| ᴅ ɪ ᴇ ᴄ ɪ ꜱ ɪ ᴇ ᴛ ᴇ |

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Cuando Minho intentó bajarse de la motocicleta de Jisung, luego de quitarse el casco, Jisung no se lo permitió al tomar su mano y envolverla con la suya mientras se daba vuelta.

— ¿Qué pasa, Jisung-ah? —preguntó Minho, mientras se bajaba con algo de dificultad para no soltar la mano de Jisung y viéndole subir la visera del casco.

Jisung le quedó observando por un par de segundos, inspeccionó su rostro de arriba a abajo, antes de soltar una pequeña risita y darle un apretón a su mano, dejando finalmente a Minho bajarse.

— Perdóname —susurró, y Minho enarcó una ceja ante aquello.

— ¿Por qué debería perdonarte? No has hecho nada —Minho negó, acercándose un pasito más a Jisung en la acera.

— Exactamente, por eso —Jisung volvió a reír ante la mueca de confusión del pelinegro, y con su pulgar acarició el dorso de la mano que envolvía la suya—, no he hecho nada, ya no puedo estar contigo todo el tiempo que estaba antes, no puedo pedirte formalmente que seas mi novio, porque no puedo tratarte como uno —Minho quedó más confundido que antes, y Jisung lo notó, por lo que apretó los labios—, tengo... miedo.

— ¿Miedo a qué? —Minho comenzó a sentir un poco de miedo nuevamente, por lo que preguntó temerosamente.

— Tengo miedo de que Yujin pueda hacerte algo, o decirte algo.

Minho arrugó la nariz y arqueó una ceja, soltando una pequeña risita.

— Soy lo suficientemente capaz de defenderme si me hace algo.

Jisung negó con la cabeza, suspirando y cerrando los ojos.

— Lo sé... solo que, cuando le dije que no había funcionado lo de los 30 días, ella enseguida se dio cuenta de que fue por alguien más, me rogó que le contara quién, jurándome que iba a ser mejor que quien me gustaba, que lo iba a superar, todas esas cosas —Jisung se encogió de hombros, amagando el levantarse de la motocicleta y pasar una pierna por encima, para quedar apoyado en el asiento y en frente de Minho—. Tengo miedo de que ella pueda hacerte algo, que si se entera de nosotros, intente hacerte daño o... no sé, no sé qué estoy diciendo —Jisung rio, sintiéndose algo inútil y bajando la cabeza hasta mirar el suelo.

— Hey, Jisung —Minho soltó su mano de la de Jisung y le quitó el casco con algo de dificultad, para poder mirarle mejor y buscar su rostro caído—. Está bien, no estás diciendo nada tonto —le aseguró, llevando sus manos a los hombros contrarios y masajeando aquel lugar por sobre la ropa—, cuando me dijiste que te gustaba, yo pensé que esto iba a pasar, que no podríamos ser una pareja enseguida por Yujin. Y está bien, no estoy enojado, tampoco te echo la culpa de que ya no puedas ir a la cafetería sin levantar sospechas. Porque cuando te confesé mis sentimientos, yo sabía que tendríamos que pasar por esto, y no me importa si tú estás a mi lado.

Jisung alzó la cabeza cuando terminó de hablar, nuevamente mirándole por un par de segundos, con los rizos de su cabello tapando sus cejas.

Minho soltó un chillido al sentir el fuerte y repentino abrazo que el menor le dio, envolviéndolo entre sus brazos y hundiendo su rostro en el cabello pelinegro de Minho y apretándole con un cariño tan ardiente, que Minho no pudo evitar sonreír y acurrucarse en Jisung como un pequeño gatito.

— De verdad, eres la cosita más linda de este mundo —escuchó a Jisung, antes de comenzar a sentir pequeños cosquilleos en su cabello cuando Jisung comenzó a repartir besos allí.

— Eso no es cierto —soltó una risita, y ante eso, Jisung se detuvo y le separó del abrazo. Su rostro se iluminó al ver al castaño con una suave sonrisa tranquila, y aún más, cuando de la nada, Jisung dejó un pequeño beso en la comisura de sus labios.

— Claro que si, cosita —Minho rio ante el apodo, antes de sujetar la correa de su bolso y ver como Jisung volvía a colocarse el casco y subirse a la motocicleta—. Buenas noches, Honnie, ojalá pueda pasar por ti mañana —y extendiendo su brazo, acunó la suave mejilla de Minho antes de encender la motocicleta.

— Buenas noches, Jisung —murmuró quedito el pelinegro, antes de ver como Jisung se acomodaba y partía de su complejo de departamentos por la calle oscura hasta desaparecer al doblar en la siguiente.

Minho suspiró, sintiendo cosquillas en donde Jisung le había besado y tocado, y en ese momento se dio cuenta de que se le había olvidado pasarle el casco a Jisung.

Negó con la cabeza y partió hacia su departamento. Entrando al hall y pasando del guardia, saludándole con un asentimiento hacia el ascensor, que para su suerte estaba en el primer piso y tuvo que esperar nada para abordarlo. Cuando las puertas se cerraron y ya había presionado el botón 5 de su piso, ahogó un grito al darse cuenta de que Hyunjin lo debería estar esperando, y él no llevaba nada más que su bolso, y un casco de motocicleta, y para nada el jueguito de princesas Disney y algo comestible.

Se quiso golpear la cabeza contra el ascensor, pero no iba a dar semejante show para que el guardia después dijera que estaba loco al ver la cámara. Por lo que esperó a llegar a su piso -deseando que el ascensor tuviese una falla y le dejase encerrado- cosa que no pasó. Y tragó saliva al ver el pasillo de su piso, y dos puertas más allá su departamento.

Gimió frustrado, ¿qué le diría a su mejor amigo ahora?

Hola, sabes que me robaron pero me defendí y obtuve un casco de motocicleta ajaja.

Caminó despacio, sacando las llaves de su departamento y lloriqueando suavemente al ya verse frente a la puerta. Insertó la llave con el más cuidado posible, intentando no hacer presente su llegada, pero todo se fue al caño cuando de un fuerte movimiento que le hizo gritar, su puerta ya estaba abierta y Chan y Hyunjin le miraban con una ceja alzado.

— ¡Hola hyung! ¿Dónde estabas? —Hyunjin saludó sarcásticamente, viendo el casco en su mano—. O mejor dicho, ¿con quién estabas, Lee Minho?

Y así, comenzaba el martirio en su propia casa

Y así, comenzaba el martirio en su propia casa

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For Me?《 Hanknow 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora