Amor no correspondido, ¿Quién dijo que no dolía?
Ari ya no sabe que más hacer para detener lo que siente por el mejor amigo de su hermano, Nishimura Riki.
━━ Completa.
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Debía admitirlo, me gustó encontrar a Sunghoon en mi habitación; sin embargo, no era bueno. No estaba permitido y alguien podría estar despierto o pudo haberlo visto entrar.
—¿Sunghoon?
—Ari —mencionó en voz baja, desde la cama. Cerré la puerta de inmediato.
—¿Qué haces aquí? —interrogué impresionada.
—Yo... —se levantó de la cama y se acercó a mí—. Yo vine porque te extrañaba.
—¿A qué viene eso?
Se encogió de hombros, —Te lo dije, es una tortura no estar a tu lado. Quería verte.
Sus palabras me hacian querer sonreir, pero, debía controlarme. No era bueno que estuviera ahí, tan solo debía pedía que se vaya.
—¿Entiendes que no deberías estar aquí? —cuestioné, aproximandome a la cama. Él asintió—. Entonces ve a tu habitación.
—No quiero. Sunoo me agrada, pero, prefiero estar contigo. Quiero estar a tu lado.
—Sunghoon, recuerda que tenemos un trato y ahora mismo lo estás rompiendo.
—Ya sé, sé que tenemos un trato y que no lo estoy cumpliendo, pero, no puedes pedirme que me vaya cuando estabas con él.
—Así que, ¿nos viste? —me senté a en la cama y Sunghoon se sentó en el pequeño sillón cerca a la ventana.
—Sí. Y no estoy molesto, solo un poco celoso. ¿Puedo saber sobre qué hablaban?
Negué con la cabeza y sonreí, —Buen intento, chico listo, pero, no te diré. Es algo entre él y yo.
Sunghoon bajó la cabeza y asintió lentamente con ella. Los observé unos segundos, y al ver que no decía nada, decidí levantarme de la cama para incitarlo a irse. Sujeté su mano derecha con ligereza e intenté levantarlo del sillón, pero no lo conseguí.
—Sunghoon, tienes que irte —mencioné riendo.
—¿Puedo dormir contigo? —preguntó sin previo aviso, sorprendiendome más que antes—. No haremos nada, solo dormir. ¿Puedo?
Me quedé sin palabras. No podía creer lo que escuché. ¿Sunghoon quería dormir conmigo? En la misma habitación, en la misma cama, sabiendo todo lo que sucedía entre nosotros cuando estabamos solos. No supe que responder.
—No te quedes callada, necesito una respuesta. ¿Puedo dormir contigo?
La segunda vez sonó aún mas tentadora que la primera vez. ¿Cómo podría negarme? Sunghoon alzó la cabeza y fijó la mirada en mí. Sus ojos me miraban con intensidad, haciendo imposible el poder pensar en una respuesta. De pronto, Sunghoon entrlazó nuestras manos y se levantó del sofá.
