Como Un Libro Abierto

III - Cambio

Wei Ying estaba siendo regañado nuevamente por Madam Yu.

Y el pequeño Wei Ying estaba escondido en alguna parte.

Solo había visto a Zidian y huyo de la escena como alma en pena.

Por eso, en este momento Wei Ying buscaba a su pequeña hada antes de partir a GuzuLan.

Lo encontró escondido detrás de uno de los barcos sobre un loto que estaba abierto.

Se rió al darse cuenta de que este estaba comiendo las semillas de uno de los lotos y parecía estar bien gordito por la forma en la que estaba, como una pelota redonda en la parte de abajo.

- Rico – mencionó con la lengua de fuera mientras habría una última semilla y se la metía a la boca a la fuerza ya que no podía comer más. – tenía años de no comerlas.

- ¿A qué te refieres con años? – preguntó Wei Ying a su contraparte.

Con sus dedos se encargó de levantarlo con cuidado de la hoja, para no lastimarlo, y con ese mismo cuidado lo colocó en la palma abierta.

La pequeña bolita se dio vuelta quedando boca abajo viendo al más grande.

- Bueno, no tuve lo mejor. Si supieras realmente, no estuviésemos teniendo esta misma conversación y no quiero que te compadezcas de mi... de nosotros...

- Tenemos todo el viaje así que puedes contarme ahí – mencionó mientras tomaba rumbo a uno de los barcos y que ya estaban listos para zarpar.

- Ya lo veremos más tarde. Solo espero que Lan Zhan no me odie.

Los ojos del mayor se iluminaron y exclamó de esa manera a la pequeña bolita.

- ¿Quién es Lan Zhan? Suena a alguien interesante.

- Es alguien aburrido, se podría decir. Sabes... todo el tiempo que estuve allí intenté hacer que él se abriera conmigo y fuéramos amigos. Pero... es un cabeza dura, lo único que obtuve de él fue un "desvergonzado". Nunca entendí qué fue lo que hice para que estuviese molesto conmigo.

Wei Ying se quedó pensativo un momento, y tomó como reto, el tratar de hacer lo que su otra versión no puedo hacer.

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Tras un rato de conversación con los ancianos del clan, Yunlin salió del lugar.

Siendo seguida por su esposa y sus nietos.

- Niños – dijo de manera cantarina – cuénten le a su abuela, qué es lo que han hecho últimamente estos años, en los que no he estado aquí. Quiero que me cuenten todo. No quiero que se reserven nada. – sentenció con lo último.

Lan Huan fue el primero en hablar:

- De lo único que creo que la abuela se ha perdido es el hecho que se han implementado nuevas reglas al clan, también están nuestros compromisos. Cada día siempre llegan cartas de varias damas que quieren casarse o con Wanji o con este.

Yunlin alzó su ceja:

- ¿Quién es el que ha permitido tal cosa? – dijo con un poco de molestia marcada a su nieto. – Ustedes ya tienen un hilo rojo, no necesitan a alguien más en su vida.

Lan Zhan recordó a su versión más pequeña, él también había mencionado acerca del hilo rojo.

- ¿Wei Ying? – preguntó de manera tentativa, tratando de conseguir una respuesta de su abuela.

Lan Yunlin asintio:

- Así es pequeño, él es tu hilo rojo. Me alegra que hayas escuchado a la pequeña vocecita. No como otras personas que no lo escuchan por su misma terquedad – suspiro antes de continuar – sabían ustedes que tienen un primo.

Esto sin duda llamó la atención de los dos hermanos Jade.

- ¿Primo? – preguntaron al unísono.

- Así es tienen un primo – mencionó esta vez la otra mujer.

Yunlin: Pero vamos queridos, queremos enseñarles un gran cambio para la secta. Nadie... y repito, nadie escapará este pequeño adoctrinamiento que les daremos.

Quién diría que la matriarca puño de hierro volvería a pisar esas tierras.

Un escalofrío recorrió por la espada de todas las personas que se encontraban en ese lugar, a excepción de Los nietos de la mujer y la pequeña hada.

Yunlin suspiro muy fuerte al llegar a la cabaña que estaba cerca del manantial, su casa.

- Siiii... un gran cambio.

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Hay una doble actualización de esta historia, este capitulo y otro que subiré en breve.

Espero que lo disfruten mucho.

Sin más que decir.

See to the next ilution.