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MingJun miraba molesto a JeongIn

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MingJun miraba molesto a JeongIn.

El Alfa tenía miedo que el contrario le quebrará la clavícula.

—¿Qué me quieres decir?—inquirió MingJun sentado en las escaleras de la entrada de su casa. El Alfa a su lado solo tembló ante el tono molesto del contrario.

—V-Verás... Quiero explicarte lo que pasó con esa chica.

—¿Qué me explicarás? ¡Cómo la Ibas A Besar! ¡Oh no! Ya sé, me imagino que ibas a decirme que tiene ella...—y el Omega fue silenciado debido a los labios del Alfa sorprendiéndolo.

Por primera vez JeongIn se había atrevido a besar a MingJun. El Omega forcejeó, pero al final JeongIn lo tumbó sobre el suelo de la entrada de aquella casa, y MingJun siguió el beso de parte del Yang.

—Dejame explicarte, pequeño Omega gruñón—dijo JeongIn con la voz ahogada, el Alfa se levantó y ayudó al Omega a levantarse también.

Ambos volvieron a sentarse en las escaleras, claramente sonrojados por esa escena.

—Solo dime—pidió MingJun mirando al suelo.

—Esa Omega, era una irrespetuosa, me dijo tantas cosas feas sobre tí. Qué no serbias como Omega y trato de besarme y aprovecharse de mí—JeongIn miró a MingJun—, pero llegaste tú a salvarme, mi super Omega al rescate—espero una risa de parte de Jisung pero no la recibió, en cambio si un sollozó—. ¿MingJun?

El Alfa miró a su Omega, pero este solo escondió su rostro entre sus pequeñas manos —las cuales aún JeongIn se preguntaba cómo golpeaban tan duro— MingJun estaba llorando y eso hizo que JeongIn y su Alfa se sintieran terribles, su Omega estaba tan vulnerable, que lo único que deseaban era abrazarlo.

Y eso hizo. MingJun escondió su rostro en el pecho de JeongIn, que lo abrazó con más fuerza.

—¿Porqué estás llorando?

—Te lo dije... No soy un buen Omega para tí—respondió MingJun de forma ahogada—. Soy un Omega de-defectuoso.

—Shhh...no eres defectuoso, y si es así, yo también soy un Alfa defectuoso—el mayor dejo un beso entre los cabellos del Suh—m ¿Sabes? Creo que la Diosa Luna por eso nos hizo destinados porque aunque tengamos defectos, somos perfectos juntos.

—¿Lo crees?—inquirió MingJun separándose del contrario que río al ver la naricita roja del Omega.

—Estoy completamente seguro—respondió JeongIn. El Omega volvió a abrazar al contrario y apoyó su cabeza en el pecho de este.

Un momento de tranquilidad y paz, algo que ambos necesitaban.

—¡Te dije que Funcionaría!—la voz de Ten Lee rompió la burbuja de serenidad en la que ambos adolescentes se encontraban.

—Shhh, que nos descubren—dijo esta vez Johnny cosa que provocó que MingJun soltará una carcajada cuando vio sus padres mirando todo desde la ventana—. Mejor nos vamos.

¡Desvergonzado!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora