PREOCUPACIÓN

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Blanca:

- Entiendo su preocupación, pero las causas de su desmayo pueden ser muchas, Calor o deshidratación, angustia, algún medicamento que esté tomando, descenso del nivel de azúcar en la sangre, anemia, embarazo... y muchas más, por lo que lo recomendable es que mañana vaya al hospital, le tomen una muestra de sangre y hagan las pruebas pertinentes –

Apenas abrí mis ojos, estaba acostada en una camilla, y me quedé asombrada viendo a Erick hablando con un doctor a mi lado, estaban tan concentrados, que ni notaron que desperté, no entendía que hacia allí, esperaba ver a Santiago, pero la expresión de seriedad de Erick era increíble, parecía que su mandíbula iba a partirse de lo apretada que la tenía, no solo estaba preocupado, sino escuchar la palabra embarazo lo debía haber puesto loco.

- No estoy embarazada, y ya no lo insinúe sino quiere que a este hombre le de un infarto, solo estaba cansada, mi período aun no llega, no es mi fecha  todavia, es perfectamente regular y le lo sabe, hasta lleva la cuenta –

Dije tomando asiento en la camilla y señalando a Erick, que volteo a verme como si estuviese loca, pero era verdad, la sabía más mis fechas que yo, el doctor rió de mí y de la expresión de Erick que negaba con su cabeza.

- ¿Como te sientes? Quédate ahí... sí? Déjame terminar de hablar con el doctor –

Erick me dio un beso en la frente y tomó mi mano como si fuese una niña, volteó a ver al doctor y siguieron hablando como si nada.

- Ahora debe descansar, hidratarse bien y mañana por la mañana ir a que le hagan un control, en caso de que vuelva a suceder el día de hoy, directamente vayan a urgencias... aunque no creo, debe comer en horario y no saltar ninguna comida sí? –

Erick prestó atención a cada una de sus palabras, rodeé mis ojos porque iba a ser un problema, se le grababa cada palabra y me haría hacerlo al pie de la letra. Me ayudó a ponerme de pie, nos despedimos del médico para irnos,  pasó su mano por mis hombros para llevarme abrazada. Apenas salimos, nos encontramos con Santi, que esperaba de lo más paciente, obviamente no pude decir una palabra, porque Erick le explico todo, y hablaban y decidían el resto del día por mí, como si yo no estuviese ahí.

- ¿No era que jamás decidías por mí? ¿Se te olvidó eso? ¡No me pediste opinión! ¡Directamente, tú y mi primo, ya planearon mi día! ¡Me siento bien, puedo ir a trabajar y terminar mis asuntos! –

Protestaba mientras nos íbamos, ya nos habíamos despedido de Santiago, incluso Erick le llamó a Mijaíl para decirle que iba a estar conmigo todo el día, solo para que no se preocupe, organizaba todo en segundos.

- Sube y no me hagas enojar, hoy no vas a decidir nada –

Abrió la puerta de su automóvil y me hizo señas con su mano de lo más serio... no sabía si estaba enojado o preocupado, no iba a discutir en este momento, era cuando no debía, porque él estaba firme en lo que fuera que estaba pensando, y así suplicara de rodillas no iba a ceder, conocía esa faceta de él. Subió al automóvil e iba conduciendo en silencio, por primera vez no escuchaba su música, estaba de lo más concentrado, sin lugar a dudas estaba pensando.

- ¿A dónde vamos? –

Pregunte hasta de manera tímida, volteó a mirarme unos segundos y luego volvió su vista al frente

- A almorzar a ese restaurante que te gusta tanto –

Resoplé molesta porque apenas si respondía lo que yo preguntaba, no se explayaba en su respuesta

- ¿Estás enojado? Puedo ir a casa de Mijaíl, debes trabajar, si quieres que descanse, estaré bien allí –

Ya me estaba molestando su actitud, y nada bueno iba a salir, el callado y yo molesta

Percepción O LocuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora