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Después de escuchar lo que Kiyoomi había dicho, Atsumu solo regresó a su apartamento. Si Omi pensaba eso ¿Por qué no simplemente lo rechazó? ¿Por qué siempre aceptaba salir? Cerró la puerta con llave y sus piernas dejaron de funcionar.

Se derrumbó y las lágrimas comenzaron a salir sin contenerse. Quería maldecir a todo el mundo pero su mente y corazón no daba más.

Ahogaba sus sollozos, el hecho de admitir estar llorando le dolía, se sentía insuficiente, indigno.

Se lo merecía, en la escuela media escuchaba a sus compañeros hablar de lo molesto que era, lo irritable y sobre todo dramático. Un estorbo que solo servía para el vóley.

En ese tiempo tenía a su hermano, quien lo cuidaba, le ayudaba y lo escuchaba pero ahora no más.

También lo había señalado ¿Debo confiar menos en él para evitar que se fuera?

Probablemente no, ahora que lo ignoraba y había decidido estar en una escuela diferente se veía más feliz.

Samu lo había dicho, "Solo es un lazo de sangre lo que nos une, no esperes más"

Estaba confirmado, era él quien impedía ser feliz a las personas, las ahogaba, les quitaba todo, los abrumaba y se alejaban de él.

¿Qué había hecho mal?

Era normal que Kiyoomi se sintiera así, él era tan molesto y había muchas personas ahí fuera siendo completamente mejores para omi que él.

Nunca debió ser egoísta y quererlo para él.

Nunca debió desear estar cerca de él.

Nunca debió querer estar a su lado.

Nunca debió de tener una relación con él.

Porque él nunca sería alguien adecuado.

No era tan amable como uno de sus amigos.

No era respetuoso y tenía una boca sucia como se lo habían dicho.

No era una persona atractiva, conocía a personas mejores que él.

Nunca sería aplicado, sacaba buenas notas pero le costaba tanto y las personas simplemente lo hacían sin ningún esfuerzo.

Y al dejar de pensar en ellos, volvía al inicio de todo. Sakusa Kiyoomi, habia dado tanto por el pero ahora como resultaron las cosas era muy tonto.

-¿Prometiste un cielo azul ¿Dónde está? Me habías dicho que me amabas, tomaste mi mano y la acariciaste suavemente ¿Fue solo una broma?-

Quería pensar que solo era un malentendido, pero Kiyoomi pronunció su nombre, en los labios que tanto quería, que tanto amaba y que tanto deseaba.

¿Era mucho desear no escuchar eso?

Podría vivir con Kiyoomi mintiendo, podría hacerlo siempre que él esté ahí.

La noche llegó y el sueño invadió todo su ser.

*


*


*

~

Han pasado varias cosas y escuchar una melodía hizo que saliera esto.

Bueno, pronto viene la perspectiva de Kiyoomi.

Si tienen una sugerencia no duden en darla ^^ 

Mi Delicado Joyel | SakuatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora