Capítulo 1

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Stella

—Soy Dan Jones, estudiante de teatro —se presenta, el chico rubio que me intercepto en el lobby del campus, cuando entre.

—Mucho gusto —le digo, saliendo de mi estupefacción.

Le tiendo mi mano para saludarlo, pero este la ve con una mueca de asco en la cara y la deja en el aire, alzo las cejas, decido ignorar ese mal gesto y bajo la mano hasta posarla sobre mi cadera.

Ahmm —digo incómoda con toda esta situación—. Cuando hice la inscripción me dijeron que alguien me daría un recorrido por el campus y me ensañaría cuál sería mi habitación, supongo que ese eres tú, ¿no?

—Era, en pasado —enfatizó la primera palabra.

Frunzo el ceño.

—No estoy entendiendo.

Pues, ya somos dos.

— ¿Qué no entiendes? —me dice de manera brusca y con la ceja derecha exageradamente alzada—. ¿Tienes algún retraso o algo?

Abrí los ojos de par en par y sentí la ira correr por todo mi cuerpo.

Cálmate, Stella.

Sí, cálmate, querida, recuerda lo que paso la última vez. Mejor cuenta hasta diez. Vamos, Uno, Dos, Tres, Cuat...

— ¿Quién te crees que eres para hablarme así? —digo, fulminándolo con la mirada.

Aquí vamos.

Él suelta una carcajada, como si lo que yo estuviera diciendo fuese un chiste, y cruza los brazos sobre su pecho.

Lo miré con el entrecejo fruncido, aún molesta por no entender que es lo que está pasando, y que es lo que le da tanta risa.

—Cómo eres nueva, entiendo que no sepas como soy —me dice con una sonrisa engreída—. Verás, tengo un guion esperando por mí en mi habitación, que tengo que aprender. Mi tiempo vale oro, y no lo perderé dando un tour por el campus a una chiquilla de primero.

Juro que esta vez sí conté hasta diez para no matarlo. Inhale y exhalé hasta calmar un poco mi furia.

Esta conversación me parece tan estúpida, que por un momento creo que regrese al instituto, y no estoy en un campus universitario.

—No me importa lo que tengas que hacer, me darás ese recorrido, y me llevaras a mi habitación —le digo, juntando las cejas y alzando un poco la barbilla.

—No lo haré —me volvió a sonreír de esa manera engreída, que juro que si lo vuelve a hacer le voy a partir los dientes.

¿Dónde quedo lo de estar calmada?

Estoy calmada.

Claro, si tú lo dices...

—Oh, claro que lo harás —le aseguro.

Querida, ¿cuánto tiempo llevas aquí? ¿Seis minutos?, y ya estás peleando con alguien. ¿Dónde quedo lo de dar una buena impresión el primer día?

Cállate.

—No lo haré, hay miles de personas aquí —abrió los brazos y señaló con las manos a todas las personas que estaban en lobby—. Pregúntale a uno de ellos, seguro encontrarás a alguien que no tenga nada interesante que hacer y quiera ayudarte. Yo me voy, adiós.

—Tú no iras a ningún lad... —no me dio tiempo de terminado de hablar, cuando ya se estaba dando la vuelta y había empezado a caminar entre la multitud, de nuevos estudiantes del campus. Lo seguí como pude entre las personas, me pisaron como unas ocho veces, y trate de agarrarlo por el brazo, pero ya estaba demasiado lejos.

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⏰ Última actualización: Jul 01 ⏰

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