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Ten Lee tocó el timbre de la casa Yang de forma apresurada

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Ten Lee tocó el timbre de la casa Yang de forma apresurada. Conocía a la perfección lo delicado que se volvía su hijo cuando entraba en celo.

Un despeinado JeongIn abrió la puerta mientras se arreglaba la ropa, y el omega mayor tuvo un mal presentimiento.

—¡Te Acostaste Con Mi Hijo!.

—¡No Señor Ten!—dijo de inmediato JeongIn—. MingJun, se encontraba inquieto y me atacó, pero ya se durmió—Ten dejó escapar un suspiro de tranquilidad.

—¿Dónde Está?

—V-Venga conmigo—JeongIn dejó pasar al mayor que siguió al chico por el pasillo para luego subir unas escaleras, e ir a hacia una puerta de color blanca—. E-Está es mi habitación... él pues, hizo un nido con mi ropa—susurró bajito el Alfa abriendo la puerta.

Y así era, un dormido MingJun se encontraba en un pequeño nido hecho de algunas camisas y suéteres del Alfa. El pequeño omega estaba abrazado a la almohada de JeongIn, para así inhalar las tranquilizantes feromonas del mayor.

Ten se acercó a su hijo. Al Suh más joven se le notaba lo doloroso que estaba siendo su celo. Su rostro tenía una mueca de dolor, y su piel era cubierta por una leve capa de sudor; además su piel estaba caliente.

—A MingJun, nunca le ha afecta en esa manera su celo—murmuró para si mismo el omega mayor.

—Señor Lee. ¿Él estará bien?.

—Si, lo llevaré a casa, ¿podrías llamar a mi esposo? Está en el auto, pero mantén la distancia o es capaz de lastimarte.

—Sí—Y JeongIn fue en búsqueda de Suh Johnny. En cambio Ten acariciaba el cabello de MingJun, que solo seguía abrazado a la almohada del Alfa Yang.

Cuando Johnny entró a la habitación de JeongIn, le dió una rápida mirada a Ten que asintió, y sin más Johnny cargó a su hijo en brazos, él cuál se aferró a esa almohada como si su vida dependiera de eso.

—Gracias por tu respeto hacia MingJun—dijo Ten cuando bajo las escaleras, en dónde estaba el Alfa Yang que solo veía como un pálido MingJun era llevado lejos de él.

Y eso hacia que su corazón doliera.

—No debe agradecer, su hijo es mi...muy especial para mí—y es que ni aunque dijera que MingJun era su Omega, dejarían que el chico se quedará con él.

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