The Day Dream - CHERIK WEEK [2023]

Parte cinco: Flores de Charles.

  Con el tiempo, Erik comenzó a aprender más respecto a los floricultores. No podía quedarse solo con la información que Charles le había proporcionado, pues se sentía incorrecto. Si quería ayudar a Charles, debía entenderlo por completo entonces, y cubrir todas sus necesidades.

  Erik se instruyó a si mismo en clases autodidactas de los floricultores, descubriendo un montón de cosas a través de los libros y de la experiencia. Sabía por fin cómo mantener protegido a Charles.

  Aquello lo ayudó a entender en gran medida algunas acciones de Charles, comprendiendo las partes que eran guiadas por su naturaleza. Fue eso lo que lo ayudó a entender por fin cuál era el motivo por el cual Charles se sintió tan conmovido la primera vez que cuidó de su invernadero, sintiéndose día con día honrado luego de descubrir el significado que este oculta para los floricultores. Erik trabajó de manera ardua para mantenerlo en buen estado desde entonces, constituyendo una tarea que disfrutaban de realizar juntos, como un pequeño ritual, que le recordaba algunos de sus momentos más felices.

  Charles tal vez tenía razón, y es que los floricultores sí eran delicados, pero no por eso, menos hermosos. Una maravillosa belleza, que Erik estaba dispuesto a preservar. Sobretodo desde que descubrió algunos de los males que podría afectarle debido al estrés con el divorcio de Gabrielle. Le gustase o no, ella fue su comeflores. Charles sería clasificado como un Ruin, alguien separado de un matrimonio entre un comeflores y un floricultor. Suponiendo esto un gran estigma ante la sociedad. Pero esa era la parte suave de las posibles consecuencias, aquello que afectó en verdad a Erik, fue descubrir el mal que se trataba de un posible atasco floral.

  O peor aún, el estado de vegetación.

   ㅡErik, ¿te encuentras bien?

  Erik levanta su mirada, ojos apuntado directamente hacia Charles. Se pregunta cuánto tiempo su mente estuvo ausente para llamar la atención del floricultor.

   ㅡEstoy bien, Charles. No te preocupes ㅡErik le sonrió, tomando las manos de Charles de inmediato para darles un ligero apretón, preocupadoㅡ. ¿Estás bien tú? ¿Necesitas ayuda? ¿Agua?

  Según sus estudios, los floricultores necesitaban consumir grandes cantidades de agua para mantenerse hidratados durante la producción de sus flores. Erik había contado los vasos de agua que Charles bebía por día, resultaban ser insuficientes.

  Por momentos, Erik olvida la extraña conexión que aún luego de más de un año mantiene con Charles, aquella que hace al floricultor levantar una ceja como si leyese sus pensamientos. ¿Pensó en voz alta acaso?

   ㅡErik, estoy bien. No tienes nada de qué preocuparte.

  Pero esas palabras no son suficientes.

   ㅡ¿Estás seguro? ¿Pero, no necesitas algo, cualquier cosa?

  Charles pareció dudar durante unos largos segundos, asintiendo luego de pensarlo un poco.

   ㅡSí, una cosa. Ven. Acércate.

  Erik obedeció de inmediato, acercándose, tal vez demasiado cerca, a Charles. Revisó cada parte de su rostro, buscando algún indicio de una herida, un dolor, cualquier cosa...

  Y luego, Charles le metió en la boca una acacia amarilla y una gardenia. Al menos tenían un buen sabor.

   ㅡAmigo mío, aprecio más que cualquier cosa en el mundo tus cuidados, no hay nada que me haga más feliz ㅡmenciona Charles tomando sus mejillas, Erik mastica lo más rápido que puede para poder hablar de nuevo. Charles deja un beso sobre su frenteㅡ. Jamás me he sentido más protegido en mi vida, no tienes que preocuparte tanto.