, pero no pude pues sentía que si lo hacia seria rechazado y lo que menos quiero hacer es incomodar a Makoto.

Su tío,  en cambio, de hecho no se que pensar de él puesto que seguía siendo el mismo tipo conversador y optimista. Pero algo que debo admitir es que me molesta mucho su personalidad, quizás sea porque somos totalmente opuestos o porque aun no confío del todo en él a pesar de que he tenido varias oportunidades de verlo actuar como alguien sincero y educado. Una tarde me comentó que no esperaba reencontrarse con su hermano de esta horrible manera, sin siquiera poder arreglar las cosas. Solo escuché, pero nunca pronunció nada acerca del supuesto mal entendido y tal parecía que no estaba dispuesto a hacerlo. Tampoco volvió a decir nada de Tokio y eso me tranquilizaba momentáneamente.

Pero lo peor de todo fue el funeral. El señor Takashi se encargó de absolutamente todo aquel día y fue doloroso, pero no por las razones que uno imaginaría.

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Flashback

Aquella mañana cuando fui a la habitación de Makoto, noté como temblaba ligeramente, aun se negaba a la idea de que sus padres y hermano hayan muerto, lo entiendo, yo tampoco logro entender por qué tenían que morir gente tan amable y acogedora.

- Makoto -pronuncio.

- Haru-chan.

Su voz continuaba apagada y deprimida que escucharlo de esa manera no me animaba a corregirlo, así que solo sigo hablando. O lo intento más bien

- Hoy... -no, no podía decir ni una sola palabra, estaba tan acostumbrado a ser el que prestaba desinteresadamente las energéticas palabras de Makoto que ahora me encontraba en conflicto pues los papeles habían cambiado.

- Tómate tu tiempo -dijo casi como un susurro entendiendo mi situación.

Odiaba esto, me odiaba.

Luego de varios minutos suspiré y finalmente pude expresar lo que quería decirle.

- Hoy comienza el velatorio, si no quieres ir...

- Iré -dijo firmemente.

Quería preguntarle si estaba seguro, si de verdad estaba listo para despedirse de sus familiares, si sería lo demasiado fuerte como para estar allí, pero no pude y simplemente fijé mi mirada en el piso.

- Entiendo.

Mi rostro  interpretaba mis inseguridades, pero al Makoto no poder leer más mis expresiones no había manera de que sepa lo que pensaba. No obstante presiento que conoce lo que sucede en mi turbulenta mente por esos momentos. El silencio se abre paso de una forma tan incómoda que me pone inquieto, no pasó mucho tiempo hasta que la puerta se abre y veo al tío de Makoto entrar con un traje negro.

- Makoto -había algo extraño en su voz, ¿compasión?-. Lamento mucho que este día llegara, y también por lo que estoy por decir.