Roier es hijo único del dueño de una de las empresas más ricas y famosas de la ciudad. Tiene que ser obligado a casarse con algún Alfa digno, ya que al ser Omega, no podrá heredar el negocio familiar. Él no está del todo de acuerdo con eso, ya que é...
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Cerré la puerta detrás de mí, encontrando a Mariana sentado en uno de los sillones individuales de la sala de espera, quién me miró con una expresión atenta y preocupada.
Solté un suspiro para luego forzar una sonrisa de manera indiferente
—he.. bueno, supongo que tengo que comer más... Por el bebé, y eso—
Hablé rascándome la nuca nervioso
—Obvio que sí, Roier eres pendejo o te haces?—
Dijo Mariana con tono decepcionado, me quitó los papales de mis manos y juntos salimos del consultorio, dirigiéndonos al vehículo de mi mejor amigo
—Voy a llevarte a tu casa, pero por favor no seas idiota y empieza a cuidarte, sino voy a tener que hablar con Spreen—
Lo escuchaba pero no volteaba a verlo, miraba el exterior como si fuera lo más interesante del planeta, con expresión perdida, realmente no sabía qué hacer. Quería lo mejor para mí bebé, quería seguir adelante y tenerlo, brindarle una buena crianza y eso era lo que mi Omega interior me quería convencer, pero mi lado realista me decia cosas totalmente distintas, no cabía duda de que jamás podría darle la cara a mi padre, convencerlo de que me dejara ser libre con mi cachorro.
Me había dado cuenta de que todo esto pasó por tener miedo.
Tenía miedo de tantas cosas, tenía miedo de decepcionar a mis padres, aunque sabía que papá Q lo entendería ya que siempre me apoyó y no dudaba que lo haría ahora, Pero...
El tema era papá L...
Fruncí el ceño molesto, de verdad él estaba tan obsesionado con la maldita visión que tenía la estúpida sociedad sobre nosotros? Sí, por supuesto que sí, él solía comportarse como un completo imbecil cuando se trataba de malditas reuniones familiares, diciéndole todo el tiempo a papá Q que tenía que comportarse como el Omega que era, de manera cortes y educada.. sumisa
—Que idiota..—
Solté inconcientemente
—Spreen?.. bueno, sí es un idiota la verdad, tiene las típicas pintas del tipo que te dejaría en terapia por cinco años, además de que su aroma parece café rancio mezclado con perfumes baratos—