El diario de una chica con el corazón roto.

La noche

La noche es serena, pura, sincera, misteriosa y tranquila.

Es cuando las ideas más maravillosas salen a la luz, pasan por tu cabeza revolviendo pensamientos y planes. A veces son pasajera, pero otras veces pueden cambiar tu perspectiva, hacen que veas la luna de otra manera y ahora no ver un lado obscuro, si no que ver otro mundo.

Es cuando las miradas más sinceras salen a pasear, viajan junto a los pensamientos, buscan algo, pero, ¿Qué buscan? Buscan lo que sea: una personas, un árbol, un perro, una hoja que baila con el frío aire de otoño la lluvia que tiñe el paisaje de una frescura exquisita la mayoría de las veces, o tal vez buscan un amor.

Ver las pequeñas y brillantes pecas del universo, como se quedan esparcidas en su rostro, mientras la luna sonríe, como cuando le conté sobre ti, como si supiera algo que nosotros no.

O explorar la calma de la noche, es tal, que casi parece devastadora, nos hace sentir solos, aunque la mayoría no se está solo, aún así, muchos aprendimos a vivir con las soledad que nos ha perseguido como sombra por toda la vida, sin embargo anhelamos la compañía de alguien.

La sonrisa que tal vez pondría la hablar, el reflejo del las estrellas en sus ojos. O solo estar solos en compañía del otro ¿Qué es estar con alguien, con quién la soledad no te acecha?

No estamos tan lejos de todos modos, todos miramos la misma luna.

 Pareciera, entonces, que la soledad se había dado por vencida al uno estar en tu compañía.