Capítulo 14: Pérdida de memoria.

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Al despertar estaba en el hospital. Me dolía muchísimo la cabeza y estaba algo mareada. A enfermera se acercó a mí y me preguntó como estaba. Dijo que mi marido esta fuera esperando.

-¿Mi marido? –me señaló a Diego por el cristal, pero yo no lo reconocí.

La enfermera llamó rápidamente al doctor y pidieron hacerme una resonancia craneal.

Después de varias pruebas y algunas preguntas, el doctor se acercó para hablar.

-Usted tiene una conmoción cerebral –al ver mi cara de que no entendía qué me estaba diciendo se apresuró a explicarme -Es una lesión cerebral traumática que afecta las funciones del cerebro. Por lo general, los efectos son temporales, pero puede tener dolores de cabeza y problemas de concentración durante unas semanas. También puede afectar a su memoria, por eso no reconoce a su marido...

-¿Qué me pasó? ¿Porqué me di ese golpe y con qué? –pregunté.

-Su marido fue quien la trajo. Estaba desmayada y tenía sangre. Por suerte no era nada grave. También tenía en la cara un golpe, según informó su marido, fue de la misma caída que se golpeó. Aunque sinceramente, parece más que alguien la golpeo.

-¿Me golpearon? ¿Quién?

-No lo sé, esperaba que me lo dijera al despertar para presentar el informe y poder llamar a la policía. Pero al tener una pérdida de memoria temporal no vamos a poder hacer nada. No tenemos pruebas.

-Entiendo... ¿Podría conseguir mi teléfono? Me gustaría llamar a una amiga.

-Claro –le dijo a la enfermera que me lo trajera –Una cosa más, su marido está pidiendo verla. ¿Lo dejo pasar?

-No lo recuerdo. Por más que lo intento no sé quién es, aunque diga que es mi marido. Tampoco sé qué me pasó. ¿Podría no dejarlo entrar? Al menos hasta que hable con mi amiga. Si es mi marido ella lo sabrá.

-Por supuesto, le diré que le estamos haciendo unas pruebas y que necesita descansar.

El doctor salió y la enfermera me trajo mi teléfono.

-¿Laura?

-Dime, cariño. ¿Has hablado ya con Diego?

-Estoy en el hospital. Según dice el médico me he golpeado la cabeza no sé con qué y mi "marido" me ha traído. Pero yo no conozco a ese hombre. Él dice que es mi marido, pero el médico dice que han podido pegarme y por eso me di en la cabeza y me desmayé. Por favor, ayúdame amiga.

Después de decirle en qué hospital estaba llegó enseguida y la enfermera la dejó pasar.

-He visto a Diego fuera. Ha tenido que decir que era tu marido porque no lo dejaban entrar a verte.

-No conozco a ese hombre. No sé quién es.

-¿No te acuerdas de Diego? –negué con la cabeza –Es tu prometido, se supone que vais a casaros...

-El doctor dice que me di un golpe muy fuerte en la cabeza y que tengo una pérdida de memoria temporal. Se supone que iré recordando poco a poco todo. Pero ahora no lo recuerdo y eso me asusta.

-Vaya. ¿De mí si te acuerdas? –se sorprendió.

-Sí, claro que me acuerdo de ti.

-¿Y de Pablo?

-¿Por qué me preguntas por Pablo? Sabes de sobra que no quiero hablar de él. Lo odio... -empecé a llorar al recordar que me acaba de partir el corazón.

-Porque Pablo ahora trabaja contigo en el colegio y al volverlo a ver te diste cuenta que aún lo amas. Estabas a punto de cancelar tu boda con Diego. De hecho, yo estaba esperando tu llamada porque habías quedado para hablar con Diego...

-¿Qué? ¿Pablo trabaja conmigo? ¿En el colegio? –todo me daba vueltas.

De pronto, a mi cabeza le vinieron varias imágenes. Pablo hablando con Marta en el colegio y presentándomelo como "el nuevo". Pablo y yo en una cafetería hablando y yo enseñándole mi anillo. Diciéndole que me voz a casar.

-¿Qué te pasa? Te has puesto pálida.

-Creo que acabo de recordar algo...

-¿Llamo a la enfermera?

-No, estoy bien. Mejor siéntate y cuéntame todo desde el principio, quizás así recuerde algo más.

-Está bien.

Se sentó en una silla a mi lado y empezó a contarme desde que conocí a Diego hasta el día de hoy.

Ningún recuerdo me volvió en ese momento. Pero si lo que decía era cierto. Me había acostado con Pablo estando prometida con Diego. Había quedado con Diego para romper la relación y cancelar la boda. Ya no amaba a Diego, o quizás nunca lo amé, y ahora volvía a amar a Pablo. Todo parecía tan irreal...

¿Le habría dicho que me había acostado con Pablo? ¿Me abría pegado?

-No creo que Diego te levantara la mano, amiga. Él siempre ha sido muy bueno contigo y con todos. No lo veo de esos hombres... Tampoco creo que le dijeras que te acostaste con Pablo. Te conozco. Eso sería querer hacerle daño y tú no eres así. Más bien creo que le dijiste de manera suave que ya no sentías lo mismo por él y que necesitabas tiempo y espacio.

-No lo sé, amiga, no recuerdo nada. Quizás me caí y me di el golpe en la cabeza yo sola y estoy aquí muerta de miedo pensando que me ha podido pegar y sin saber qué ha pasado realmente.

Pablo empezó a llamarme al móvil a Laura lo cojió.

-Pablo, ella ahora no puede hablar.

-¿Pero está bien? –lo escuché por el manos libres del teléfono –No me ha gustado irme así, dejándola en manos de ese tipo. Estaba como loco.

Las dos nos miramos en el mismo momento.

-¿Estabas con ella cuando llegó Diego?

-Sí. Nos pilló besándonos en la puerta.

Las dos abrimos los ojos de par en par. Yo intenté recordar, pero a mi mente no venía nada. Sólo un fuerte dolor de cabeza. Laura vio mi expresión de dolor y quitó el manos libres y comenzó a hacerle mil preguntas.

-No he podido hacer nada para que no venga. Dice que está preocupado y está de camino.

-Diego está fuera...

Si era verdad todo lo que me decían, al verse los dos podrían estallar y formarse una buena. No quería que nadie se peleara por nadie. Insistí en que Laura esperara a Pablo fuera para que no pasara nada.

Mi profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora