A la mañana siguiente
Kyungsoo se despierta y se da cuenta de que esta de nuevo en la misma habitación del día anterior. Los sucesos de anoche llegan como relámpagos a su cabeza y no puede evitar soltar una risita cuando se hizo el dormido al lado del alpha con el propósito de saber que haría, y para su gran sorpresa, Jongin solo lo cargo en sus brazos y lo llevo directamente en la cama, depositó un cálido beso en su frente y cerró la puerta.
No le debería asombrar, pero en este mundo no se espera que un alpha sea amable o respetuoso. La mayoría de omegas terminan siendo víctimas de hombres sin escrúpulos que solo se justifican por ser la casta mayor en la jerarquía.
Estira sus extremidades y al voltearse toma la almohada y la apresa entre sus muslos, luego hunde su rostro en el paraíso, y echa un bostezo. Después de varios minutos diciéndose que se levantaría, por fin lo hace y ¡e dirige al baño, lo primero que hace es verse en el espejo y notar algunas lagañas en su rostro, así que de inmediato se lava la cara con agua y al terminar, toma una pequeña toalla y seca su piel. Sus ojos se desvían hacia el sofá y se fija en otra muda de ropa junto con unas zapatillas muy bonitas de color blanco.
Se acerca y toma una, las detalla y al ver la marquilla de precio casi le da un infarto, eran casi 750 mil rublos, es decir, aproximadamente 10 mil dólares.
Kyungsoo hace cálculos y se pregunta cuantas cajas de pizza se podría comprar con todo ese dinero.
-¿Y si las vendo?
No era una muy mala idea, además de que apostaría que el alpha le daría las zapatillas que él quisiera, porque con lo poco que ha visto, Jongin tenía la billetera gorda y no solo eso.
De inmediato se quita la ropa e ingresa a la ducha sofisticada, los chorros de agua tibia se deslizan por su piel y la sensación de relajación se cuela en su ser y su mente queda en blanco por unos segundos.
Hoy no tomaría un baño largo, puesto que quería irse temprano para ir a desayunar con su abuela, la comida que preparaba ella era un manjar exquisito y por nada del mundo se lo iba a perder, así que, con el dolor de su alma, termina su relajante baño y toma una toalla más grande, se seca por completo y empieza a vestirse.
Mientras seca su cabellera rizada, a su mente se viene la palabra “instituto” se había olvidado de sus clases, los trabajos y la suspensión, pero no podía hacer nada y tendría que recurrir con su abuela para que le hiciera alguna excusa de que estaba enfermo.
Toma sus preciosas zapatillas y al colocárselas, se acuerda de su celular, su pequeño bebé no lo dejaba ni para ir al baño, y no se cree el hecho de que no sepa en donde esté ¿Qué tal lo haya perdido? O de pronto lo dejo en alguna parte y para empeorar la situación, en silencio.
De inmediato sale del baño y en la mesita que estaba al lado de la cama, encuentra su amado celular. Lo toma y lo lleva a su pecho, respira aliviado y luego lo enciende.
Revisa las notificaciones, y solo había mensajes de Sehun y Lucas, pero en lo último, observa un mensaje de su abuela, lo abre y levanta una de sus cejas.
Era un sticker de un pepino, un durazno, una mano abierta, gotas de agua y una boca.
¿Qué clase de mensaje subliminal era ese?
Al parecer su abuela estaba más informada que él o tenia la mente menos podrida que ella, porque eso no eran algo inocente. Quien sabe que estaría pasando por la mente de Bom ha en el momento que le envió eso.
Kyungsoo guarda su celular y termina de arreglarse en el instante en que escucha el golpeteo de la puerta, su sonrisa aparece cuando piensa que Jongin está detrás de la puerta, pero cuando la abre, sus labios se colocan en línea recta y se pone de mal humor cuando observa los horribles ojos azules de Junmyeon .
Buenos días, Kyungsoo -saluda de manera cordial y da dos pasos hacia adelante, cierra la puerta y acomoda su corbata negra.
-¿Qué quieres ahora, Junmyeon ? Responde cortante y se aleja del alpha un poco, no le gustaba para nada su presencia, no era grata.
-Qué manera de saludar- murmura y cruza sus brazos para después recostarse contra la pared. Examina al omega y se pregunta el porqué ese omega es la llave de la familia de Jongin, porque esos ojos violeta tan importantes se mantuvieron ocultos durante tantos años y solo hasta ahora, salen a luz.
-¿Algún problema con eso?
-Eres el primer omega que veo que tiene las agallas para responderle a un alpha de esa manera, no sé cómo Jongin y te soporta – comenta y le sonríe con hipocresía.
-Eso no te incumbe ¿No deberías de estar como perro tras tu amo? -dice serio Kyungsoo y el alpha se disgusta al escucharlo, cambia su postura a una dominante, pero el omega no se deja intimidar, al contrario, demuestra que su casta también puede tomar poder.
-Te informo, Jongin salió a una reunión, por lo cual me quedaré contigo y después te llevaré a tu casa -menciona de mal humor.
Kyungsoo sabía que no se llevaría para nada bien con ese alpha, su actitud en conjunto con su personalidad, hacían chispas con la suya, rechinaban en cualquier lugar.
-¿Cuál es la necesidad de llegar hasta acá? Hubiera bajado y ya -expresa con fastidio y tiene que respirar con mayor lentitud al notar que quería golpear al alpha para callarlo.
-Apenas sepas la realidad en donde estás metido, te darás cuenta de que eres tan insignificante -comenta con burla Junmyeon y recuerda la anterior conversación que tuvo con Jongin, Kyungsoo no podía saber cuál era su posición dentro de la mafia, pero el porqué, es el que aún no sabe ¿Cuál era el misterio? Era tan simple decirle la verdad al omega, pero al parecer aquello sonaba tan fácil para él, pero para Jongin, era como si lo llevaran a la guillotina.
-Para tu jefe no soy alguien insignificante ¿O sí? -habla cortante.
Lo que dijo Junmyeon antes, en cierta parte era mentira, Kyungsoo no es un omega sin importancia, solo quería ver su reacción ¿De qué lado estaría? Si era una piedra en el zapato de Jongin o una fiel pareja, porque a este punto, deducía que no solo su jefe andaba detrás de Kyungsoo, había más hombres que deseaban al omega.
-Solo espero que nunca traiciones a Jongin.
-¿Por qué tendría que hacerlo? -interroga Kyungsoo y se acerca al alpha. Kyungsoo se consideraba fiel a una persona cuando esta demostraba una entera confianza, pero ¿Por qué sus palabras se sintieron como una gota amarga para su corazón? ¿Acaso se estaba acercando una tormenta de nieve?
-Por ahora, será mejor que actúes como su muñeca de porcelana.
El omega siente impotencia, una rabia calar por sus poros, esa necesidad de apaciguar su ira, termino desbordada. Recordó que solo una vez se dejó pisotear, dejo que su piel pagara cada uno de los castigos impuestos, pero gracias a eso, le permitió ver más allá, que a pesar de ser un omega, no se convertiría en el trofeo de ningún alpha, ni siquiera de Jongin.
-¡No soy una maldita muñeca! Y menos de él -grita furioso-. Que acepte que soy su omega, no quiere decir que sea un objeto para él.
-Solo pórtate bien en la cama y ya.
El omega alza su mentón y con desespero toca su cuello, su piel hervía y la pregunta que se hacía era ¿A qué punto quería llegar Junmyeon? ¿Qué ganaba con decir aquellos comentarios tan repudiables? La verdad no entendía, pero le daba asco la manera de pensar de ese alpha.
-¡Vete, Junmyeon ! -demanda con la voz temblando, porque sabía que no era bueno manejando sus propias emociones y podía causar mayor daño.
-¿Qué? ¿No puedes decir nada o acaso le di en el punto? -pregunta arrogante y Kyungsoo empieza a sentirse atacado, acorralado como un pequeño mamífero ante un cazador voraz.
-Tus malditas palabras me las paso por el culo -responde tajante y para ignorarlo, saca su celular, pero siente que pierde fuerzas después de unos segundos.
-¿Tus padres no te enseñaron a respetar?, ah espera, están muertos ¿verdad? -habla y los ojos de Kyungsoo enseguida se llenaron de lágrimas, sus preciados padres, que murieron para protegerlo.
-No tienes ni un puto derecho de hablar de ellos… -dice entrecortado y su corazón se agita de sobremanera, su pecho empieza a doler y su alma comienza a desmoronarse con los vagos recuerdos de sus padres. Aquello estaba prohibido, ni siquiera Bom ha podía mencionar el nombre de su hija Sonhee en frente del omega sin verlo llorar, era un tema delicado que provocó estragos.
Junmyeon de inmediato se dio cuenta que no debió decirlo, de seguro no lo iba a tener fácil con Jongin.
Sale de la habitación y cierra la puerta. Investigarlo sin antes consultarlo con él, le iba a traer serios problemas, pero siendo la persona encargada de su seguridad, tenía que saber sobre las personas que lo rodeaban, no importaba su casta, si sospechaba algo, lo mataría.
Kyungsoo se recuesta contra la pared y se va deslizando lentamente hasta quedar sentado en el suelo, recoge sus rodillas y las abraza. Toca su pecho y siente un nudo en su garganta, sus lágrimas fluyen por sus mejillas y siente un dolor agonizante en su corazón.
Nunca imaginó ver a su madre por el retrovisor del auto sonriendo justo antes de que una bala atravesara su cabeza y perdiera el control, o a su padre muerto abrazándolo mientras el carro se volcaba en un río. Tal vez desde su visión de niño nunca se percató del ambiente tan turbio en el que se movía su madre, pero fue tan tarde, que después él mismo vivió lo que es un infierno en un sótano por meses.
El omega hasta este punto de su vida se sentía agradecido de que su mente bloqueara tantos recuerdos, de lo contrario no podría haber seguido, se hubiera hundido en aquel mar negro, pero continuo con su vida con el único propósito de encontrar a los que perpetuaron el asesinato de sus padres, y hasta no localizarlo, su corazón y alma no descansarían.
Dos horas después.
Kyungsoo observa el techo y ladea su rostro, toca los parpados inferiores de sus ojos y suspira al sentirlos un poco hinchados. Se levanta de mal humor y con algo de tristeza camina hacia la puerta, quería largarse de ahí para ir hacia los brazos de su abuela, el único ser bueno que existía.
Baja las escaleras y mete sus manos dentro del bolsillo, ahora estaba más calmado y con la mente tranquila, pero aun tenía resentimiento en su corazón, las palabras de Junmyeon fueron hirientes, se clavaron como un puñal en su alma; el tono y su mirada petulante con la que lo observó tenían otro significado, sin embargo, se preguntó con qué fin lo hizo ¿Cómo quería que reaccionara? ¿Feliz? Tal vez quería ver a que grado estaba afectado con ello, pero fue tan ruin y despiadado la manera en que lo investigó.
Al llegar a la sala, Kyungsoo siente como varios pares de ojos se quedan observándolo, evita cualquier contacto visual y observa con odio la espalda de Junmyeon quien estaba hablando con alguien por celular, su mirada desciende desde sus hombros hasta su muñeca izquierda donde podía apreciar el tatuaje donde solo visibilizaba la cabeza de una serpiente, no sabía porque su mente lo tomaba como un recuerdo y no como algo nuevo, como si ese tatuaje lo hubiera visto antes porque tenia la particularidad de que en la cabeza tenía un círculo y adentro, un triángulo.
-Kyungsoo, es Jongin -habla Junmyeon serio y le entrega su celular al omega.
-Hola… -murmura Kyungsoo y se maldice al saber que hasta su voz era transparente con su corazón al no poder camuflar sus emociones.
Junmyeon estaba un tanto nervioso de lo que iba decir Kyungsoo a su alpha, ya que él era el responsable de que estuviera así.
El omega se aleja y camina hacia los distintos sofás que habían; al momento en que da un paso, los alphas que estaban ahí, bajan la mirada y se retiran. Kyungsoo se sienta y extiende sus pies, detalla los cuadros de la pared y se intriga cuando observa el de otra mariposa.
-¿Qué sucedió? ¿Te sientes mal o alguien te hizo algo? -pregunta en un tono preocupado Jongin y Kyungsoo no puede evitar sonreír, su corazón empieza a sentirse cálido cuando escucha su acogedora voz.
-Estoy bien, nadie me ha hecho nada… -responde mientras desvía su mirada en Junmyeon quien chasquea su lengua y le da la espalda como un maldito cobarde.
-¿Estás seguro?
-Si… solo quiero estar con mi abuela -aprieta con su mano el buzo y sus ojos se inundan de lágrimas otra vez. Tenía que pasar ese trago amargo con algo que le hiciera drenar por completo ese sentimiento de romper a alguien hasta dejarlo en el piso.
-Está bien, prepararé una camioneta para que te lleve y ¿Podríamos vernos más tarde?
Su pregunta sorprende al omega quien se sonroja y empieza a sentir su corazón acelerado, no era un niño como para emocionarse por un dulce, pero así se sentía, como si fuera la primera vez que lo vería, no sabía que clase de sentimientos estaba cosechando frente al alpha, pero no podía dejar de sentir en cierta parte miedo.
-Podría ser, pero en la noche.
-Gracias, Kyungsoo. Por favor pásame a Junmyeon .
El omega se le borra la sonrisa y se levanta con fastidio, da dos hacia adelante y cuando el alpha se voltea, le tira el celular con rabia.
Junmyeon atrapa con fortuna el celular y se queja sin emitir un sonido cuando uno de sus dedos recibe el golpe. El alpha se queda atento y escucha a Jongin pedirle la verificación de unos correos y así mismo, que prepare al círculo de seguridad para que Kyungsoo llegue a su hogar.
-Por el momento te llevaré a tu casa-habla Junmyeon después de colgar la llamada y se fija en el omega acercándose.
-No quiero, prefiero que me lleve alguien más -responde cortante.
-Kyungsoo, sobre lo que paso…
-¡Descuídate un maldito segundo y te mato hijo de perra! -grita exaltado y los alphas lo voltean a mirar impresionados-. Investiga a alguien más. No pierdas el tiempo conmigo creyendo que soy una amenaza para Jongin.
Junmyeon se queda en silencio y solo mira los ojos violeta del omega que brillaban como una gema puesta al sol, la fuerza de su mirada era admirable, pero no iba a admitirlo para solo engrandecer el ego tan elevado que tenía el omega.
-Insung, llévalo a su casa, en tu celular te enviaré la dirección -expresa Junmyeon dirigiendo su mirada hacia un alpha que estaba en la parte de al fondo de la sala. El hombre se acerca y junta sus manos detrás de su espalda y desvía su mirada hacia el omega.
Después de varios minutos una camioneta negra se parquea en la entrada principal y Kyungsoo camina hacia allá, se marcha sin decirle una palabra a Junmyeon y nota como Insung le abre la puerta, al ingresar, se acomoda en los asientos traseros y cierras sus ojos después de contemplar el bello jardín.
-Despiértame apena lleguemos-pide y el alpha asiente mientras lo observa por el espejo retrovisor.
-Como ordene, y si gusta, en la parte de atrás de los asientos hay un cojín, úselo para que no maltrate su cuello.
Kyungsoo de inmediato lo busca y al encontrarlo se acuesta. Sus cambios de humor le estaban pasando factura, no sabía si era por el celo que había pasado o si es que tendría otro más adelante.
-Gracias -dice y Insung le sonríe gentilmente.
El alpha enciende el motor y pocos segundos después, se pone en marcha junto con otras dos camionetas que los escoltaban. Se coloca el cinturón de seguridad y pisa el acelerador cuando van por vía recta, voltea a mirar hacia atrás por un instante y no puede negar la belleza del omega; Jongin había sido bendecido por unos de los hijos privilegiados del destino.
Después de un viaje de treinta minutos, Insung mira la ubicación por el celular y la aplicación le indica que ya llego al destino, gira el volante hacia la izquierda y se parquea en la orilla, se quita el cinturón y al mirar al omega, extiende su brazo y toca con delicadeza uno de sus rizos, se veía precioso, la hermosura de ese omega no la Había visto jamás y le daba toda la razón a Jongin por haberlo mantenido escondido.
Su mente estaba tan inmersa en varios pensamientos que no se había percatado de que la abuela de Kyungsoo había abierto la puerta con angustia, enseguida aleja su mano y la omega trata de despertar a su nieto varias veces.
-Mi pequeño Soo, debiste llorar mucho -dice con tristeza Bom ha y toca el suave rostro del omega.
-No ha querido despertar, tiene un sueño profundo -habla por primera vez Minseok, y Bom ha asiente.
-Así es él, un omega dormilón y arisco -sigue moviendo sus hombros y por alguna razón extraña, se siente algo rara con la mirada del alpha-. Cariño despierta o tu abuela te hará cosquillas -susurra y enseguida empieza su labor hasta ver como Kyungsoo se despertaba.
-Ya para, abuela… -se ríe un poco afligido-. Ya estoy despierto, ya me bajo.
-¿Quién te hizo llorar? -pregunta preocupada y observa como Kyugnsoo se baja de la camioneta y cierra la puerta con fuerza. Su nieto era fácil de leer, cualquier cosa que le molestara, se le notaba en las facciones de su rostro o en la manera de hablar.
-Nadie me hizo llorar, solo recordé ciertas cosas… -responde el omega sin más, pero ella no queda contenta con lo que escucha.
-Jongin me llamó, Soo -comenta y el omega se queda sorprendido-. Me dijo que tú no estabas bien.
Kyungsoo desvía su mirada y agarra la mano de su abuela para dirigirse a la casa. Odiaba esa parte de su ser, no le gustaba que los demás vieran como se sentía.
-Gracias por traerme, Insung -murmura.
-Estoy para servirle, cualquier cosa no dude en llamarme -hace una leve inclinación con su cabeza, y al omega le pareció raro, pero lo dejo pasar.
Al ingresar a su hogar, Meokmul se acerca a sus pies y al instante lo carga, lo besa en repetidas ocasiones y camina hacia la sala, se sienta y deja al felino en sus piernas y lo sigue acariciando. Puede que tenga un pésimo día, pero su gato estaría ahí para él y era más que suficiente para tratar de estar mejor.
-Se que no es lo más sano, pero ¿quieres helado con waffles? -pregunta.
-¿Cómo puedo decir que no? Si quiero, gracias-le sonríe y su abuela se va a la cocina.
Por esas cosas, amaba a Bom ha , porque era el ser más hermoso que podía existir.
Porque ella le brindo una manera de vivir gracias al arte como una manera de poder darle paz a su alma en un momento tan desesperado que vivió con sus padres y aun después cuando fue llevado donde su tío Erick, quien era el hermano mayor de su madre Sonhee. Aquel alpha lo hundió en la miseria, lo maltrató tanto física como emocionalmente hasta el punto de tener pensamientos suicidas, lo mandó directo a un sótano, donde perduro varios meses siendo violentado no solo por el sino por sus propios primos.
Cuando por fin pudo escapar de ahí, llegó al hogar de Bom ha, su cuerpo magullado y lleno de moretones alertaron a la omega cuando se quedó paralizada observándolo, Kyungsoo estaba vivo y no muerto como muchos creían, pero ella notó algo más, y es que su nieto no podía hablar; Erick le había prohibido hacerlo, incluso si estuviera recibiendo un castigo, no podía levantar su voz en protesta.
Kyungsoo llego a su puerta llorando y moviendo sus labios para que le entendiera, pero no salía ni un sonido, era el miedo apoderado de su alma, así que lo primero que hizo el omega fue entrar a su hogar y tomar un cuaderno junto con un bolígrafo y la primera palabra que escribió, hizo que todos sus sentidos se pusieran en alerta.
“Tenemos que irnos, él me va a golpear otra vez”
Al mudarse, Bom ha con mucho amor le enseño el lenguaje de señas; en un duro proceso, Kyungsoo poco a poco iba soltándose, hablaba de vez en cuando y pedía permiso para comer, disfrutaba las salidas a campo con su abuela y llevaban pinturas, retrataba los bellos paisajes mientras la brisa soplaba levemente en un cielo despejado.
La omega trataba de reponer cada pedazo que habían roto del omega durante casi dos años y a pesar de que Kyungsoo no fue al instituto en ese tiempo, ella hizo el papel de maestra y le enseño diferentes materias, sin embargo, en su proceso de adaptación a la vida juvenil, Bom ha se dio cuenta de que Kyungsoo volvía a sonreír, pero hubo una parte que le dio miedo, Kyungsoo no descansaría en paz, hasta encontrar al culpable de la muerte de sus padres.
En la cocina, la omega estaba terminando su postre, hasta que Meokmul salta y se lleva por encima el pote de helado que termino en el suelo, el gato no desaprovecha la oportunidad y con su pata, toma un poco ante la atenta mirada de Bom ha quien tenía un rodillo en las manos.
La omega toma el pote y lo mete dentro de la nevera, luego mira a Meokmul con sus ojitos tristes y se ríe de solo ver al felino con su pata llena de helado, segundos después, sujeta el plato y se dirige a la sala, pero se encuentra con la mirada perdida del omega en el piso.
-Las cosas pasan por algo, buenas o malas, hay que aceptarlo, porque no hay manera de retroceder el tiempo-expresa Bom ha con nostalgia quien se sienta a su lado y le entrega el plato con tres waffles y seis bolitas de helado.
-Es que me duele… -se entrecorta su voz y come un poco de helado para aflojar el nudo en su garganta.
-Hay que ser fuertes ¿Entendido? -toma la mejilla de Kyungsoo y le da un beso en su frente al verlo frágil, justo como el primer día que lo vio.
-Mamá, es que no sé qué hacer… -sus ojos se llenan de lágrimas.
-Cariño, no dejes que eso te consuma, no puedes vivir en el pasado.
-Abuela, en serio quisiera creerte… Te lo juro -se aferra al pecho de Bom ha y termina llorando más fuerte-, pero no puedo, no puedo olvidar, no puedo dejar de sentirme miserable cada vez que veo la foto de mi madre. Vivo con el recuerdo de ella, esa imagen no se borra, me persigue, y lo seguirá haciendo hasta que pueda hallar a esa persona… -Kyungsoo se aleja lentamente y no sube su mirada, se queda en silencio por un corto tiempo, hasta que se levanta y se dirige a su cuarto.
Bom ha entrelaza sus manos y se queda pensativa, Kyungsoo estaba viviendo en una gran mentira, pero era por su bien.
Al ingresar a su habitación, saca su celular y toma los auriculares inalámbricos, coloca su lista de reproducción favorita, y deja que la música lo envuelva mientras come y piensa en miles de cosas y a la vez en nada concreto.
Lamentablemente no podía hacer nada, no estaba dispuesto a perdonar, no quería soltar su pasado, no cuando sabe que esa persona aún está respirando. Prefería seguir contaminando su corazón con tal de hacerle pagar por haber destrozado su vida.
Pero a veces el destino es cruel, y cuando menos imagino, supo que estaba nadando en una bruma oscura, llena de secretos y mentiras que siempre estuvieron ahí como un candado para protegerlo de él, pero ninguna advertencia es suficiente cuando se tiene el deseo de la curiosidad, y justo aquello, terminó por arrojarlo al abismo.
La tarde había llegado, y ahora estaba en la cocina lavando la loza junto a Meokmul, Kyungsoo hacía burbujas con una pequeña máquina y el felino se entretenía explotándolas con sus garras.
-Meokmul, cuidado, porque donde rompas un plato mi madre me coge como piñata de fiesta con un palo -murmura y comienza a lavar las cucharas.
-¿Sabes que más odio? Exacto, lavar las ollas -se ríe y sigue haciendo más burbujas.
El omega coloca los platos uno encima del otro para secarlos con una toalla, pero al momento de buscarla, escucha las pisadas de su gato por encima del horno.
-¡Meokmul, bájate! -dice alarmado al momento de ver una mosca volando.
Mala idea.
-¡Ven aquí! -chilla y al tratar de tomar al felino, el gato salta hacia la otra mesa.
La mosca iba de un lado para otro y Meokmul la seguía para atraparla.
Sin embargo, cuando menos lo pensó, escucha como los platos caen al suelo rompiéndose en cientos de pedazos.
Eran seis en total.
Kyungsoo pasa saliva y se echa la bendición.
-¿¡Qué hiciste, Kyungsoo!? -era la voz de su abuela.
-Na-nada, lo juro -enseguida toma la escoba y empieza a barrer apurado.
Bom ha al escuchar ese sonido, de inmediato se dirige a la cocina y se encuentra a Kyungsoo encubriendo la escena del crimen.
-Hola abuela… que hermosa estas -dice nervioso y ella se acerca.
-Tienes prohibido la entrada, tú y el gato, así que fuera de mi cocina ahora -le señala la salida, y Kyungsoo toma apresurado a su bola de pelos y sale huyendo.
Bom ha se da cuenta de un intruso volando y enseguida se acerca, toma una toalla y la aplasta contra la pared.
Nunca se metan con una abuelita enfurecida.
Al llegar a la puerta de su habitación, se sienta en el suelo y coloca a su gato sobre sus piernas.
-¡Somos el mejor equipo desastroso! -se ríe y el gato maúlla.
-Por cierto, necesito que te comas mi tarea, haz de cuenta que es papel higiénico ¿cuento contigo? -le extiende la palma de su mano y el felino pone su patita.
Al igual que él, Meokmul era un gato pandillero, pasaba más en la calle que en la casa, además de que se metía en peleas y a veces llegaba con rasguños, pero siempre victorioso.
-Luego tendré que reemplazarle los platos que rompiste -comenta y se levanta para ingresar a su habitación. Revisa su calendario y observa las anotaciones, tenía bastantes trabajos pendientes, pero no podía retrasarse, era su maldito último año y quería salir de esa cárcel.
Pero lastimosamente con la recién pelea, ya de seguro tendría matricula condicionada, así que tenía que portarse como un ángel de dios o lo iban echar del instituto.
¿El problema? Kyungsoo tenía complejo de gallo de pelea.
-Creo que iré buscando otro instituto… -susurra y rasca su mejilla un tanto irritado.
Se sienta en la cama y organiza los cajones de su mesita de al lado, saca unas libretas y se percata de unas bolsitas transparentes que tenían droga, hacía bastante tiempo que no consumía, y ni lo haría, estaba por así decirlo “limpio” únicamente fumaba cuando se sentía ansioso o estresado.
De unevo las guarda y al cerrar el cajón, su corazón empieza a latir tan fuerte que tiene que colocar sus manos en su pecho al pensar que le daría un infarto cuando de repente ve a Jongin parado en el marco de su puerta, la imponente presencia del alpha hace que Kyungsoo se saboree los labios sin darse cuenta.
-¿Terminaste de analizarme? -pregunta el alpha y se queda mirando al omega quien tenía sus mejillas levemente teñidas de un rojizo y pudo notar sus ojos un poco hinchados.
-Ni que estuvieras tan bueno -comenta burlón.
-¿Puedo pasar?
-¿No crees que es estúpido decirlo cuando estás en mi hogar? -cruza sus brazos para parecer serio, pero en realidad estaba tratando de ocultar los nervios que ese hombre provocaba.
-Tu abuela me dio el permiso, pero me dijo que tenía que tener tu autorización para ingresar a tu habitación, o misteriosamente podría ser lanzado desde las escaleras.
-Adelante -voltea sus ojos en blanco y acaricia sus rizos.
El alpha se quita su blazer y lo deja sobre la mesa del escritorio, se acerca y Kyungsoo no es capaz de quitar su mirada de sus pectorales.
Jongin se posiciona al frente del omega y con su dedo pulgar, lentamente lo desliza por una de sus mejillas hasta que llega a su mentón, lo alza, y sus miradas se encuentran, el alpha se coloca de mal humor cuando ve sus preciados ojos hinchados.
-Estuviste llorando por mucho tiempo -afirma y Kyungsoo siente temor en su corazón.
-No es algo que te incumba -desvía su mirada y quita la mano del alpha, pero para ser sincero, ansiaba de nuevo su tacto, pero su orgullo no se lo permitía.
-Sé que no tengo ningún derecho, pero solo me preocupo por ti.
-No necesito que nadie se preocupe por mí.
Jongin se percata que de nuevo estaba esa pared que los separaba, su personalidad construía una barrera cuando se sentía atacado, o cuando no quería hablar sobre algo. Era totalmente diferente a cuando conversaban y sentía su sarcasmo, escuchaba su risa burlona u observaba sus ojos juguetones, pero ahora, estaba serio.
No era una buena señal, pero quería conocerlo más a fondo.
-Se que no lo necesitas, y muchos menos a mí, porque no pretendo ser alguien que te frene Kyungsoo, solo quiero que me permitas estar a tu lado -confiesa y se sienta a su lado.
-Jongin… puede que tengamos nuestros momentos, pero una vez fuera de esa burbuja, me siento raro, no me gusta mucho la idea de tener a un alpha -lo mira de nuevo a los ojos y siente su pecho doler.
-Solo hay que saber llegar a las personas de la forma correcta en que ven su mundo -le sonríe y acaricia su mejilla lentamente -no importa cuántas veces me rechaces, mientras pueda ver ese sonrojo en tus mejillas, puedo saber que tu corazón no quiere que me aleje.
Jongin lo atrae a su pecho y besa su cabellera, lo abraza y toca suavemente su espalda.
-Sé que soy un desconocido para ti, pero por algo se empieza…
Se acuesta en la cama y sigue consolándolo, escuchar sus quejidos hacían erizar los vellos de su piel, le dolía verlo de esa manera, pero esto era lo único que podía hacer. A veces se cuestionaba de la decisión tan apresurada que hizo al venir a Rusia, la verdad no quería que Kyungsoo sintiera que arruino su vida, porque eso no era lo que deseaba, sin embargo, no había marcha atrás, tenía que protegerlo a toda costa.
El daño estaba hecho y no podía hacer nada para remediar las heridas del omega, solo confiaba en que su corazón fuera capaz de perdonarlo cuando supiera la verdad de todo.
Después de un rato, el omega se tranquiliza y siente su pecho liviano, como si todo el dolor se hubiera desvanecido, y solo existiera paz en su ser.
-¿Cómo te sientes? -pregunta el alpha amable.
-Estoy bien, imbécil.
-Qué bueno, ya volviste a ser tú -se ríe y Kyungsoo le propina un golpe en su brazo.
Estaba avergonzado y tener a Jongin a centímetros de su rostro no era para nada bueno, calidez que emanaba ese hombre lo envolvía dulcemente.
-Golpéame si no quieres que lo siga haciendo… -susurra con una mirada juguetona y se queda embelesado con la belleza del omega.
Kyungsoo no entiende a lo que se refiere, pero cuando siente la suave palma de Jongin acariciando su mejilla, un calor inminente aparece en su parte baja. Sus labios son apresados por los de él, y una sensación abrumadora hace que pierda la noción del tiempo cuando el alpha introduce su lengua, y siente un mar de emociones, sus labios se mueven con pereza, pero no deja de ser ardiente cuando su entrepierna desea más contacto.
-Saca tu lengua -ordena y el omega con timidez lo hace.
Sin dejar de mirarse, toca la punta y hace círculos, Kyungsoo siente que se queda sin respiración al momento en que Jongin se posiciona arriba de él, y lo sofoca por completo con su boca, cierra sus ojos y siente como su mano se cuela dentro de su buzo, toca la suave piel de su abdomen y va subiendo de a poco.
-No lo puedes negar… -susurra el alpha y se acerca a su oreja, muerde su lóbulo y empieza a hacer un camino de besos húmedos por su cuello.
-¿Qué cosa? -pregunta y a los pocos segundos gime cuando siente como toca uno de sus pezones.
-Que no te desagrada mi tacto -los aprieta ligeramente y las ganas de lamerlos y luego morderlos, lo estaba enloqueciendo.
El omega respondía a cualquier mínimo detalle que hiciera, y eso era realmente bueno, pero cada vez deseaba más, se moría por desnudarlo, por explorar cada parte de su cuerpo, porque quería escuchar más de sus gloriosos gemidos que lo ponían más y más duro, sin embargo, no podía ir tan rápido, quería que Kyungsoo lo deseara tanto como él, así que solo por ahora, le daría una pequeña probada de lo que realmente podía hacer, todo lo que él no podía imaginarse, se lo haría sentir a través de sus sentidos.
Humedece una parte de su cuello haciendo pequeños círculos con su lengua, muerde un poco y escucha un jadeo por parte de él, mueve su pierna y siente el duro pene del omega rozar en su muslo, si Kyungsoo estaba así, él se encontraba peor.
Kyungsoo ladea su rostro y le deja más espacio al alpha, realmente le gustaba, no iba a negar los escalofríos que le provocaba cuando succionaba su piel y luego mordía. Estaba excitado y lo peor, es que no quería detenerse, su cuerpo lo estaba anhelando, y su corazón igual.
Jongin podía convertirse en tu pesadilla, esa de la cual nunca podrás sacar de tu cabeza…
Por otro lado, Bom ha tenía a Meokmul en sus brazos, lo besa y lo deja después en el piso, ya estaba lista la cena que había pedido hace una hora, específicamente antes de que su nieto hiciera un desastre en su cocina, pero al menos tenía dinero de sobra para comprar otra de sus vajillas exclusivas.
No era por ser mala persona, pero ellos de seguro no estaban conversando, su sentido de madre le decía lo contrario, y bueno, a ella también le arruinaron muchos momentos de placer ¿por qué no hacerlo con su nieto? Podría considerarse como una compensación por haber roto 6 de sus platos de una vajilla que le costó miles de rublos.
-¡kyungsoo!, ¡Jongin! -dice en voz alta -la comida ya está, ¡bajen! -el gato enseguida salta, y empieza a ronronear en la pierna de la anciana.
En la habitación, el omega al escuchar la voz de su abuela, abre sus ojos y empuja al alpha.
Su burbuja se había explotado.
-Maldición… -susurra y toca su frente frustrado.
-No pasa nada Kyungsoo, podemos continuar en otro momento -murmura y le da un tierno beso en su mejilla.
-Sí, continuaré, pero con otro alpha -dice y Jongin arregla su cabellera lacia.
-Bueno, si no te hace gemir con algunos besos en tu cuello como yo, mejor échalo y llámame a mí -sonríe feliz y se levanta.
-Te ves como un idiota -comenta Kyungsoo avergonzado-. Colócate tu blazer.
Kyungsoo sale de primeras y detrás un Jongin con una sonrisa de oreja a oreja.
-Soy tu idiota -susurra en su oído y el omega golpea su brazo.
-¿Y esa sonrisa de idiota qué? -pregunta, y lo mira mal.
-No puedo creer que puedas cambiar tan repentinamente, hace unos minutos gemías debajo de mí mientras te besaba y luego lamia tu cuello.
Kyungsoo abre su boca indignado, y de nuevo golpea su brazo. Bajan por las escaleras y cruzan por un pasillo hasta llegar a la cocina.
-Que te puedo decir, la racha no te duró mucho.
-Así quiero que abras tu linda boquita, cuando te meta mi gran pene -comenta burlón y las mejillas de Kyungsoo se tornaron inmediatamente rojas.
-Jongin, hijo de pu… -iba a terminar, pero Bom ha aparece.
-¡Que te he dicho Kyungsoo! -exclama.
-Nada de groserías en la casa -menciona apenado.
Jongin trataba de contener la risa, pero nuevamente se ganó una mirada asesina por parte de su omega.
-Me alegro de que lo recuerdes, bueno, vengan a comer.
Todos se sientan y Bom ha sonríe al verlos juntos, empiezan a comer y Kyungsoo se deleita con los platilos.
-Qué bueno que hayas venido -murmura Bom ha con una mirada coqueta y Kyungsoo levanta su vista, alza una de sus cejas y se pregunta porque su tono se vuelve más suave.
-Encantado de venir acá. Solo puedo decir que su nieto es muy tierno -comenta el alpha sincero y al instante siente como el omega lo patea por debajo de la mesa justo en la canilla provocando que se queje en voz alta.
-¿Qué pasó? -pregunta Bom ha preocupada y coloca su mano sobre el brazo de Jongin y sonríe con picardía cuando siente lo grueso que es.
-Na-nada, solo fue un calambre -responde el alpha mientras lloraba internamente.
El omega sigue comiendo como si no hubiera pasado nada, y le responde.
-Si, debe ser ya por la edad que le da eso ¿verdad? -le dice al alpha.
-Si fuera por la edad, no se me pararía -comenta Jongin y se calla cuando recuerda que Bom ha esta presenta, pero ella en vez de enojarse solo se ríe de su comentario cuando Kyungsoo casi le coloca el tenedor en el dorso.
-¡A ti solo se te para con viagra! -murmura Kyungsoo serio y Bom ha se estaba dando un festín de risas.
-Kyungsoo, no seas grosero -dice la omega tapando su boca con una servilleta.
-Ay, pero abuela, es verdad, el pobre ya está pronto para pensionarse -le voltea los ojos en blanco y el alpha solo podía reírse.
-Jongin se ve joven, es justo el colágeno que yo necesitaría -expresa riéndose.
-¿Me lo vas a quitar? -pregunta Kyungsoo boquiabierto.
-¿Ya lo consideras tuyo?
-Sí… digo no, cógetelo si quieres -sigue comiendo y Bom ha niega con la cabeza.
-Aquí mi nieto es un poquito agresivo, pero bueno, yo no recibo devoluciones, así que tú verás -dice y toma un poco de agua.
-¿Poquito? Sufro agresión física por parte de él -dice el alpha haciéndose el sufrido.
-Bueno, no, es agresivo -corrige y Jongin asiente.
-Pues vete preparando para ser mi saco de boxeo -amenaza Kyungsoo y el alpha asiente muy complacido con su petición.
-Con tal de estar a tu lado, cualquier sacrificio lo vale.
Sin embargo, por dentro se echaba la bendición.
La cena pasó muy “tranquila” las risas no faltaron y las patadas de Kyungsoo menos, pero el lado bueno es que se estaba acercando un poco más a él, y eso le alegraba bastante.
Dicen que el amor duele, y sí que duele, y mucho.
Bom ha recoge los platos y los lleva a la cocina, por su parte, Kyungsoo acompaña a Jongin a la salida de su hogar.
-Espero que te sientas mejor -murmura el alpha y el omega suspira.
-Si, gracias por venir -le desvía la mirada algo nervioso y siente su mano acariciando su mejilla.
-Me alegro -le da un beso en su frente y Kyungsoo siente su corazón acelerarse.
Jongin le hacía sentir un sinfín de emociones que jamás había experimentado, sin embargo, aún tenía miedo de admitirlo, pero las mariposas en su estómago se hacían cada vez más evidentes.
-Junmyeon me informó de lo sucedido -susurra en su oído.
-No quiero que haga eso de nuevo -demanda Kyungsoo en un tono despectivo.
-Nadie tiene el derecho de hacerte llorar ¿Entendido? -lo observa y él asiente lentamente-. Quiero conocerte, pero solo si tú me lo permites.
-Está bien…
-Nos vemos en otra ocasión -se despide de un beso en la mejilla y nota su precioso sonrojo.
Kyungsoo se recuesta contra el marco de la puerta y se fija en la atractiva espalda del alpha alejándose, no sabía en qué mierda se había metido, pero muy en el fondo, estaba feliz.
Bom ha se acerca y observa a su nieto con la mirada perdida en él, en un principio pensó que lo iba a rechazar, pero Jongin ha sabido como llegar a su nieto.
-No es un mal alpha -murmura y Kyungsoo la voltea a mirar.
-Abuela, tú que lo sabes todo ¿sabes en donde puedo comprar una nueva dignidad?
-Y eso que ni llevan dos semanas de conocerse -se ríe.
-¡Es que es un maldito! -chilla.
-Si, pero te gusta.
-Buenas noches abuela -responde, y se fue directo a la habitación.
Al llegar, cierra la puerta y escucha el sonido de una llamada entrante. Toma el celular y observa el nombre de Lucas en la pantalla.
-Hola ¿Cómo estás? -se sienta en la cama y cruza una de sus piernas.
-¿Ya no piensas venir a la escuela?
-La cárcel me espera mañana -se ríe y acaricia su cabellera.
-Te tengo noticias nuevas, pero puede que no te gusten…
-¿Se reunirán en la zona roja? -pregunta curioso.
-Si ¿Vas a ir?
-Sí, recógeme en el parque -pide.
-Bien, nos vemos ahí, no tardes -enseguida cuelga y deja su celular a un lado.
Huele su buzo y se percata del olor de Jongin, pero para ser sincero, no iría a ese lugar oliendo a un alpha, así que rápidamente se quita la ropa e ingresa a la ducha.
Después de varios minutos, sale del baño y busca otra sudadera de algodón para ponerse, mayormente utilizaba solo ropa de color negra, y de vez en cuando blanca, gris o azul oscuro.
Toma su skate y guarda el celular en los bolsillos de su pantalón con cremallera. Cruza por el pasillo de al fondo y observa a su abuela viendo sus típicas novelas.
-¿A dónde vas Kyungsoo? -pregunta seria.
-Saldré con los chicos, vuelvo temprano.
-Mucho cuidado, Soo -advierte.
-“Te amo” -expresa con el lenguaje de señas.
-“Te amo mucho”
Kyungsoo baja por las escaleras y se despide también de su gato, al salir cierra la puerta y deja el skate en el suelo, se monta en ella y se impulsa con su pie derecho.
Las calles estaban solitarias, y la poca iluminación lo hacían un lugar peligroso, pero a Kyungsoo no le importaba eso.
Saca su celular y marca el número de Boa, madre de Sehun.
-Hola, Kyungsoo ¿Cómo vas?
-Bien, gracias, te llamaba para saber si Sehun está contigo.
-Sí… bueno, él ha estado un poco mal, pero por el momento está durmiendo.
Cuanto no daría por regresar el tiempo y evitar aquello.
-No te alejes de él, por favor, no quiero que le suceda nada malo.
-No, tranquilo, su padre ha estado aquí, y su hermano ha estado al pendiente por videollamada.
-Bien, eso me tranquiliza.
Se despide, y guarda de nuevo el celular, cruza hacia la derecha y salta hacia la calle, el parque estaba muy cerca, sin embargo, no veía ningún carro aproximándose.
-Este maldito… -susurra y alza su vista al ver la señal de Alto en el semáforo.
Escucha unas voces y enseguida voltea a mirarlos, eran dos hombres corpulentos, que en el momento en que lo divisaron, detuvieron su paso. Las luces se ponen en verde, y Kyungsoo les muestra su navaja como una advertencia.
Un auto se acerca con las luces apagadas y suena el claxón. El omega la guarda de nuevo y observa a Lukyan alzando su brazo.
Sin esperar más, entra y deja el skate a un lado.
-Te estaban siguiendo -comenta Lucas de mal humor.
-¿Cómo lo sabes?
-Los vi rodeando la cuadra, Kyungsoo, siempre te he dicho que tengas cuidado.
-No soy un niño -responde serio.
El plan hasta el momento iba bien.
-Me enteré de que nuevos grupos están entrando al territorio.
-¿Qué quieren?
-No lo sé muy bien, pero quieren liderar el flujo de droga de la zona sur.
-Es imposible, eso siempre les ha pertenecido a ellos.
-Por eso creo que nos toca poner un alto, creen que esta zona está libre.
Muchos pensaban eso, pero Lucas y él siempre han estado al frente de la situación con otras pandillas que han querido ingresar.
-No me gusta hacer presencia en ese lugar, hay muchos ojos que no me gustan -expresa de mal humor.
El beta sonríe y acelera, no quería demorarse, puesto que tenía que ir a otro lugar de suma importancia. Kyungsoo de nuevo saca su celular y revisa si hay algún mensaje de Boa. A veces le preocupaba cuando Sehun se encontraba en ese estado, sin embargo, lo único que lo reconfortaba era que ella estaba al pendiente.
-¿Sehun vendrá?
-No.
Lucas entra al lugar y observa la cantidad de gente que se reunía en la zona roja, algunos iban a consumir, hacer negocios, o a comprar. Era un sitio peligroso donde podían matarte y más nunca saber de ti, así que en su mayoría asistían alphas y betas, pero los omegas no, a menos que fueran pareja de alguien.
Detiene el auto y lo parquea junto con otros, Kyungsoo es el primero que se baja y observa detenidamente el lugar.
-Huele demasiado a marihuana y a otras mierdas -comenta.
-La mercancía llegó hoy -responde el beta.
Ambos caminan y el omega observa a Chen sentado en el capo de una camioneta.
-¿Todos están aquí? -se refiere a la pandilla.
-Si, pero solo vinieron a conocer chicas.
Al llegar, se saludan de puño, sin embargo, con su llegada, pudo sentir muchos ojos encima de él.
-Son ellos -señala al grupo de alphas que estaban en la parte de al fondo.
-¿Por qué quieren liderar el flujo de drogas de la zona sur? No le veo sentido -murmura Kyungsoo y se sienta en el capo de la camioneta junto con el beta.
-Dicen que tienen bastante dinero y alianzas con otros distritos fuera de Moscú -explica Chen.
-¿Y eso a mí que me importa? -responde cortante.
-Bueno, sabes que nuestra función es mantener las cosas en calma sin que la policía sospeche mucho -infiere Lucas serio.
-Mi respuesta en no, no voy a dejar que imbéciles aparecidos quieran llegar aquí y creerse la gran mierda.
-Bueno, también supe otra cosa -habla Chen y saca una cajetilla de cigarros.
-¿Qué?
Sin embargo, al momento de responderle, el omega observa como una chica se acerca junto con un alpha.
-Pensé que no te vería de nuevo -dice la omega, quien era una de las mejores amigas de la novia de Sehun.
-De vez en cuando aparezco.
A veces le caía bien ella y otras no, pero bueno, quien era él para criticar. Le gustaba ver el mundo arder.
-¿Tu novio está aquí? -pregunta el omega y observa que Chen le ofrece un cigarro, enseguida lo toma e inhala la primera calada.
-Si ¿Por qué? -responde molesta.
-Entonces te voy a regalar unas correas para que se las pongas a las amiguitas de tu novio.
Kyungsoo escucha el bullicio y los chiflidos, por su parte Lucas se ríe y observa al hermano de la omega.
-¿Por qué mierda lo dices? -cruza sus brazos y levanta una de sus cejas.
-Porque ve un culo y se emociona -exhala el humo hacia arriba y sonríe.
-¿Y tú como sabes eso? -lo mira con recelo.
-Porque vio el mío y le encanto.
Todos quedaron con la boca abierta y gritando un sinfín de estupideces. Kyungsoo ladea su rostro tiernamente y la despide moviendo su mano.
La omega y su hermano se van del lugar echando chispas, pero bueno, cada quien se busca sus desgracias.
-Y bien ¿Qué me ibas a decir? -le pregunta al beta.
-Están aliados con ellos, y piensan entrar aquí.
-¿Con quién?
-Artur, Paolo y Zarek.
Kyungsoo queda petrificado por varios segundos, su respiración se vuelve pesada y aprieta sus puños.
-¡Esos hijos de puta no van a entrar! -grita furioso y todos en el lugar se quedan mirándolo.
-¿Quién fue el de la puta idea? -pregunta a punto de perder la paciencia.
Escuchar los nombres de esos malnacidos le provocaba vomitar.
A los segundos un alpha de gran contextura se acerca, Kyungsoo nunca lo había visto, así que supone que él es uno de los que quiere liderar la zona sur.
-¿Y este juguetito de quién es? -señala al omega y Lucas se asusta.
Kyungsoo termina de fumar su cigarro y alza su mirada para observarlo, siempre era la misma mierda, lo veían como un objeto sexual de propiedad pública o privada.
-Tú no vas a liderar la zona sur, y no quiero a ninguno de ellos aquí ¿Entendiste imbécil? -demanda Kyungsoo en un tono firme.
-Solo eres un omega, ¿por qué no vas y se la chupas a un alpha?
El ambiente se tensa y Chen se baja del capo. En estas situaciones siempre se mantenía a raya, o podía recibir un puño sin querer queriendo por parte de Kyungsoo.
-¿Acaso quieres hacer la fila de alphas que se mueren porque se las chupe? -se ríe con hipocresía.
-Tienes un lindo rostro, pero te hace falta modales, si quieres te doméstico omega -se relame los labios y da un paso hacia adelante.
-Si no te mide 26 centímetros, mejor lárgate -dice y el alpha bufa.
Las personas en el lugar siguen abucheando y calentando el ambiente más de lo que ya estaba.
-Algún día un alpha te callará la boca -escupe con ira.
-Y ojalá sea con su pene ¿pero sabes algo? Lastimosamente no serás tú -le sonríe arrogante.
-Tú no me vas a prohibir el paso hacia la zona sur.
-No vas a pasar por encima de mi ley. Como líder de la pandilla central, controlo los doce Okrugs ¿Acaso eres sordo hijo de puta? Es mi maldito territorio, y si digo que no, obedece y lárgate ahora -exclama agitado. Su paciencia se estaba desbordando.
-Tú no eres nadie, solo un simple omega.
Kyungsoo lo observa y lo llama con su dedo índice, el alpha se acerca y pensando que le iba a decir algo, recibió un puño en su mejilla que lo mando directo al suelo.
-¡No te lo estoy pidiendo como un maldito favor, es una orden! Lo acatas o te mueres -le grita al alpha quien estaba aún en el piso procesando lo que había pasado.
¿Cómo un omega podía derribarlo?
Kyungsoo tenía su respiración pesada, al bajarse del capo, camina hacia el alpha con sus ojos inyectados de ira, y lo observa. Todos en el lugar quedaron en silencio, ni siquiera la música sonaba, porque ver a Kyungsoo peleando era asombroso.
-¿Crees que soy un omega simple?
El alpha iba a tratar de levantarse, pero siente un mareo al hacerlo.
-Espero que le digas mi mensaje a ellos, de lo contrario, date por muerto -alza su mentón y le manda una patada certera al alpha que lo dejó inconsciente.
El omega observa las gotas de sangre en el suelo y mira sus zapatillas de 10 mil dólares, se habían manchado.
-Creo que ya no las puedo vender -susurra para sí mismo y termina riéndose como un desquiciado.
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Omega pandillero [ADAPTACIÓN] KAISOO
FanficMafia Rusa. Kyungsoo prefiere alejarse de los alphas, pero cuando se trata de una pelea, no le tiembla la mano a la hora de atacar. Siendo el líder de una pandilla quien controla el distrito, ha tenido serios problemas, sin embargo, nunca ha perdido...