Roier es hijo único del dueño de una de las empresas más ricas y famosas de la ciudad. Tiene que ser obligado a casarse con algún Alfa digno, ya que al ser Omega, no podrá heredar el negocio familiar. Él no está del todo de acuerdo con eso, ya que é...
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Fruncí el ceño algo confuso, ya que me parecía extraño que Samy vaya de fiesta luego de todas esas veces que me dijo que no le gustaban. Pensé unos segundos la propuesta de mi amiga y observé la hora en mi teléfono, eran las 22:30 p.m, demasiado tarde como para poder salir a hacer algo, estaba a punto de contestarle que no iría, pero volví a observar la hora e incluso el día
Un viernes a la noche, me invitan a una fiesta, no estoy seguro de si mi padre estará de acuerdo con eso... Pero tengo 20 años, tengo la edad suficiente para salir. Estoy enfadado con mi padre por la cena de hoy, así que me levanté de mi cama de un brinco y me dirigí hacia mi armario, no sin antes contestarle a mi amiga.
Yo:
De acuerdo, donde nos vemos?
Rivis:
Paso a buscarte en la estación principal, cerca de la UNI, no tardes
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Mis inseguridades volvieron, observando mi cuerpo bajo la tela trasparente de una elegante camisa negra, con algunos detalles de telas de araña en ella que dejaba ver mi parte superior desnuda. Mariana me había regalado está camisa para mí cumpleaños, diciéndome que quedaba perfecto para mi cuerpo y me tendría que ver más "Sexy" y lucir mis, "atributos", no entiendo porqué tanta emoción... Bueno, si tenía algunas curvas... y nalgas... pero no me gustaba mi cuerpo delgado, y mucho menos ahora que traía mis muñecas así como estaban.
Observé la sudadera que traía puesta en la cena, pensando si debería de ponermela e ir con ella a la discoteca... Luche con mis ganas de tomarla, pero a contrario de eso simplemente rebusque en mi armario, encontrando una chamarra de mezclilla del mismo color que la sudadera- ¿Porque será que me gusta tanto las prendas de tonalidad rojo?- me la coloque y volví a observarme al espejo, sintiéndome un poco mejor por tener las muñecas cubiertas. Arregle un poco más mi cabello frente al espejo y solté un suspiro, ahora tenía que rezar para no cruzarme a mi padre por el camino hasta la salida.
Salí de mi habitación lentamente, tratando de no hacer ruido, y a modo de sigilo, caminé hasta las escaleras, bajé sin hacer ruido, daba gracias a dios de que ya casi nadie estaba en mi casa al ser demasiado tarde por la noche, sabía que papá L estaría ocupado haciendo sus papeleos y ni siquiera me importaba si el Alfa de la cena seguía en mi casa.
Aunque, un pequeño detalle que no pensé, fue Papá Q, quién pude notar que estaba a un lado de mí con los brazos cruzados
