| ᴠ ᴇ ɪ ɴ ᴛ ɪ ᴛ ʀ ᴇ́ ꜱ |

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Minho rio sonoramente, volviendo a golpear a Jisung en el pecho con sus puños sin fuerza, y sintiendo al peludo Bbama subiéndose al sillón, para luego acomodarse entre las piernas de Minho, entremedio de los dos y alejándolos lo suficiente como para que sus pechos ya no se tocasen y pudiesen ver por completo los rostros contrarios.

El rostro de Jisung, en ese mismo momento era algo que a Minho le maravillaba. La forma en que esos rulos caían por su frente, casi llegando a la altura de sus ojos, tan risueños y entrecerrados, brillantes, mirándolos con algo que Minho no supo nombrar, pero que lo calentó el estómago de manera inexplicable y le puso sumamente nervioso encima de las piernas de Jisung. Se encogió en su lugar, ocultándose un poco entre sus hombros antes de sonreír con timidez y dejar que sus manos viajaran hasta llegar a las de Jisung. Pasó las yemas de sus dedos por las palmas contrarias, sintiendo pequeñas durezas -Minho intuyó que eran por la motocicleta y el hecho de que Jisung no utilizaba guantes-.

Bajando la mirada, presionó sus pulgares en aquellas zonas, masajeando las manos del menor hasta terminar entrelazándolas suavemente, sintiendo pequeñas caricias de los dedos de Jisung en el dorso de sus pequeñas manos.

Sintió a Bbama removerse cuando se inclinó lo suficiente como para que Jisung y él rozaran narices. Minho aspiró el pesado aire de Jisung, tan varonil, su aliento a menta chocando en su rostro agradablemente.

Se estaba derritiendo nuevamente contra él.

— Honnie —susurró el menor, intentando no romper la pequeña atmosfera amorosa que habían creado con tan solo unos roces—, te quiero.

Minho se descompuso, no era la primera vez que Jisung le decía que le quería, pero seguía teniendo el mismo efecto de la primera vez. Su sistema y raciocinio dejaba de funcionar, y quería tanto apegarse al chico, quería tanto sostener aquel rostro entre sus manos y besarle hasta cansarle.

Jisung era definitivamente el punto débil, el talón de Aquiles, la fibra sensible de Minho, y eso de alguna forma le encantaba tanto que quería permanecer de esa forma cuanto pudiera.

Minho volvió a sonreír quedamente— Yo también, Jisung-ah.

Días después, Minho se encontraba bromeando con Jisung sobre la barra de la cafetería, con solo una pareja dentro de esta misma que conversaba animadamente cerca de la puerta de entrada, ellos dos se encontraban en su propia burbuja cariñosa. Los dos llenos de pequeñas risillas, inclinados sobre la barra para estar uno más cerca del otro, con ambos pares de ojos admirándose con una ternura casi inquebrantable, y sus dedos jugueteando entre ellos, acariciándose, entrelazándose, dándose pequeños apretones cariñosos.

Minho tenía muchas cosas que decir al sentir la cercanía de Jisung hacia su cuerpo, pero a la vez lo sentía tan innecesario, ya que con sus pequeños roces, gimoteos y sonrisas parecía entender a la perfección lo que le intentaba transmitir el castaño, y esperaba que sucediera lo mismo de su parte.

Su estómago se encontraba tan cálido, una sensación tan agradable, tal como tomar un chocolate caliente cuando tienes frío en invierno, o arrimarse cerca de una chimenea cuando nevaba afuera.

Jisung le hacía experimentar tantas cosas banales con su presencia, que cada día estaba más impresionado y curioso sobre lo nuevo que iba a sentir.

— ¿M-Minho? —escuchó, y se despegó de su pequeña aura romántica junto a Jisung, algo desconcertado, para girar su cabeza a la derecha y observar como Yujin tenía la mirada fija en ellos, con ojos abiertos, escaneándoles fijamente.

Minho enseguida quitó sus dedos sobre los de Jisung, lo más sutilmente posible, y se enderezó apretando sus labios entre sí de la barra, mirando de reojo como Jisung hacía lo mismo mientras miraba un punto muerto en el suelo.

Pero Minho notó como Yujin había puesto sus ojos en sus manos tomadas segundos antes de separarlas, y como sus ojos viajaron de él hacia Jisung al enderezarse y separarse como si sus manos quemaran.

Minho tragó saliva, sintiéndose algo temeroso al ver como la pelinegra no le quitaba los ojos de encima, tan oscuros que no sabía qué pensaba ella ahora mismo— Hmnh... Hola Yujin, no sabía que habías llegado ya.

Yujin nuevamente viró sus ojos hacia Jisung, quien no miraba hacia el frente, sino que vagaba en Instagram ociosamente viendo videos de comida vegetariana.

— Sí... acaba de empezar mi turno —habló, sin despegarse del castaño.

Minho se rascó la nuca— Y... ¿Qué sucede?

— Nada.

Luego de aquello, y dándole una última mirada fugaz, Yujin se dio la media vuelta y se marchó hacia la cocina a paso veloz, dejándoles solos -metafóricamente- de nuevo, y con una sensación amarga en la garganta.

Ambos chicos se miraron al perder a Yujin de vista, Minho con las cejas algo fruncidas, sin entender mucho lo que había pasado y con un mal presentimiento, y Jisung con una mueca de molestia y extrañeza que borró al sentir nuevamente la mano pequeña de Minho por sobre la suya.

Dios, ambos estaban algo jodidos.

Después de muchos días volví a actualizar, dentro de poco volveré a actualizar los fanfic que no actualizo hace mucho 

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Después de muchos días volví a actualizar, dentro de poco volveré a actualizar los fanfic que no actualizo hace mucho 

For Me?《 Hanknow 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora