✧༺ Veinticuatroavo capítulo༻✧

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Jungkook detallaba el rostro pacífico de Taehyung desde que el sol empezó a colarse por la habitación. Pensando que parecía un ángel caído del mismísimo cielo. Se veía tan pacífico que podría comérselo a besos, pero sabía que decidía despertarlo de esa manera, lo más probable es que luego lo tuviera encima suyo con todas las ganas de comérselo a él.

Y si el vampiro era sincero, anteayer tuvieron mucha acción gracias a la sorpresa que su humano preparó para él. Su trasero seguía doliendo, por lo que no se arriesgaría a que lo dejara sin poder caminar una vez más. Al menos no por ahora.

Por esa razón Jeon optó por dejar un besito en su frente e ir con dirección a la cocina para prepararle un delicioso desayuno. Cortó algunas frutas como fresas, moras y cerezas para hacer un delicioso batido, mientras tomaba un tazón en el que vertería el crujiente cereal de hojuelas de maíz favorito de su lindo chico.

Una sonrisa tiró de sus labios rojizos al ver el impresionante resultado que logró conseguir.

No era lo mejor, ni tampoco lo más elaborado, pero sabía que su castaño lo apreciaría por el amor y dedicación puesta en su preparación.

En menos de un segundo, notó como le abrazaban por detrás y castos besos caían justo en la zona de su nuca. Un dulce escalofrío recorrió su cuerpo de pies a cabeza.

—¿Mi lord me está preparando el desayuno? Que lindo.

—No es nada. Quería tenértelo listo en lo que despertabas de ese sueño que parecía tenerte tan tranquilo. ¿Soñaste conmigo?

—Eres un presumido, pero de verdad hubiera querido que fuera un sueño que se tratara de ti, porque no me basta con solo tenerte cuando estoy despierto.

Con cuidado movió su mano hacia el brazo descubierto del azabache para acariciar con sus dedos la bonita pulsera de diamantes y rubíes que destacaba en su muñeca.

El vampiro giró su rostro para hacer contacto visual con su novio, enarcando una ceja con curiosidad.

—Eso es muy dulce, y créeme que, si de verdad pudiera soñar, querría lo mismo que tú, mi querido lirio.

—Lo sé...

—Pero dejando eso de lado, cuéntame un poco de ese sueño. Me dio curiosidad.

—Desde hace unos cuantos años llevo soñando lo mismo, pero no lo entiendo en lo más mínimo—explicó con aire pensativo—. Solo veo a un niño y habla mucho conmigo, pero ni siquiera sé de quien se trata. No le veo la cara.

—No cabe duda de que es un sueño muy extraño.

—Y qué lo digas, no entiendo el motivo. Pero supongo que no es nada de lo que deba preocuparme.

—Pienso igual—el vampiro giró su cuerpo, quedando atrapado contra la isla de la cocina, mientras las manos del mortal se apropiaban de su fina cintura—. No sé mucho acerca de sueños, pero la gran mayoría son producto de una creativa imaginación y tú que eres escritor debe ser tu pan de cada día.

—Un razonamiento muy inteligente de tu parte, Koo.

—Ahora dame un beso de recompensa.

Le dedicó una mirada de cachorrito abandonado a la que nadie sería capaz de resistirse. Besando sus labios con vehemencia hasta robarle un suspiro.

—Te daría mucho más, pero te tendré compasión porque luego te desquitas conmigo.

—Ya me conoces a la perfección, Tae.

—Como a la palma de mi mano—presumió con una sonrisa de lado—. Y no me lo puedes negar.

Ambos rieron con complicidad, separándose para tomar asiento en el comedor, a la par que el vampiro se encantaba con observar a su chico devorando su ligero desayuno.

Bad (Good) Decisions; TKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora