Roier es hijo único del dueño de una de las empresas más ricas y famosas de la ciudad. Tiene que ser obligado a casarse con algún Alfa digno, ya que al ser Omega, no podrá heredar el negocio familiar. Él no está del todo de acuerdo con eso, ya que é...
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-a ver Roier, piénsalo bien, te ah correspondido el padre de tu cachorro, ya no debes de preocuparte por eso-
Dijo mi mejor amigo a un lado de mí, en la cama donde ambos dormíamos cuando solía quedarme en su casa. Tenía mis manos en mi vientre mientras observaba el techo, con la mente en blanco, perdido, habían pasado dos días desde la noticia, y tenía razón en ese punto, pero no era lo que más me preocupaba ahora mismo, había sido una preocupación antes y sí me eh sentido aliviado cuando Spreen me aceptó, pero aún así quedaba decírselo a mis padres, un embarazo no es algo que se pueda ocultar fácil, y mucho menos si vivía en la misma casa con ellos y haya firmado un maldito contrato de matrimonio.
-Él firmó el contrato Mariana... Él ya me ah comprometido-
-pues mejor aún, que tal si cuando se entera de que estás esperando un hijo de otro Alfa, rompe el contrato? Ya no tendrás que casarte con el otro-
-es que no lo entiendes- me incorporé en mi lugar, observandolo a los ojos - no creo que funcione así.. conozco a mi padre y sé que su reacción no será buena... Además, te eh dicho que Spreen es el hijo de los dueños de la empresa rival de mi padre?-
-Y tú también vas y te buscas justo ese, no habían más alfas guapos en la disco con los que te podías acostar que no fueran el hijo del enemigo?-
Solté un suspiro, metiéndome bajo las sábanas hasta la cabeza y haciéndome bolita
-por favor Roier, no estés triste que no es sano para tí ni para el niño, ahora tienes que empezar a cuidarte doble-
-ni me lo recuerdes...-
Sentí como él se levantó de su lugar, escuchando sus pasos, yendo a quien sabe qué parte de la habitación, destape poco a poco mi rostro para poder observarlo, notando como tomaba su teléfono y lo conectaba con el pequeño altavoz Bluetooth y colocando Call Me Maybe, arquee una ceja, acaso se estaba burlando de mí?
-mira, está es tu canción, pero en vez de darle tu teléfono le diste un hijo-
Comenzó a reír a carcajadas, yo tomé un almohadón y me salí de la cama, comenzando a atacarlo
-no es gracioso hijo de puta-
Trata de cubrirse de los golpes mientras seguía riendo, hasta que tomó la almohada, frenando los golpes
-ya men, no te amargues, estoy jugando, ven- me quito la almohada y la tiró por ahí, para luego tomarme las manos y comenzar a bailar al ritmo de la canción- sonríe, prometí hacerte feliz cada que estés triste y eso es lo que haré-
Al principio me resistí un poco, pero a medida que pasaban los segundos me deje llevar, cantando y bailando al ritmo de la canción con él, mi corazón latía de felicidad, me sentía seguro y alegre en la habitación de mi mejor amigos, siempre se le ocurría alguna idea para mejorar mi estado de ánimo, realmente, sin Mariana, yo estaría perdido en mi depresión, le debo la vida entera
