Roier es hijo único del dueño de una de las empresas más ricas y famosas de la ciudad. Tiene que ser obligado a casarse con algún Alfa digno, ya que al ser Omega, no podrá heredar el negocio familiar. Él no está del todo de acuerdo con eso, ya que é...
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Mi mirada estaba perdida en un mar de pensamientos, estaba en completo shock, aún no podía creer lo que acababa de vivir, abrace mis piernas con fuerza en el lugar del copiloto, a un lado de mi mejor amigo, quién simplemente observaba el exterior sin soltar ninguna palabra, esa expresión no la había visto nunca en él.
Frente a mí, se encontraba aún la cajita que contenía la prueba de embarazo, la cuál salió positiva. Esto era un desastre, ya de por sí mi vida era un asco, siento que me la arruiné aún más.. yo soy un asco.
-cuando pasó?-
Oí por primera vez la voz de Mariana desde que salimos de aquel consultorio, lo observé unos segundos y cruzamos miradas, sentía como si él me estuviera regañando, que de hecho creo que lo estaba haciendo. Solté un suspiro nervioso, apoyando mi cabeza sobre mis brazos, hecho bolita en el asiento, tratando de recordar todos los detalles, tenía miedo de contarle, porque temía el como reaccionarian él, pero era mi mejor amigo.
-Fue.. Fue aquella vez que hablamos antes de que vuelvas a la ciudad.. salimos a una discoteca con los chicos y.. y de la nada me sentí raro, fuí al baño y conocí a un Alfa... Dijo que estaba en peligro si me quedaba allí con ese estado y se ofreció a ayudarme.. luego de eso salimos y...y-
-Dormiste con él y luego te embarazaste-
Interrumpió, asentí con mi cabeza y me encogí nuevamente en mi lugar, evitando la mirada de mi mejor amigo, sintiéndome un completo idiota
-Roier, de verdad no te cuidaste?, Tienes veinte años cabron-
-Es que no le di importancia.. además, luego de eso pasó lo de mi padre y el contrato.. y no quería pensar en otras cosas que no sean.. ya sabes, lo único que tenía en mi mente era esa mierda, todo pasó tan rápido-
El ambiente quedó en completo silencio por unos segundos, mi corazón comenzó a doler, y mis manos a temblar, sentía como un ataque de pánico amenazaban con hacerse presente, y no quería eso.
-Yo.. yo no sé que voy a hacer... No puedo decírselo a mis padres... Él se enojara mucho conmigo-
-debiste de pensarlo antes de acostarte con un Alfa cualquiera-
-Tu lo haces todo el tiempo.. además, estaba ebrio-
Mi voz comenzaba a cortarse, mi vista se nublaba por las lágrimas acumulándose poco a poco
-Yo no creí que.. no quería.. yo-
Sentí la mano de mi mejor amigo tomar la mía, mientras las lágrimas finalmente comenzaron a bajar por mis mejillas
-Tranquilo Roier, todo estará bien, yo estoy aquí contigo, no te preocupes-
Me abrazó fuertemente, dándome pequeñas caricias en mi cabello, tratando de calmarme, más yo no podía dejar de llorar, me dolía tan en lo profundo el hecho de sentirme como una desgracia para mí familia, porque sabía que eso era lo que soy ahora mismo, defraude a mi apellido al dejar embarazarme por un Alfa que ni siquiera conocía.. soy un estúpido.
