-¿Qué ha pasado? –la voz de mi amiga sonaba preocupada al otro lado de la línea -¿Por qué te has ido del instituto sin decirme nada?
-El director lo sabe todo- logré decir con un hilo en la voz.
-¿Cómo? –se sorprendió -¿Sabe lo tuyo con el profesor?
-Sí, eso mismo. Me han expulsado de las clases, sólo puedo presentarme a los últimos exámenes para no perder el año. Pablo ha renunciado a su trabajo. Supuestamente es amigo del director y han hecho un trato o algo así. No le van a decir nada a mis padres, pero no puedo asistir a clases, así que he tenido que inventarme una mentira para explicarle a mis padres porqué estoy en casa y no voy a ir al instituto estos días.
-¿Pablo qué dice?
-No he podido hablar con él. –suspiré –No me coge el teléfono ni me contesta mis mensajes. Ya no sé qué hacer, amiga.
-Ve a su casa –me sugirió.
-No puedo ahora mismo, le dije a mi madre que me dolía la barriga por eso me había venido a casa más temprano.
-Pues ve más tarde, capaz te llama antes y podéis hablar.
-Así lo haré.
-¿Quieres que vaya a tu casa?
-No hace falta –sabía que ella había quedado para dar un paseo con su novio, así que no quería molestarla –Pásatelo bien con tu novio y ya me cuentas.
-Vale, hablamos más tarde.
Por la tarde cogí el autobús y legué a la casa de Pablo. Llamé al timbre, pero nadie me habría. Volví a llamar y entonces la puerta se abrió.
Pablo tenía el pelo mojado y llevaba su albornoz. Seguro lo pillé dándose una ducha.
-¿Por qué no contestas mis llamadas ni mis mensajes? –le pregunté.
-Sara yo... -comenzó a decir.
-¿No me vas a dejar entrar? Alguien puede vernos –dije mirando para todos lados.
-Pasa –dijo abriéndome la puerta.
Al entrar me senté en el sofá y esperé a que se sentara conmigo, pero no lo hizo.
-No has contestado a mi pregunta.
-¿Has hablado con el director?
¿Por qué me preguntaba eso? ¿No había leído mis mensajes?
-Caro que he hablado con él –lo miré fijamente -¿No has leído mis mensajes?
-No he tocado el móvil en todo el día.
-Pues llevo todo el día como loca llamándote y mandándote mensajes –me puse de pie y fui a abrazarlo -¿Qué ha pasado, Pablo? –lo miré a los ojos -¿Por qué el director sabe todo?
-Es culpa mía –dijo.
-¿Por qué? ¿Qué has hecho?
-Mi ex apareció el otro día. Ella quería volver conmigo y yo le dije que ya tenía otra relación, que no me interesaba. Parece que nos espió o no sé cómo se enteró –me miró atormentado –Ella se lo contó todo a Marcos y él me llamó el lunes para hablar. Al decirme que Alicia le había dicho que yo estaba saliendo con una de mis alumnas no pude mentirle. Es mi amigo y le dije la verdad. Entonces comprendí lo que debía hacer. He renunciado...
-Eso lo sé, el director me lo dijo.
-Pero podrás presentarte a tus exámenes –me sonrió tristemente –Al menos para ti no habrán cambios.
-Me han expulsado de las clases, solo puedo presentarme a los últimos exámenes –le informé.
Él me miró apenado y yo me puse de puntillas y lo besé en los labios. Pero él no contestó a mi beso.
-Hay una cosa más –me dijo.
-¿Qué pasa?
-Para que pudieras presentarte a los exámenes y no perdieras el año he tenido que hacer un trato con Marcos. Aparte de mi renuncia también me pidió que no me acercara a ti.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Que no podemos vernos más...
-¿Qué?
No podía creerlo. ¿Por qué había hecho ese trato? Hubiera preferido mil veces perder el año a separarme de él.
-Él piensa que aún eres una niña indecisa, que no sabe lo que quiere –dijo sin mirarme –Cree que todo esto es un juego para ti.
- ¿Y tú también crees eso? –hice que me mirara a los ojos.
-No lo sé, Sara.
No podía creerlo. Ahora resulta que todos estos meses que hemos pasado juntos y conociéndonos no han servido de nada. No me conoce para nada. ¿Yo una niña caprichosa? ¿Desde cuándo?
-Pablo, me duele muchísimo lo que estoy escuchando –le confesé –Y me duele porque pensé que en este tiempo que hemos pasado juntos me habías conocido, aunque sea lo más mínimo. Nunca he sido una niña caprichosa y siempre he sabido lo que quería. Y te quiero a ti –contesté con lágrimas en los ojos. -¿Tú ya no me quieres?
-Si te quiero, pero...
-¿Pero?
-Es mejor que no nos veamos por un tiempo. Así nos aclaramos todos. Terminas tus exámenes y después...
-Después nada, Pablo –me enfadé.
Realmente todo aquello parecía irreal. ¿Cómo habíamos llegado hasta aquí? De un día a otro todo a mi alrededor
había cambiado.Me habían expulsado del instituto. Mi novio, me estaba dejando sin apenas una explicación coherente. ¿Y todo por qué? ¿Para qué?
-No me esperaba esto para nada. –conseguí decir lo más serena que podía estar –No estás seguro de lo que sientes por mí. No me hablas claro.
-Lo siento.
-Ningún "lo siento".
Cogí mis cosas y me fui. No podía creer que no estuviera seguro de lo que siente por mí ni de lo que yo siento por él. ¿Acaso no se lo he demostrado estos meses?
Después de llorar y llorar todo lo que necesitaba me prometí a mí misma que jamás volvería a llorar por ningún hombre. Jamás entregaría mi corazón a nadie.
Pero claro, son promesas que no puedes llegar a cumplir. Y menos si tienes 17 años y recién estás empezando a vivir.
![](https://img.wattpad.com/cover/342888619-288-k323954.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mi profesor
RomanceUna noche, en una disco, conocí a un chico guapísimo, y claro, con 17 años, e inexperta total en el amor, me creí enamorada. Días más tardes descubro que, el chico del que me enamoré a primera vista, es mi nuevo profesor. Estoy en mi último año de i...