Soñé que el sería Rey

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-Días antes de la pelea de Daemon y Aemond-

Jay piensa que esto debe ser una mala pasada, este lugar lo conoce a la perfección, es la catedral donde se caso con la Reina Nalun; ese día fue una exageración total, la decoración, la ropa y la fiesta posterior a la ceremonia.

Pero, esto parecía mucho más modesto y...bonito, había bellas decoraciones elaboradas con sutileza, y no era el quien se estaba casando, estaba entre una considerada multitud de personas observando a la pareja principal; la ropa es preciosa con detalles elaborados, hay presente cuatro encargados de religiones que el ya conoce; Valyria, Amatarys, Rebory y La Fé de los Siete. Entonces una persona que no distingue comienza a proclamar un discurso dirigidos a los invitados.

-Los Dioses nos han reunido aquí para presenciar la unión y la reconciliación de cuatro casas mediante la unión de los herederos de ellas-los mencionados se tomaron la mano brindándose un poco de apoyo-Alerys James Lord Heredero de la casa Fenus Hightower y la Princesa Heredera Naevys Amatarys Targaryen, ambos primeros con el nombre

Jay no puede ocultar su sorpresa al escuchar el nombre de su pequeño bebe ser mencionado; su niño ahora es un hombre joven posiblemente unos veinte años, su cabello es largo y pelirrojo, sus ojos verdes brillan con alegría al sostener la mano de la chica a su lado; ella es hermosa de cabello plateado y ojos naranjas, el Rey Viudo se hace una idea de quien es hija.

-Siguiendo con la tradición de las respectivas religiones que profesan sus antepasados procederemos a la ceremonia

En la religión Valyria intercambian la sangre, la religión Amatarys se regalan joyas, en la Rebory deben beber el poder del otro y por ultimo en la fe los siete se intercambian las capas de cada casa.

La ceremonia es pacifica, tranquila y todo se lleva con el orden adecuado; nadie se opone e incluso escucha halagos para la pareja, personas llegan con unos cojines donde están las coronas; su sorpresa es grande al notar como a su hijo le dan la corona que alguna vez fue del padre de Navir, posiblemente el pierda la suya y en cambio la otra chica le colocan en su cabeza la corona de su antigua esposa...está más que claro que debe pedir un pequeño favor a alguien que no le agrada.

Fin del sueño

El se despierta un poco exaltado, pero se relaja al ver a su bebe en la cuna y Alicent junto a el en la cama; el hombre movió un poco a la mujer a su lado despertándola; Alicent se froto los ojos despertándose.

-¿Ocurre algo Jay?

-Señe que el sería Rey-Alicent lo miro extrañada y desvió sus ojos hacía la cuna del pequeño bebe que dormía plácidamente, su imaginación no iba tanto como para imaginar a su pequeño coronado y gobernando

-Jay...ni siquiera a cumplido un mes, aparte

-El niño corre peligro aquí en Poniente...deberíamos mandarlo lejos, yo mismo lo escoltaré-el hombre ya estaba seguro de lo decía, si había una posibilidad de que Alerys sobreviviera aunque fuera pequeña debía hacer la lucha, porque sabía que la imprudencia de sus hijos y de el acabaría con la dinastía Fenus a menos que su hermana hiciera algo, pero lo dudaba.

-Eso podría ponerte en peligro, solo me quedan Aegon y Aemond no soportaría perderte a ti y Alerys-Alicent se le tomo el rostro de forma amorosa juntando sus frentes

-Si no vuelvo, debes ser fuerte, te juro que antes me muero yo antes de que nuestro bebe le toquen un pelo-Jay la beso sutilmente-Mi hermana nos acompañará y te prometo que el vivirá

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La noticia de la muerte de Aemond fue traída por Arley que tuvo que sostener a la Reina Viuda que lloro amargamente y hasta el día de hoy seguía guardando luto; Jay no quería dejarla en ese estado, pero ella misma le pidió que escoltaran a su pequeño bebe que había cumplido apenas hace un día el mes de nacido al igual que la hija de Rhaenyra.

El sueño que lo cambio todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora