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Apoyó los codos en la barra que acababa de dejar impecable. Eran las diez de la mañana, y su cuerpo no estaba soportando el haber trasnochado. Por más que intentaba, Taehyung no podía mantener los ojos abiertos más de un minuto. Eso le pasaba por quedarse toda la noche buscando respuestas a algo que no entendía y que le estaba comiendo el coco.

En cuanto regresó de la casa de su amigo, se había puesto a buscar el collar idéntico al de Kookie que estaba seguro él también tenía. Se cansó de sacar cosas, pero no logró encontrarlo; su madre le llamó para cenar y no pudo negarse a su deliciosa comida. Pero cuando se liberó de TaeHa, volvió a revolver su habitación, claramente en vano. Se dispuso entonces a volver a ordenar todo, frustrado, y decidió darle una leída más a la libreta.

Con cada hoja que leía su confución crecía cada vez más. No podía recordar al chico de las notas, y se supone que había sido su mejor amigo. ¿Porqué lo había olvidado? ¿Donde estaba él ahora? ¿Porqué nunca le había vuelto a buscar? Su cabeza daba tantas vueltas que dolía, y solo podía llorar de impotencia. Ni siquiera consiguió dormir, que era otra de sus tontas soluciones, y ahora de vuelta al presente, estaba sufriendo las consecuencias

—¿Taehyung? ¿Estás bien?—le preguntó, acercándose a mirarlo.

—Hmm, claro—murmuró a penas. Mantenía la cabeza gacha y las manos en la frente bajo su flequillo

—Te detesto, pero en serio te ves mal.

—Deja de molestar, Félix—le encanró, levantando el rostro. Ahí el otro comprendió que en verdad Kim se mostraba cansado, no tenía un buen aspecto como para atender al público—, consentrate en lo tuyo.

—Puedes tirarte en el sofá de la sala de descanso—suspiró, pues era su hora de descanzo; pero no podía permitir que Taehyung continuará atendiendo y se desmayara frente a la gente—, yo tomaré tu puesto por un rato.

—¿Seguro?—dudó—, ¿de-después no vas a sacarme eso en cara?

Seguramente si lo haría, pero no venía al caso.

—¡Solo, lárgate de una buena vez!

Las campanitas avisaron que alguien había ingresado al local; ésta vez se trataba de una familia de cuatro, según lo que el mesero rubio había ojeado con rapidez

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Las campanitas avisaron que alguien había ingresado al local; ésta vez se trataba de una familia de cuatro, según lo que el mesero rubio había ojeado con rapidez.

Notó que dos se acercaron a la barra por orillas diferentes, lo cual fue un tanto extraño hasta que Félix puso total atención en sus dos clientes. El de la derecha, quién estaba más cerca, era el chico bonito al que intentaba coqutearle y el amigo cercano de Taehyung. Por lo que, dedujo, que el hombre parado metros del otro lado, no tenía nada que ver con el peli-negro.

Atendió primero al señor, tomando el pedido para tres personas, y puso su completa atención en el menor que golpeteaba con los dedos la barra.

𝐋𝐨𝐮𝐝𝐞𝐫 ² | 𝐉𝐣𝐤+𝐊𝐭𝐡 (𝐓𝐞𝐫𝐦𝐢𝐧𝐚𝐝𝐚)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora