Capitulo 35. Intercambio de beneficios

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La sangre de Jongin  enerva cuando escucha las palabras de Kyungsoo , la rabia exhala por cada poro de su piel, su respiración pareciera no apaciguarse ante su exigencia. Ahora se estaba conteniendo, porque de no ser su omega, lo hubiera matado, no obstante, viéndose en esta situación, no le queda más que bajar la cabeza ante su futuro Vorya.



—Déjenme a solas con Kyungsoo  —corta la videollamada y con sumo enojo cierra la laptop con tanta fuerza que provoca un respingo en el omega quien pasa saliva al instante en que se levanta de su silla con un pésimo humor.



La sala termina convirtiéndose en un lugar sucumbido ante el silencio cuando el alpha solo se queda observando al omega desde la parte del fondo, sus ojos negros demostraban una profunda hostilidad jamás vista; Kyungsoo  había tocado la fibra más sensible, y era ir en contra de las decisiones que ya tenían su última palabra como jefe de la mafia.



Kyungsoo  no estaba en frente de Jongin , estaba mirando al mismísimo Smert sin que lo supiera.



—Tú no debes interferir en asuntos tan delicados como estos —murmura el alpha en un tono déspota que hace que el omega endurezca sus facciones al escuchar cómo le estaba hablando.



—Entonces. Dígame que no a la cara, Señor Lebedev.



El omega camina de manera sensual hacia el alpha y se sienta sobre la mesa, coloca las palmas de su mano en el frío mármol y cruza sus piernas mientras esboza media sonrisa en el instante en que Jongin  se coloca de frente y lentamente desliza sus grandes manos encima de las suyas y escucha cómo su respiración se vuelve pesada cuando sus labios quedaron a milímetros de su boca.



—Justo ahora estoy que le rompo el cuello a Junmyeon  ¿Acaso deseas ser su reemplazo?



—La idea de que me quiebren el cuello no me disgusta, pero si te podría dar algo a cambio de ello… algo que te encantaría y no tendrías que recurrir a masturbarte en el baño —saca su lengua de forma traviesa y delinea el labio inferior del alpha mientras que su mano toca el pronunciado bulto de su pantalón. Estaba tan jodidamente duro que hizo que su culo empezara a humedecerse.



—No pensé que serías un acosador —acaricia el mentón del omega y sus ojos quedan embobados cuando introduce su dedo pulgar y Kyungsoo  lo recibe con su lengua, deja el rastro de su saliva y comienza a chuparlo como si se imaginara que era su pene.



—Ni yo… pero si me gustaría verte masturbándote. Me excitaría escuchar tus gemidos y sentir tus deseos a través de tu mirada mientras tratas de llegar al orgasmo; simplemente deseo ser el omega quien posee toda tu atención mientras se derrame tu semen por toda tu mano y quieras continuar, pero con tu pene adentro de mí.



A Jongin  se le empezaba a quebrar la cordura con esas confesiones tan provocativas.



—¿Crees que soy así de fácil? —agarra la cabellera del omega con rudeza y le sonríe dejando mostrar su lado más enfermo— Tus palabras quedan en el aire si no lo demuestras, sin embargo, no pienso desistir a mi decisión ¿Qué harás entonces?



Kyungsoo  siente como la lengua del alpha empieza a subir por todo su cuello, el escalofrío provoca que su piel se erice cuando siente que el ambiente había cambiado. Como todos sus sentidos se enfocan hacia él cuando en el instante Jongin  empieza a liberar sus feromonas tóxicas.





—¡No! —se lo dice de frente a Kyungsoo —. No vas a interferir en mis decisiones y haciendo lo que se te plazca solo por ser mi omega.



Sus ojos violeta empiezan a oscurecerse cuando siente una presión en su pecho, estaba impedido en respirar las feromonas del alpha porque siempre terminaba de rodillas ante él de una manera tan dócil donde sus instintos y su orgullo deparaban a merced de ese hombre, pero esta vez, se sentía diferente, algo había cambiado cuando toda la habitación estaba sumergida por sus feromonas.



—¡Eres un maldito hijo de puta! —expresa con bronca Kyungsoo  al obligarse a respirar—. Tener que rebajarte a utilizar tus feromonas solo porque no tienes un total control de la situación, te deja en una muy mala posición —se suelta de su agarre y termina apretando la garganta de Jongin  con extremo enojo.



El alpha a pesar de que le costaba respirar, sonríe al ver la mirada enfurecida del omega. Amaba verlo en su forma más dominante, demandando poder con cada una de sus palabras y acciones que solo quería ver más y más, hasta que el fuego lo consumiera todo.



Jongin  estaba cantando victoria debido a que con sus feromonas tóxicas podía hacer que el omega entrara en un estado de inconsciencia y olvidara todo a su alrededor, porque para ser sincero, no iba a dejar que Junmyeon  se salvara, no obstante, en esta ocasión se había equivocado cuando observa los ojos del omega que aún permanecían violeta, pero con la única diferencia que brillaban con gran fuerza.



—¡Nunca me vas a manipular con tus feromonas! —le grita exasperado al alpha quien lo observa con asombro al sentir como sus propias feromonas se enfrentan a las de Jongin .



El alpha estaba aterrado, era la primera vez que sentía las feromonas del omega a tal magnitud que podían contrarrestar a las suyas de manera tan efectiva, pero si creía que se iba a doblegar ante tal belleza dominante, la respuesta era no, y a consecuencia libera por completo sus feromonas a tal dimensión que las alarmas en la casa empiezan a sonar como una medida de seguridad para las demás personas.



—¡Llevo con orgullo mi casta! —la presión en su cuerpo aumenta, pero sus feromonas seguían tratando mantenerlo a salvo, en esencia, se convirtieron como en un escudo—. Por más que te proclames como mi alpha ¡Nunca tendrás el control absoluto de mí!



La quijada a Jongin  le tiembla del enfado y en su última instancia, agarra la muñeca del omega con que le apretaba el cuello y la desprende de su piel. Sus ojos demostraban la ira que emanaba en cada célula de su ser, pero dichas advertencias no fueron suficientes para el omega que en el instante lo somete sobre la mesa con sus manos arriba de la cabeza.



—Fui criado de una manera tan cruel —confiesa ante aquella mirada salvaje, sus gemas violetas estaban a punto de enloquecer al verse sometido—. Omega que no obedecía, lo mataba —susurra en el oído de su mariposa, provocando que se le corte el aire.



—A mí no compares con esos omegas, yo no tengo competencia —dice en un tono de superioridad y eso al alpha, lo enciende—. Mi orgullo está en un nivel donde tú ni siquiera lo alcanzas. Te lo dije anteriormente, tú no eres una necesidad, eres un gusto, y cuando se quiera, se mata, Jongin , se corta de raíz, así que no esperes que esté en la palma de tu mano, porque antes de que eso suceda, tú estarás en la mía.



Kyungsoo  sonríe cuando ve en su mirada la respuesta que quería, había acertado por completo, pero si pensaba que las cosas seguirían como ahora, estaba en lo incorrecto, si le quería pertenecer a Jongin  era por elección propia, no porque él lo dijera.



Las feromonas llegan a un punto extremo y Kyungsoo  estaba pendiendo de un hilo, aún trataba de luchar y en su última instancia, si iba a perder, que fuera con la frente en alto y no debajo de él, así que toma una bocanada de aire y le propina una fuerte patada que lo estampa contra la pared.



El omega se sienta con la respiración acelerada y observa como Jongin  lleva una mano a su estómago, imaginó que luego le gritaría, que se acercaría y volvería a someterlo, pero es como si se tratara de controlar. El alpha ni siquiera alza su vista, su mirada se concentra en el suelo y no emite ni un solo sonido…



—¿Por qué quieres salvar a Junmyeon ?



—Nadie puede ver el futuro y pienso que tu decisión es injusta… —al omega se le empezaba a nublar la vista, pero estaba dando su pelea para mantenerse cuerdo ante esas feromonas que ansiaban manipularlo.



—Estoy tan molesto contigo, Kyungsoo  —manifiesta con la voz temblando de la rabia— pero más conmigo mismo por permitirme que puedas influenciarme a tales extremos donde es la primera vez que siento que no puedo tener autoridad en mi palabra —levanta su mirada y observa esos ojos violeta expresando asombro. El omega no tenía ni la remota idea del poder que disponía con tan solo abrir esa pequeña dulce boca que quería callar.



—No es que no tengas autoridad, es que tú ya caíste ante mí y lo que yo ordene, al final lo terminarás acatando.



—Si —afirma Jongin  en un susurro y se va acercando de nuevo al omega—. Es justo como dices y para tu mala suerte, atrapaste a un alpha que por más que nade a contracorriente, terminará llegando por ti —acaricia su mejilla con dulzura y empieza a bajar la potencia de sus feromonas, pero sin que estas desaparezcan.



—Tus ojos no mienten… —baja su vista hacia la boca del alpha y se relame sus labios cuando conecta su mirada con la de él. Su corazón empieza a latir con fuerza y siente un bombeo martillando en su cabeza en el momento en que Jongin  le otorga una invitación que contenía sabores amargos, pero con un toque de dulzura capaz de doblegarlo.



—Este corazón… —toma con delicadeza la mano del omega y la lleva hasta su pecho, la coloca sobre su corazón y termina regalándole un corto beso sobre su frente—. Jamás será capaz de traicionarte.



Era increíble cómo podía sentir los acelerados latidos del corazón de Jongin , como su lazo empezaba a ser algo fuera de lo natural, un misterio del destino, pero ¿Serían verídicas sus palabras o una simple mentira que abarcaba algo más profundo?



—Sin embargo, este enojo no sé irá con unas simples palabras —murmura de forma grave cerca de su oído y va deslizando su lengua por todo el lóbulo de su oreja—. Junmyeon  se mantendrá en su puesto y no habrá un juicio por órdenes tuyas, pero eso no implica que no reciba algún castigo.



Kyungsoo  sabía a la perfección a lo que se refería, no era tan ingenuo como para preguntar, así que lo piensa por un instante y observa como el alpha se aleja repentinamente y camina hacia un amplio sillón, se sienta y abre una botella de vodka que luego sirve en un vaso de cristal.



—Haz lo que quieras con Junmyeon , pero solo te daré veinte segundos, si te pasas de ese tiempo, no querrás saber de mí.



Jongin  sonríe tras tomar la bebida y sentir lo caliente del líquido a través de su garganta, pero lo que le había dicho no era mentira ni ninguna clase de juego, se iba a follar a Kyungsoo  con toda la maldita rabia que cargaba, porque, aunque el hijo de puta de Junmyeon  se lo mereciera, el omega lo controlaba con solo abrir su boca.



Esos segundos los iba a aprovechar tan bien, que Junmyeon  quedaría en cama.



El alpha detalla como el omega se baja de la mesa y se queda a una distancia prudente de donde estaba, sus ojos viajan a su abdomen y se alegra de que la medicina natural de Valentín sirviera, porque su herida había cerrado de manera rápida gracias al componente de su saliva que en conjunto con su genética ayudaban a un proceso de cicatrización avanzada.



No había problema si lo rompía.



—Si yo doy algo a cambio, espero que la otra parte me dé una recompensa —mira fijamente al omega y observa como pone mala cara—. Tú lo sabes perfectamente, afuera puedes hacer todo lo que quieras, pero aquí, tu deber es obedecerme y punto.



Kyungsoo  pasa saliva y siente como su agujero se contrae.



—Desnúdate y no quiero que hables a menos que te lo ordene.



El omega baja la cabeza con nerviosismo y al observar el piso, le tiemblan las piernas, el tono de su voz no titubea, sin embargo, ese orgullo parecía no retroceder, su naturaleza estaba luchando, pero su alma se encontraba dispuesta a entregarle todo lo que tenía a ese hombre.



—Kyungsoo , no tengo paciencia para esperarte y si no quieres que le rompa el cuello a tu amiguito, ve desapareciendo esa ropa que estorba mi vista.



¿Amiguito? Amiguito el diablo que se metió en su cabeza e hizo que hiciera esta mierda sin sentido.



Jongin  sirve otra copa y mientras va bebiendo, se fija en las manos del omega sujetando una punta de su camisa y se la va quitando en cuestión de segundos, después tira la prenda en la mesa, y algo en su mirada empieza a dudar cuando se va quitando las sandalias seguido de su pantalón hasta que queda en solo bóxer ¿Cómo podía ser tan malditamente hermoso? Cada parte de su cuerpo era una obra de arte que merecía ser plasmada en un cuadro…



Sus ojos recorren sus clavículas y se va deslizando hasta su pecho, sus erectos pezones rosados le provocaban unas terribles ganas por morderlos hasta el punto de hacerlos sangrar.



Kyungsoo  se va quitando el bóxer mientras no deja de hacer una mueca de disgusto y terminó lanzándole la prenda al alpha en toda su cara, sin embargo, eso para Jongin  fue tomado de buena manera cuando agarra su bóxer y siente algo húmedo, de inmediato lo lleva a su boca, y lame el rastro de lubricante sin quitarle la mirada al rostro sonrojado del omega.



El alpha le hace una señal con su índice para que se acercara y Kyungsoo  camina a paso lento hasta que su cuerpo desnudo queda de frente y su vergüenza no se hace esperar al tratar de ocultar su erección, pero lastimosamente, la punta de su miembro estaba llena de preseminal.



—Lleva dos dedos hasta tu culo y déjame probar más de tu lubricante.



El omega estaba muerto de la vergüenza, pero no rechista ante su orden, hace lo pedido a pesar de que su mirada quería huir y lleva lentamente su mano hacia atrás, demora unos pocos segundos y cuando lo coloca delante, el alpha sujeta su muñeca y observa los hilos de lubricante, la transparencia lo enamora y no demora en introducir en su boca sus dedos por completo y termina chupandolos como si de una paleta se tratara.



Cuando los saca, de nuevo su mirada se fija en el pene del omega y aprieta la punta con sus dedos hasta que sus fluidos salen de ese pequeño orificio y lo va esparciendo por toda la extensión de su miembro hasta que llega a su abdomen y va ascendiendo por su caliente piel hasta que empieza a jugar con uno de sus pezones.



—Que obediente estás, me sorprendes —halaga y sonríe de forma burlona cuando Kyungsoo  evita su mirada con la cara completamente roja—. Desapunta mi camisa y baja hasta tu premio, chúpalo y haz que me venga con tu lengua.



Las manos a Kyungsoo  por alguna razón que no quería conocer, le tiemblan, y más cuando se va acercando al alpha y toca el primer botón, estaba seguro de que esos ojos no se despegaban de los suyos, pero no lo quería mirar, estaba realmente aturdido, con miedo, con los nervios a flor de piel, pero también excitado, porque le gustaba el poder, la influencia que transitaba por su cuerpo y eso era tan malditamente tentador.



El omega va desapuntando botón por botón, y sus ojos se iluminan cuando ve los pezones del alpha también erectos, su lengua le picaba por volver a chuparlos, y en ese instante, es como si su mirada le pidiera permiso a Jongin  y este le confiera su aprobación.



El alpha sujeta la quijada del omega para que abriera la boca y hace que beba todo el contenido del vodka, Kyungsoo  tose y riega una parte del líquido sobre el pecho de Jongin  y en sus abdominales, pero aquello, no se iba a desperdiciar. El omega saca su lengua y deja un camino lleno de saliva desde sus clavículas hasta que llega a uno de sus pezones, lo detalla por un instante y cierra sus ojos cuando lo succiona y lo chupa hasta que lo muerde con gran fuerza y le saca un gemido a Jongin .



—Hazlo más duro —que duela.



El sabor del vodka era exquisito, y para más comodidad, se sienta por varios minutos en el regazo del alpha y chupa su otro pezón. Su infame deseo pasó el límite y prácticamente dejó en rojo vivo su piel, la marca de sus dientes adornan sus pezones y se dio cuenta de que amaba verlos así.



Kyungsoo  se dispone a dejar su pecho y observa algunos de sus tatuajes mientras su lengua desciende por esas esbeltas montañas tonificadas que le hacían hormiguear su vientre bajo, porque justo ahora, estaba llegando a su premio… a su salado y duro premio.



El omega se las arregla para desabotonar su pantalón, y cuando lo hace, traga saliva cuando ve el semejante bulto de su pene a punto de romper la tela y minutos más tarde, su culo.



Las manchas de preseminal se asoman a la vista y el corazón le empieza a latir a mil por hora cuando va bajando el bóxer y su pene golpea contra su mejilla, las venas en esa delgada piel brotan con fuerza y con algo de timidez observa directamente a los ojos de Jongin  al tanto que sujetaba su miembro con las dos manos, porque con una no era suficiente.



Su lengua siente el sabor salado y lentamente inicia con cortas lamidas sobre el glande hasta que toma más confianza y empieza a chuparlo. Su boca pide más y no espera para ahogarse con la mitad de su miembro que atraviesa su garganta y le hace ver destellos cuando el alpha sujeta su cabeza y hace más presión.



El omega al buscar más oxígeno, lo saca por un momento y detalla el hilo de saliva que conectaba con su miembro, su pecho se agita y de nuevo termina devorando ese pedazo de carne que palpitaba con cada penetrada a su boca y causaba que el lubricante escurriera por sus muslos hasta gotear en el suelo.



Jongin  al escuchar las arcadas del omega, termina sujetando sus rizos con más fuerza y hace que vaya más al fondo hasta que siente como sus uñas se entierran en su pierna y muerde su labio cuando ve las lágrimas de su pequeña mariposa en el momento en que separa su delicada boquita hinchada y lo observa con sus mejillas encendidas.



Su mente solo pensaba en cómo destrozarlo, quería verlo llorar, deseaba escuchar su profundo llanto de placer mientras convertía su pene en el verdugo de sus pesadillas. Era una sensación fuera de lo real, un sentimiento efímero que se mezclaba con sus profanos pensamientos que consumían a un alma por la lujuria.



El omega no alcanza a meterse su miembro, cuando el alpha se levanta y termina quitándose el pantalón para después arrinconarlo contra la pared, sus ojos negros se deleitan al ver al omega arrodillado ante su pene y lentamente lleva su mano hasta su mejilla y empieza a restregar el preseminal por todo su rostro.



Kyungsoo  cierra sus ojos y deja que su fuerte olor lo invada, sin embargo, su boca sentía el vacío de su grosor y termina reemplazándolo cuando su lengua atrapa uno de sus testículos y suelta un jadeo cuando se mete uno a la boca y siente la rigidez en respuesta de que estaba próximamente a eyacular y eso, hace que su culo empiece a dilatarse con el simple pensamiento de tragarse su semen.



Jongin  pasa su glande cerca a uno de sus ojos y sigue bajando por toda su nariz hasta que roza sus labios y él abre su boca como una caliente invitación, segundos después sujeta su cabellera y lo introduce sin compasión, sus caderas se mueven por sí solas y Kyungsoo  debe de sostenerse de sus piernas con gran firmeza para no ser derribado por las brutales embestidas.



El omega siente un dolor en su garganta cuando él empuja hasta el fondo, pero por nada del mundo quería que se detuviera, le encantaba que siguiera mancillando cada parte de su ser, quería ser llenado de todas las maneras posibles hasta que no pudiera más, hasta que la última gota de semen fuera sacada y cuando escucha el gemido del alpha, cierra sus ojos y aguanta la respiración cuando aquel líquido blanquecino se derrama en su interior.



Jongin  coloca una mano en la pared y respira con irregularidad en el momento en que saca su miembro y observa como el omega se desploma ante sus pies y empieza a toser, pero él, no deja que ni una pizca de semen se desperdicie.



El alpha alza al omega en sus brazos y por varios segundos admira las lágrimas que aún se desprendían de esos bellos ojitos que pedían más placer y malditamente se lo daría, lo haría enloquecer hasta que gritara su nombre mientras su culo no dejara de apretarlo.



—Bésame —esa orden camuflaba una súplica por sentir esos labios hinchados, por querer de nuevo su calidez, y cuando lo consigue, es como si el mismísimo infierno le diera la bienvenida con las llamas alzándose a lo más alto en el instante en que la palma de su mano se desliza por su delgada espalda y al llegar a uno de sus glúteos, los golpea y sigue descendiendo hasta que se da cuenta de que ni siquiera su dedo entraba por completo en ese apretado ano.



—Te va a doler tanto que lo voy a disfrutar como no tienes idea —susurra Jongin  con las feromonas excitándolo aún más mientras salía de la oficina.



La tenue luz del pasillo los acompaña hasta que el alpha opta por ingresar a la primera habitación, al observar la cama, sonríe fascinado cuando tira al omega y lo coloca boca abajo, luego aprisiona sus muñecas y mira con detenimiento el tatuaje de mariposa, alinea su pene en su entrada y sin aviso se entierra de una sola estocada, hasta escucha el grito moribundo de su omega cuando lo penetra por completo.



A Kyungsoo  se le corta el aire, su mente deja de funcionar cuando siente la intromisión de su miembro al punto de desgarrarlo, y termina por correrse sobre las sabanas al sentir que el dolor en su abdomen bajo lo sacude y si suponía que el alpha iba a esperar unos segundos para que se acostumbrara a su tamaño, estaba equivocado, Jongin  al momento de penetrarlo, lo saca y vuelve a empujar en su interior con tanta fuerza, que puede percibir su enojo a través de cada embestida.



El alpha estaba descargando toda su ira por culpa de Junmyeon .



Jongin  se inclina sobre el cuerpo del omega y agarra con fuerza su nuca, sus rizos empiezan a pegarse en la frente por el sudor y no detiene sus brutales penetradas hasta que escucha como Kyungsoo  llora, como sus lágrimas en conjunto con sus bellos gemidos lo inundan de una lujuria indescriptible.



—Tus ojos me enamoran tanto… —susurra el alpha cerca de su oído —, pero tus lágrimas me embriagan de placer.



Kyungsoo  suelta un gemido cuando la lengua de él provoca un hormigueo que se canaliza en cada punto sensible de su cuerpo y siente como su velocidad disminuye mientras va besando su espalda con dulzura, sin embargo, nota como al final, golpea en sus entrañas con tanto vigor que ya sus extremidades empezaron a temblar, como una y otra vez suscita a otro orgasmo.



—¿No te harás el fuerte ahora? —justo ahora tenía el ego tan elevado al saber que él es, y será el único alpha en sentirse en la cima del poder tras domar esa bestia— ¡Habla!



—So-solo… —tartamudea con el corazón agitado y muerde su labio cuando Jongin  lo deja adentro por varios segundos—. Solo eres un hijo de… —no puede terminar la frase al sentir que el alpha empuja en su interior y da la sensación de que en cualquier momento lo iba a perforar.



—¡Pero bien que te gusta que te trate mal! Te encanta llorar por mi pene, Kyungsoo , y no lo puedes negar —esboza media sonrisa cuando aquellos ojos violeta lo observan con indignación.



El omega entreabre su boca en busca de oxígeno y Jongin  suelta su nuca, lo voltea con una sola mano y siente un miedo espeluznante. Ahora tenía ese rostro lleno de orgullo a centímetros del suyo, pero aquel descanso, solo terminó en una ilusión, cuando el alpha abre por completo sus piernas y agarra sus tobillos para después enterrarla hasta el punto en que termina suplicándole.



—¡Dame un maldito descanso! ¡Animal!



—No entiendo lo que quieres decir, yo te di algo a cambio, ahora me lo estoy cobrando con tu culo.



—¿Y no se puede a cuotas?



—A una sola.




























2:00 Am.







Los brazos a Kyungsoo  le tiemblan, sus piernas ya no las sentía, a duras penas podía abrir los ojos mientras percibía que su cuerpo viajaba y regresaba con cada embestida. El sudor de su piel y el calor que emanaba lo ahogan mientras trataba con todas sus fuerzas de mantener el ritmo del alpha, pero no pudo, ahora mismo… solo estaba sobreviviendo.



Sus gemidos hacían eco en la habitación del baño, sus rodillas dolían como el infierno al estar en cuatro dentro del exuberante jacuzzi, al tanto que, su culo recibía con emoción ese potente miembro que aún se mantenía erecto y listo para eyacular en su interior, mientras que él, se había quedado seco, no había ni una gota de semen.



—Estás en la flor de la juventud, deberías tener más fuerzas ¿Qué pasó? —se burla del omega al ver que sus brazos empiezan a debilitarse—. Recuerdo que antes te burlabas de mí porqué sabes que soy bastante mayor que tú, pero mírate ahora, pareciera que estás a punto de desmayarte y eso que ni te he anudado.



Y ojalá que no, si lo anudaba, se daba por muerto esta misma noche.



—¡Tú eres un maldito viejo que absorbe mi pobre juventud! ¿Qué esperas? —chilla adolorido cuando Jongin  saca su miembro y siente un vacío muy, pero muy grande.



El alpha se arrodilla ante el culo del omega y coloca ambas palmas de su mano sobre cada uno de sus glúteos y los masajea lentamente mientras observa cómo algunos fluidos mezclados con su semen empiezan a salir, su orificio estaba totalmente abierto, dilatado y se contrae con cada una de sus caricias.



—Ven… móntame —se recuesta con los brazos abiertos en el asiento y observa como su mariposa tiene que agarrarse con fuerza para no caerse, sin embargo, no lo ayuda, deja que él solito se voltee, aunque pierde en su primer intento cuando sus piernas no le responden, no obstante, eso no lo detiene, sus órdenes se cumplen a cabalidad y sonríe complacido cuando el omega empieza a gatear hasta su regazo con la mirada baja.



—Jongin … —se queja en voz baja—. No puedo más… —sus ojos se humedecen y el alpha sujeta su mentón y empieza a repartir varios besos sobre su rostro.



Su dulce tacto termina condenándolo cuando inconscientemente se coloca sobre el pene del alpha y con deseo inicia un doloroso descenso al mismo tiempo que su abdomen se hincha al tener todo su pene adentro palpitando con el calor que se aglomeraba.



—Ahora mueve esas piernas, es hora de trabajar.



¿Más? Kyungsoo  ya estaba a punto de llamar a su abuela para que lo rescatara, es que Jongin  era un ciego ¿No veía la monstruosidad que se cargaba ahí? Tener adentro ese gran pene era un trabajo duro, durísimo de llevar.



—Te juro que mis piernas no dan más —expresa con todo el cansancio del mundo, ya ni sabía qué hora era, si era de día o de noche, si había pasado una semana o un mes, pero simplemente con él a su alrededor metiendo y sacándolo, se ha convertido en un cautiverio, pero en uno demasiado rico.



El alpha rodea la cintura del omega con sus brazos y hace más presión en su interior, el agua salpica a su alrededor y no pierde tiempo cuando su boca busca sus pezones, así como él tuvo su diversión, ya era hora de probar uno de sus postres favoritos.



Su lengua toca la punta y empieza a chuparlo con devoción, aunque no tenía sabor, era tan delicioso, y más cuando lo muerde y siente cómo su pene es apresado y tiene que tragarse su propio gemido cuando Kyungsoo  lo toma desprevenido y le roba un beso, su lengua busca la suya con fervor y él empieza a mover su culo de arriba hacia abajo.



—Buen chico… tan obediente —susurra triunfante mientras envuelve el pene de su omega con la mano y escucha como empieza a jadear sobre su boca cuando toca la punta de su glande. Estaba tan sensible que, con solo el roce, hace que las paredes de su culo hagan presión en su miembro.



—Todo lo que me haces aquí, lo pagarás afuera —murmura resentido con sus ojos llenos de lágrimas, al sentir como su orgasmo estaba a pocos minutos de liberarse.



—Más de una quisiera estar aquí, en mi regazo, y con mi semen adentro ¿De qué te quejas? Estás en tu lugar preferido, en tu paraíso que es solo tuyo.



Kyungsoo  recuesta su cabeza en el hombro del alpha y continua autopenetrandose con delirio, su boca castigaba lo que su cuerpo gritaba, y si, no le daría ese puesto a nadie, era suyo, malditamente de su propiedad, y aunque le cayera mal a veces, nadie tenía más derecho que él.












5:00 Am.







Kyungsoo  se encontraba de frente contra el gran ventanal, sus manos se resbalan por el sudor mientras era cargado por el alpha, su miembro se entierra una vez más y ahora ya en absoluto sentía su culo, estaba entumecido. Su mente y su vista terminan nublándose cuando se da cuenta de que estaba a punto de amanecer y se encontraba más que destruido.



—Ya estás cerca de pagarme —susurra cerca de su oído y escucha como el omega no puede aguantar sus quejidos y suelta un grito desgarrador cuando su miembro empieza a crecer lentamente en su interior.



—N-no más, Jongin , por favor, ya no puedo… —llora con el pensamiento de querer su nudo y poco a poco, empieza a perder el conocimiento por cortos segundos.



—Que bien se siente que me ruegues —detiene su movimiento de cadera y de repente se lo mete con fuerza, una y otra vez, hasta que sus gemidos van a la par con sus embestidas que se vuelven despiadadas, tanto así que el omega pega su frente contra el ventanal y empieza a temblar.



Kyungsoo  muerde su labio con fuerza hasta que siente el sabor metálico al notar como un hormigueo extraño se asienta en su abdomen bajo y pide con desespero que retire su miembro, pero no fue escuchado por el alpha y con la vergüenza de querer decirle al alpha que estaba a punto de orinarse, prefirió aguantar.



—Conmigo no juegues, porque aquí, te cobro hasta la última gota y el precio lo conoces muy bien —aprieta con fuerza sus piernas y se entierra hasta en lo profundo de sus entrañas y Kyungsoo  termina sacudiéndose con fuerza cuando siente como su nudo se abre paso desgarrando su interior y provoca que eyacule contra el ventanal un líquido bastante parecido al agua.



Había tenido su primer squirt.













Sehun observa el mar a través de la ventana del jet, y las palabras de Taeyang vienen a la cabeza “Juicio” no sabía que tan malo era aquello, pero en la mirada de Junmyeon , algo le decía que estaba en serios aprietos con Jongin , sin embargo, se sentía algo culpable, porque en ese preciso momento en que las alarmas sonaron en la fiesta, el alpha se encontraba a su lado y si, tenía que admitirlo, pero si no fuera por él, hubiera hecho algo mucho peor que solo tomar pastillas para matarse.



De pronto hablaría con Kyungsoo , para mirar si podía hacer algo por Junmyeon , al menos para que no fuera a juicio.



—El señor Volkov pregunta si va a tomar alguna bebida —comenta la azafata con una sonrisa de oreja a oreja que cuando vio a Junmyeon  llegar a la pista privada, no pudo camuflar su entusiasmo y para su mala suerte, se enteró de que ella había follado hace meses con Junmyeon  y por eso esta vez esperaba hacer lo mismo.



Sehun se dio cuenta de que él era un mujeriego de mierda de aquí a Plutón.



Y lo que más le dio coraje, es sentir enojo, porque no debería, no tenía que sentir nada con respecto a la vida personal de Junmyeon , pero cada vez que veía a la azafata al lado del alpha coqueteándole, prefería irse de allí.



Tal vez debería callarse, no decirle nada a Kyungsoo  y que Junmyeon  vaya a juicio y que por fin lo dejara respirar.



—No, gracias —se recuesta en el sillón y cierra la ventana con rabia.



El beta vuelve a mirar hacia atrás y observa como la omega ingresa sin tocar a la habitación y Junmyeon  la recibe con una sonrisa. En ese instante, tiene que apretar los labios del coraje al ver esa mirada juguetona y cuando cae en cuenta, estaba de pie y con dirección a la habitación para sacarla de ahí.



Al pararse de frente a la puerta que estaba cerrada, escucha la risa de la omega y siente cómo su corazón empieza a latir con fuerza al ser consciente de lo que iba a hacer, pero realmente no supo el motivo que lo impulsó al abrir la puerta donde casualmente se encontraba Junmyeon  solo en unos putos bóxer y a la omega recogiendo con inocencia un pantalón.



—Tu compañera te llama —murmura Sehun con una sonrisa fingida, la omega se sonroja y termina disculpándose por la escena malinterpretada que había visto.



Junmyeon  sabía que era una mentira lo de Sehun y que aquello terminó confirmando sus sospechas y es que el beta estaba sintiendo celos…



—Interrumpir un sexo casual, es un crimen—expresa el alpha con descaro y Sehun se hace el loco buscando alguna prenda en la maleta que estaba sobre la cama hasta que Junmyeon  se coloca de frente, y sus ojos se desviaron directamente hacia el prominente bulto que se cargaba entre sus piernas.



—Deberías ponerte un par de cubos en ese pene.



Junmyeon  por dentro se emociona al darse cuenta de que Sehun se había fijado en su miembro, aunque era mejor si no estuviera con alguna tela cubriéndolo y listo para que Sehun se lo tragara.



—Pues si te colocas los cubos entre tus labios, con gusto dejo que los deslices en mi pene y luego los derritas con tu lengua.



—Dile a la azafata, de seguro ella te lo haría sin protestar.



—¿Celoso?



“Si” fue la primera palabra que se le vino a la cabeza a Sehun, pero por nada del mundo iba a dejar que eso saliera de su boca, porque justo ahora estaba en un limbo, donde no sabía por cuál dirección ir y simplemente estaba esperando una señal, pero ¿Cuál era?



—No confundas las cosas, Junmyeon  —toma una pañoleta y al cerrar la maleta, siente como el alpha lo derriba en la cama y se coloca encima. Sus muñecas quedan apresadas y al tratar de escapar, sus ojos se impresionan cuando aquel bulto había crecido a un tamaño exorbitante en solo cuestión de segundos.



—Que yo recuerde, tú fuiste quien me besó primero en el auto ¿No quieres decirme algo? Porque estoy seguro de que a Sasha le encantaría escuchar tu infidelidad.



—No tiene que reprocharme nada, porque a ella le perdone ya una infidelidad —su confesión hace que Junmyeon  se acerque peligrosamente a su rostro y se quede hipnotizado con su mirada azulada que lo deja sin aliento.



—Entonces que esta sea tu segunda vez —susurra contra sus labios y se abre paso en el interior de su boca mientras escucha como empieza jadear a medida en que se restriega contra el miembro del beta que, por sorpresa, se encontraba duro al igual que el suyo.



Sehun siente un calor aglomerarse en su parte baja, la respuesta ante sus estímulos no podía ser callada con sus palabras… le gustaba.



—Sehun… —la manera en que pronuncia su nombre a milímetros de su oído, hace que se le erice la piel—. Algo que no me he podido quitar de la cabeza, es verte debajo de mí… esa sensación de someterte se ha impregnado como un fuerte recuerdo que quiero vivir de nuevo.



Sehun reprime un jadeo cuando la lengua del alpha baja por todo su cuello dejando un rastro excesivo de saliva, sus labios se deleitan con su piel y siente cómo sus dientes tienden a morderlo, pero sin hacer presión. El sonido de su respiración lo deja fuera de sus sentidos hasta que percibe como su boca empieza a chuparlo.



El alpha había dejado un chupetón bastante visible en su cuello y lo primero que se le viene a la mente, fue Kyungsoo .



Junmyeon  queda de frente a su rostro y baja su mirada hasta sus labios, delinea el contorno de su boca con su dedo índice, y vuelve a presionar su miembro contra el de él y se excita aún más con sus expresiones.



En esta situación, tenía una ventaja bastante grande con Sehun y solo por esta vez deseaba aprovecharse de eso, porque antes de ir a un juicio, al menos quería que su último recuerdo fuera su pene entrando en esa boca que lo desobedecía.



—¿Podrías llamar a la azafata? —pide con descaro el alpha—. Necesito que me la chupe un rato para quitarme este estrés.



Sehun queda en frio al escuchar sus palabras, en su sentido más cuerdo, se levantaría de ahí y llamaría a la omega, esperaría en el sillón tomando una bebida mientras escuchaba música a todo volumen, pero justo ahora, se estaba debatiendo ¿Qué mierdas estaba pensando en quedarse ahí? Debía levantarse para no tener ese amargo sentimiento.



—¿Quieres ver cómo me la chupa o qué? Vete —Junmyeon  se levanta y sonríe para sus adentros cuando aquella expresión se refleja en el rostro del beta, era justo lo que sus ojos anhelaban.



Sehun no quería que ella estuviera aquí.



—Aunque no me quejaría si eres tú quien lo hace…



Las piernas no le responden, su mente decía “Huye” pero algo en su corazón no se lo permite y cuando se sienta, observa como Junmyeon  se acerca y sujeta su mentón, hace que lo mire a los ojos y detalla la sonrisa de ese demonio manipulador.



—No quieres ¿Verdad? No deseas que ella esté aquí, sin embargo, tampoco escucho que quieras hacerlo por ella, Sehun.



—N-no… es solo que… no tengo experiencia en eso —se muerde su mejilla interior al decir tremendas palabras vergonzosas y menos en frente de él, pero estaba siendo sincero, jamás había chupado un pene y sabía de antemano que paciencia no tenía el alpha.


Sehun por un momento reacciona, y se da cuenta de la estupidez que había dicho, así que con la poca dignidad que le quedaba, se levanta y antes de abrir la puerta, Junmyeon  lo jala del brazo y termina arrodillado delante del alpha que se sentaba como un rey en su trono.



—Solo utiliza tu lengua —abre sus piernas y al instante sujeta la cabellera de Sehun y hace que su rostro se pegue a la tela del bóxer. Sus ojos azules estaban maravillados con la vista de tener esa boca rozando su miembro que estaba a punto de explotar.



Sehun estaba completamente nervioso ¿Ahora que debería hacer? Es que ni siquiera con Sasha tenía mucha experiencia que digamos. La omega no frecuentaba chupársela, sin embargo, con los pocos recuerdos que tenía, se hacía una idea de cómo empezar.



—¿Qué tanto piensas? —Sehun levanta su mirada y Junmyeon  tiene que tragar duro para no querer follárselo. Sus manos llegan al resorte del bóxer y se detiene por un momento cuando escucha la voz de la azafata.



Sehun admira el gran bulto y se saborea los labios inconscientemente al saber que lo iba a hacer en serio, iba a profanar su boca con el pene de aquel hombre que odiaba, sin embargo, al hacer tal locura, se detiene cuando la omega hace presencia tocando la puerta.



—¿Puedo entrar? —pregunta la omega y Sehun siente un miedo recorrerle cuando Junmyeon  baja la prenda y queda con la boca paralizada cuando observa el miembro del alpha deslumbrando a centímetros de su rostro, no era tanto el largo, era el grosor que lo espanto y con mayor razó entendía el motivo del porque le había dolido tanto.



—Si cruzas esa puerta, acabaré con tu vida, ¡Largo! —expresa con enfado, aprieta sus labios y se queda atónito cuando siente la lengua de Sehun por toda la extensión de su miembro, la saliva se va escurriendo hasta que llega a la punta y le sonríe al beta quien tenía una mirada nerviosa.



Sehun se siente raro al degustar el sabor salado de su preseminal, sin embargo, a pesar de que en su mente estaba iniciando un incendio, cierra sus ojos y mete hasta casi la mitad del miembro en su boca y se siente completamente ahogado cuando el glande atraviesa su garganta.



El alpha recuesta su cabeza y sonríe al tanto que colocaba su mano sobre la cabeza del beta y empieza a guiarlo lentamente, su lengua parecía una experta y eso lo enciende aún más cuando empieza a subir y a bajar con algo de desespero. Sus arcadas parecen una bendición del cielo y cuando de nuevo vuelve su vista hacia Sehun, tiene que apretar su mano al ver sus ojos llorosos y sus labios de un tono rojizo.



Sehun se encontraba en una nube bastante alta, su quijada empieza a doler, pero ese deseo no le impedía detenerse, al contrario, le excitaba aún más, porque siendo sincero, estaba perdiendo la cordura cuando conecta su mirada con la de él y se mete su miembro sin cortar con aquellos ojos azules que lo observaban como un depredador.



Empieza a chuparlo a un ritmo más acelerado y tiene que sostenerse de los muslos del alpha cuando la mano en su cabeza hace más presión, siente que el glande le va a desgarrar su garganta con tanta fuerza que no pudo controlar sus lágrimas que se mezclaron con sus suaves quejidos que pedían a ruego que eyaculara en su interior.



Junmyeon  respira con irregularidad, la calidez de su boca más la sensibilidad de su pene al no haber tenido acción en más de una semana, le estaban pasando factura, pero era inevitable cuando los labios del beta desaparecen una parte de su miembro y luego volvían hasta la punta, para después sacar su lengua y hacer círculos que lo llevaron a un éxtasis.



—Sehun… —dice Junmyeon  mordiendo su labio inferior—. Tengo tantas ganas de follarte.



La calentura del momento estaba llegando a la cúspide y Junmyeon  sujeta su propio pene y empieza a masturbarse con gran rapidez hasta que siente un hormigueo en todo su cuerpo y termina corriéndose sobre el rostro del beta, su semen queda esparcido por varias zonas, desde su frente hasta sus párpados y se va escurriendo hasta su boca, la lengua del beta fue la que se llevó el premio mayor al ver que el líquido blanquecino fue tragado por esos labios hinchados.








Isla Blenk







—Marcov está en Rusia —fueron las duras palabras de Dominika quien se encontraba en una videollamada con su hijo Jongin . El equipo de Pogrom ha dado información relevante que ha dejado de mal humor al alpha.



—Él quiere a mi omega y eso es algo malditamente imposible —observa a su madre angustiada y acerca su dedo a la pantalla como si tratara de consolarla. La omega sacrificó mucho para mantenerlo cuerdo, dio su vida a cambio de que una parte de su humanidad se mantuviera aferrada a pesar de todo lo que le hizo Marcov cuando era más joven.



—Tenemos que mantener a Irisa de nuestro lado, sin ella como jefe de la tercera familia, no podemos seguir avanzando para que ocupes la posición más alta del triángulo negro —la tristeza en su mirada le dolía al alpha, aunque no era quien le dio la vida, lo crio como su propio hijo y se quedó a su lado hasta al final ¿Cómo no amarla? Ella es y será su luz.



—Los altos consejeros del triángulo han dejado ver a mi omega como una amenaza, como si fuera una abominación de la naturaleza por ser quienes portan las feromonas, pero gracias a ellos es que tenemos poder, lo mínimo que un alpha de la casa Lebedev debe hacer, es protegerlos, y Kyungsoo  es el único omega de ojos violeta registrado en el libro imperial.



Entre sus páginas, se encontraba información secreta, nombres, lugares y posesiones importantes en el mundo, y en la última hoja, se encontraba el nombre de Kyungsoo . Las feromonas son parte crucial de la sociedad, son la esencia, el rasgo más singular y encontrar que alguien produzca feromonas con el poder de matar, ha levantado el interés de científicos y médicos y eso para Jongin  había sido tomado como una amenaza.



—Hay un maldito investigador, y si ese hijo de puta está aliado con Marcov ¡Estoy jodido, en la mierda! Yo sé por dónde va esta historia, y no habrá nada llamado “Felicidad” —se levanta con la cabeza llena de pensamientos que le hacen temblar el alma.



—Si Sonhee confió en ti —dice la omega mencionando a la madre de Kyungsoo —. Fue por algo, ella te encargó a su mayor tesoro, te lo entregó en tus manos, Jongin ; así que levanta esa cabeza, hijo, la guerra no se pierde hasta que uno muera.



El alpha observa un mensaje de Aurel e informa que Junmyeon  había llegado junto con Sehun, enseguida se despide de su madre y va rumbo al primer piso, los guardaespaldas lo saludan y entre ellos, Insung.



—Señor, el viaje estuvo bien, solo se reportó un poco de turbulencia —murmura Insung en un tono serio y el motivo de que su día se haya arruinado era al enterarse de que Jongin  había tenido una noche apasionada con Kyungsoo  y no era él dueño de esos gemidos.



Pero, lo haría, vería a Kyungsoo  arrodillado suplicándole con sus ojos a punto de apagarse.



Era una promesa de alma.



Al caminar hacia la pista, observa a Sehun con una maleta bajando las escaleras. Al recordar las palabras de Junmyeon , el enojo vuelve, porque ahora tenía conocimiento de que el beta había descubierto que era Smert y eso conllevaba a un peligro mayor, debido a que no sabía si confiarle su secreto a Sehun o en el mejor de los casos desaparecerlo del mapa.



Junmyeon  al tocar el suelo de la isla, le tiembla el alma cuando observa a Jongin  esperándolo, lo que le deparaba no era nada bueno, y su mente aún no estaba preparada, sin embargo, aún tenía la esperanza de que el veredicto final del alpha sea diferente.



—Sehun —dice Jongin  cuando lo tiene de frente—. Luego tendremos una charla tú y yo.



El beta queda pálido.



Junmyeon  mira de reojo al beta y sigue a Jongin  a la tercera residencia mientras que lo último que observa es a Insung acercándose a Sehun y le empieza a conversar de forma amigable.



—¿Cómo están tus madres? —pregunta muy cordial y eso le da mala espina a Junmyeon  —. Sabina te quiere matar, que irónico.



Al alpha le empieza a sudar las manos cuando Jongin  le abre la puerta y camina hacia la sala, luego suben por unas escaleras y cuando llega a la oficina principal, traga saliva cuando detalla esa maldita sonrisa enferma.



—Para personas tan mierdas como tú, siempre habrá alguien mucho peor —suelta Jongin  con una sonrisa y Junmyeon  permanece serio cuando el alpha le brinda una copa de vodka.



—Sobre lo de Jósef…



—¿Qué excusa me dirás? —expresa Jongin  acercándose a su rostro peligrosamente y siente el pánico sucumbir su miserable existencia cuando da un paso hacia atrás hasta que queda arrinconado contra la pared.



—Las excusas son para los niños —responde en un tono cortante y el alpha le da una suave palmada en su mejilla.



—¿¡Sabes lo que significa que Jósef esté al lado de Marcov!? —le grita exasperado y sujeta con rabia la quijada de Junmyeon  y termina golpeando su cabeza contra la pared—. Quién sabe cuanta información le habrá dado a ese malnacido y yo confiándote una tarea tan fácil y veo que lo único que te sirve es tu maldito pene.



El golpe fue tan fuerte que la cabeza a Junmyeon  le empieza a palpitar del dolor.



—Lo arreglaré —murmura con la sangre hirviéndole, si había alguien que le podía bajar su orgullo, era Jongin .



—¿Qué vas a arreglar, imbécil? Dime, un maldito alpha que ni supo cómo proteger la vida de su omega, no tiene derecho ahora mismo de decir algo tan absurdo.



—¡No metas a Bela en esto!



—¡Me importa una mierda ahora mismo! —se aleja del alpha y rodea la mesa hasta llegar al armario—. Te di una oportunidad, tuve piedad por ti ¿¡Y así es como me pagas!? ¡Si por mí fuera, te hubiera matado en el juicio! Porque estorbos yo no necesito en la mafia.



Junmyeon  empieza a respirar entrecortado, el nudo en su garganta se vuelve difícil de controlar, no obstante, se mantiene callado, si algo conocía de Jongin , era su enojo cuando alguien le respondía.



—¡Mi lealtad siempre ha estado contigo, Jongin ! De verdad no tengo ninguna intención de traicionarte, y sobre lo de Jósef no sé qué sucedió ¡Yo lo vi muerto ante mis ojos!



—Yo no te creo —murmura sutilmente mientras saca un arma y la carga delante de los ojos atemorizados de Junmyeon —. Pero mi omega que a pesar de que no sabía mucho, te salvó de ir a juicio, y así como mi Vorya cumple con su palabra, yo también.



Junmyeon  se sorprende ¿Kyungsoo ? ¿Ese mismo omega que lo amenazaba de muerte? En sus más locos pensamientos esquizofrénicos llegó a pensar que el omega podría hacer algo tan descarriado.



—Sin embargo, me otorgó veinte segundos para hacer lo que quisiera sin llegar al extremo de matarte a cambio de no llevarte a un juicio.



¿Qué mierdas le iba hacer Jongin ? Y lo peor, como putas Kyungsoo  le dio tantos segundos, cuando sabía de antemano que una pelea con Smert estaba más que perdida. Jamás le ha podido ganar en un duelo y aunque se defienda, su vida estaba pendiendo de un hilo.



—Saca tu celular —le ordena a Junmyeon —. Coloca un temporizador a veinte segundos —toma su último sorbo de vodka y se encamina de nuevo a su dirección.



El alpha se queda procesando hasta que con miedo saca su celular y le muestra a Jongin  el tiempo estipulado, solo esperaba que tuvieran una “conversación sana”



—Solo te daré una probada —susurra el alpha a centímetros del oído de Junmyeon —, pero me hubiera encantado cortarte la piel lentamente mientras escucho tus desgarradores gritos… que pena, porque si hubieras sido un bello cuadro de mariposa que de seguro le regalaría a mi omega.




Junmyeon  no previó su siguiente movimiento y dio inicio al temporizador cuando siente un puño del alpha en su estómago que lo bota al piso y lo deja sin respiración, de inmediato sus ojos buscan algo con que refugiarse, no obstante, de nuevo siente cómo su mundo se sacude cuando Jongin  le rompe su tabique y la sangre empieza a desbordarse con fuerza en el piso.



El alpha parecía un animal encarnizado con su víctima y antes de que Junmyeon  pueda levantarse, patea su espalda y al sujetar su brazo, se lo disloca en un solo movimiento que hace que Junmyeon  grite del dolor y más cuando le fractura no un solo dedo, si no dos.



Junmyeon  sabía que se tenía que levantar y tratar de que los segundos estuvieran a su favor, y cuando lo logra, vuelve a caer en el instante en que Jongin  le manda un puño directo a su mejilla y siente que un diente se le afloja y la sangre lo empieza a ahogar, pero por si no fuera poco, al estar de nuevo en el piso, tiene que morderse su propio brazo cuando Jongin  toma su pie y le disloca el tobillo con una fuerza espantosa.



—¡Después le agradeces a tu Vorya de que haya tenido una pizca de compasión por ti!



El alpha sabía que sus segundos se estaban agotando y termina propinándole varias patadas a Junmyeon  hasta que observa el celular tirado y antes de que los veinte segundos se cumplieran, toma el arma de la mesa y le dispara en el abdomen a Junmyeon , justo en el lugar donde habían herido a su omega.



Junmyeon  estaba temblando en el piso, la sangre lo rodeaba mientras Jongin  lo observaba como un miserable perro.



Al salir de la oficina, varios hombres estaban a la espera de sus órdenes.



—Si la niñita no se levanta en treinta segundos, dispárenle para que se despierte.


Omega pandillero [ADAPTACIÓN] KAISOO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora