El sueño que lo cambio todo

Larga vida al Rey

En la mañana llega una carta con malas noticias, la Reina Naru Amatarys a muerto mientras dormía; tanto Navir como Jay parecen muy afectados por esto incluso las hijas del Jay lloran la perdida de su madre; con gran pesar los respectivos caballeros se despiden de sus amantes.

En la habitación con Navir y Rhaenyra 

-Tengo que irme, te prometo que volveré, pero ahora...yo debo-la princesa Rhaenyra lo besa con delicadeza brindándole tranquilidad, ella había perdido a su madre y conocía ese sentimiento, Navir ya perdió un padre en el pasado y ahora su madre; tenían que volver lo antes posible para el funeral eran máximo tres días de viaje y si partían ahora tal vez dos; pero que ahora debían irse tenían que hacerlo

-Esperare tu regreso mi amado Rey

-Aun no soy Rey...

-Para mi ya lo eres, te enviaré una carta pronto en cuanto sepa que ya estas en casa sano y salvo-ambos se abrazan sin querer soltarse, se besan una ultima vez antes que Navir tenga que partir para alistar sus maletas; Rhaenyra lo ve partir rogándole a todo Dios que conozca que le permitan traer a Navir de vuelta a ella 

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Habitación de Alicent con Jay

Ambos amantes se besan con pesadez, tienen el anhelo de yacer juntos una ultima vez pero saben que sería un acto imprudente; se separan con los corazones golpeando sus pechos y los ojos picaban por las lagrimas; oficialmente Jay es un Rey Viudo y por nombramiento Navir será coronado como Rey aunque en el fondo Jay sabe que no será de esa manera...

-Se aproxima una guerra

-Como puede decir eso cuando me esta costando tanto dejarte partir-decía Alicent entre pequeños sollozos ante las palabras de su amante

-Mi padre no dejará que Navir sea Rey...quiere la corona en la cabeza de Sahara, pero si digo algo....mis hijas podrían sufrir

-Se que tienes que ir...prométeme que vas a escribir 

-Lo haré Alicent, solo espero que...-los dos se besan apasionadamente y después con pesadez se separan; Jay se retiro de la habitación para empezar a empacar y partir para la nueva guerra que se aproximaría 

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La nave de los Amatarys partió hacía el reino; también los Targaryen se alistan para partir, desean hacerle un funeral a Rhaena al estilo de la casa Targaryen pero en Driftmark; ya los cuervos habían partido hacía allá para darle anuncio a Lord Corlys y la princesa Rhaenys; se debían hacer los preparativos cuanto antes y ahora mismo la princesa heredera estaba teniendo una pequeña discusión con su primogénito...

-¿Cómo que quieres quedarte?-Rhaenyra estaba de pie frente a su hijo Jacaerys, el cual estaba parado mirando fijamente a su madre con los ojos penetrante y decididos; algo de lo que no se había percatado Rhaenyra era del precioso anillo de esmeralda que su hijo mayor llevaba entonces algo en su cabeza hizo click; Aegon (su hermano) llevaba uno igual-Jace no puedes quedarte...este lugar no es seguro con los Hightower aquí

-Quiero quedarme, no podemos dejar que no haya ninguno de nosotros en este lugar, en caso de que algo ocurra ten la certeza de que notificaré...se que aun falta mucho, pero soy tu heredero y debo tomar responsabilidades-la determinación en la voz de su hijo, la hizo acordarse del padre del chico; ese agradable pero triste recuerdo invadió su mente haciéndola sentir tristeza, anhelando los brazos de Navir para darle consuelo; respiro profundamente y miro al chico frente a ella

-Esta bien, pero a la primera señal de que algo esta mal debes irte; no importa si tienes que matar a alguien tu sales de aquí-Rhaenyra rebusco entre sus cosas, y saco una daga que Navir le regalo en uno de los días de su nombre; tenia mucho filo y su querido Rey le dijo que poseía magia de Orienty, se la tendió a su hijo y esta la tomo firmemente