Love Again I Yoonseok

8. Una verdad de tantas

-El balance de este trimestre mostró una mejoría de acuerdo con los números anteriores, las ventas han aumentado, sin embargo, en el departamento de producción existen bajas considerables que deben tomarse en cuenta.

Seo Donghee, gerente general de Corporaciones Min, expuso de pie frente a todos los directivos que escuchaban atentos a cada una de sus palabras. Se trataba de una junta rutinaria, pero Min Yoongi sabía que existían presiones importantes detrás de la insistencia de verificar cada dato.

-El número de bajas siempre ha causado problemas menores, no hay razón alguna para creer que debamos cambiar de proveedor.

-Yo... no quise decir eso.

-Lo sé, no me refería a ti- Yoongi pasó su mirada hacia el hombre que estaba del otro lado de la mesa, Park Taemin, pero ninguno dijo nada en un largo rato-. Terminemos esto por hoy, y resolveremos el asunto con más calma después. Gracias por su arduo trabajo y el balance.

Una vez que Yoongi se puso de pie, los demás lo hicieron igual, Hye-sun estaba afuera de la sala de juntas esperándolo con agenda en mano.

-Su padre llamó mientras estaba en junta, señor. No dejó ningún recado.

Yoongi se esforzó por no rodar los ojos o hacer alguna expresión para mostrar su disgusto, así que solo asintió.

-Está bien, después del almuerzo le llamaré. Gracias, Hye-sun.

Ella afirmó un par de veces sin mirarlo.

-¿Quiere que le pida algo?

-No. Saldré a comer, regreso en una hora. No me pases llamadas a menos de que sean muy urgentes.

Yoongi miró la hora en su reloj de mano, los gemelos estarían ahí pronto y, antes de que llegaran, quería salir sin que ellos lo vieran. Después de la extraña discusión que tuvo con Shin Youngjae el día anterior no sabía cómo es que los chicos tomarían su presencia, sobre todo por las preguntas que estuvo haciendo, además, lo más probable era que Hoseok ya supiera. Evadir la incomodidad era una de sus cualidades poco conocidas y, si podía utilizarla en ese momento a su favor, lo haría.

Una vez que salió del edificio, antes de que fuera directo al estacionamiento, la aglomeración y el sonido de una ambulancia acercándose hizo que caminara sin siquiera dudarlo al lugar. El murmullo de las personas angustiadas provocó que una alerta ajena a lo que él conocía se encendiera en una parte de su cerebro.

-... pobre muchacho, ¿qué habrá sucedido?- murmuró alguien, llevaba uniforme de oficina.

-Un accidente, el auto que está ahí lo golpeó... parece que no vio la señal en alto- le contestó otra mujer a su lado.

Para Yoongi fue demasiado extraño que, siendo un accidente grave y tan cerca de su empresa no le haya sido notificado el suceso. Sin embargo, esas dudas quedaron en segundo plano una vez que vio la silueta de Junseo hasta enfrente de la multitud. Se abrió paso entre toda la gente hasta llegar junto a él mientras la ambulancia lo hacía al mismo tiempo.

-¿Junseo?

La pregunta quedó en el aire, pues una vez que Yoongi miró hacia el piso y vio lo mismo que Junseo estaba observando, la conmoción se disparó por todo su cuerpo. Juwon yacía en la acera inerte, una enorme mancha de sangre lo rodeaba y parecía que Junseo momentos antes se había acercado a él por sus ropas y manos manchadas. Un auto estaba junto al cuerpo con un golpe en el capó, pero no había indicios de que el conductor responsable estuviera cerca. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que sucedió el accidente? Fue lo primero que se preguntó Yoongi, y solo esperaba que no fuera tanto.

Los paramédicos rápidamente se movilizaron hacia Juwon una vez que llegaron y no fue hasta ese momento que Junseo reaccionó.

-¿Él... está...?