𝓐𝓘: 𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓥𝓘. 𝓟𝓾𝓰𝓷𝓪 𝓵𝓮𝓰í𝓽𝓲𝓶𝓪.

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Después de la noticia de mi padre a Merlán, optamos por mantener la calma

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Después de la noticia de mi padre a Merlán, optamos por mantener la calma. No había por qué preocuparnos antes de mi llegada.

Los hombres encargados de protegernos no dejaron su posición, y Merlán después de aquello, no volvió a pisar aquel territorio. Tampoco se nos dio una explicación de cómo es que Darha se adueñó de mi lugar, ni mucho menos el que pasaría conmigo si volvía.

— ¿Por qué mi padre rompió su promesa? — Expresé con furor.

— Podría ir... Si usted así lo desea, joven amo.

— Sigo sin comprenderlo, solo dio la noticia y ya. ¿Se olvidó de mi llegada acaso? —Me saqué el brazalete y lo tiré con toda mi fuerza hacia el suelo — Esa baratija terminó valiendo absolutamente "nada" de lo que decía.

— Tranquilo. —Musito mi madre serena en el rincón de la ventana mirando hacia el exterior— Ya los hombres están alistando las cosas para regresar, mañana podrás descargar tu ira sobre aquellos a los que desees agredir.

—Deberías estar enfadada, madre. —Solté— Después de todo mi padre te utilizo y simplemente le dio la espalda a tu hijo.

— No ganaremos nada, si pensamos de esa manera y nos desquitamos expresamente ahora. —Se acercó a aquel brazalete tirado y lo levanto para después volver a colocármelo— Mañana cada quién dará su pelea. Tú ve sobre ellos y a mi manera haré lo que pueda contra ellas.


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Al siguiente día, cuando por fin cumplí los cinco años, todo se encontraba tranquilo, Merlán ayudó a mi madre a subirse a la yegua negra y después acercó mi caballo de color mármol. El regreso sería de unas cuantas horas, no parecía ser una trayectoria agobiante.

En el instante en el que salimos por completo del hogar que me brindó cobijo durante cinco años; me hizo sentir como si me arrebatara la tranquilidad que con demasiado esfuerzo mi madre me consiguió. En ese instante sabía que estaría a nada de entrar en conflictos por la lucha de mi posición y que los choques no cesarían hasta que Dasarha me elija como el vencedor.

𝓜𝓸𝓶𝓮𝓷𝓽𝓸 𝓮𝓺𝓾𝓲𝓿𝓸𝓬𝓪𝓭𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora