Cinco de abril, en un año cualquiera y en otras circunstancias esta fecha no tendría nada de especial, pero este año tenía todo el sentido del mundo.
Una de tus grandes sueños a cumplir era visitar la feria de abril de Sevilla y el 2022 pudiste cumplirlo junto a tu mejor amiga María.
Conseguisteis unos trajes tradicionales de flamenca a tiempo record, ya que queríais vivir la experiencia con todos los elementos, para disfrutarla como nunca.
Nunca sabéis cuando podrá ser la próxima vez y es por eso que lo viviréis como si fuera la última.
-Aitziber, no quiero meterte prisa, pero el taxi está de camino.- Anunció tu amiga y eso hizo que empezaras a correr como una loca para poner los últimos detalles a tu look.
Un traje de flamenca rojo, sin topos y con unos volantes en el bajo de la falda que lo hacían preciosísimo. Por otro lado un mantón negro con bordados de flores tapaba tus hombros. La joyería en tonos dorados, esos labios carmesí y la flor del mismo color que tu vestido coronaban el momento tan especial que estabais viviendo.
Salisteis del apartamento donde os estabais hospedando muy rápido, porque no había tiempo que perder. Y cuando viste la preciosa portada de la feria no pudiste evitar emocionarte.
Entrasteis en el recinto y qué poco tardasteis en colaros en una caseta, si al final con cuatro frases y dos rebujitos todo parece más fácil.
Quisisteis aprender a bailar flamenco, aunque no salió de la mejor manera, pero reísteis como nunca.
-Hey, enseguida llegan los chiquillos.- Dijo un hombre mayor que se situaba a tu izquierda.
No sabías a quién se refería, pero no era de gran importancia para ti.
Ahora, no tardasteis mucho en daros cuenta de quién se refería. Aparecieron por la puerta una gran cantidad de chicos, altos y bastante guapos. Parecían extranjeros, y a tu amiga enseguida se le iluminaron los ojos viendo una gran oportunidad al acecho.
-Son futbolistas Aitziber.- Dijo María después de que un par de señoras lo susurraran a escasos metros de ella.
La música no dejó de sonar y tu amiga fue desesperada a encontrar a alguien que consiguiera aguantarla esa noche, o al menos poder decir que ha tenido algo con un futbolista en una noche de feria.
Mientras tanto tú te dirigiste a la barra a por una jarra de rebujito, no ibas a perder la noche porque tu amiga estuviera ligando.
-¿Sola por la feria?- Uno de los chicos que había entrado en la caseta se había acercado hasta ti para pedirte una copa de la jarra que tenías en mano.
-De hecho no, pero mi amiga tiene mejores planes, por lo que parece.- Sacaste tu mejor inglés para comunicarte con él, porque no hablaba ni una pizca de tu idioma.
Ambos apreciasteis a María besándose con uno de los chicos y rodaste los ojos.
-Entonces... ¿Eres de Inglaterra?- Preguntaste en un intento de romper el hielo.
-Alemán.
-Perfecto, vamos a llevarnos muy bien tú y yo esta noche.
...
-Erik, no puedo irme de aquí sin mi amiga.
Acabaste la noche con un par de bebidas de más y El futbolista se ofreció a acompañarte al apartamento después de pasar contigo toda la noche entre charlas y bailes.
-Aitz, hace media hora que ella se ha ido al hotel con mi compañero.- Te gustó el mote que el alemán te había puesto, porque pronunciar tu nombre se le puso realmente difícil.
Subisteis a un coche y acabasteis en su hotel, porque no podía salir de la concentración de su equipo, o algo así te explicó.
Por lo visto estaban en Sevilla porque en unos días iban a jugar la final de la Europa League y de paso habían decidido salir a desconectar a la mejor fiesta de la época y de la ciudad.
Fue una noche bastante divertida para ambos, no conseguisteis pegar ojo una vez que estuvisteis en el hotel, sino que te quedaste totalmente frita a las seis y media de la mañana.
Cuando abriste los ojos el alemán no estaba, pero había dejado una nota encima de la cama.
"No he podido esperar a que te levantaras, pero me gustaría agradecerte la noche de ayer porque me lo pasé genial Aitz. Como agradecimiento, te dejo un par de entradas para la final encima de la mesa.
Una vez más, gracias.
Erik"...
Y sí, acabaste convenciendo a tu amiga para quedaros en la capital andaluza hasta el día de la final, para presenciar con tus propios ojos lo que ese señor que conociste una noche de feria tenía como oficio.
La gran sorpresa vino cuando te diste cuenta de lo cerca que estabas del campo, seguramente era uno de los mejores asientos de todo el estadio.
Acabaron ganando el partido y el trofeo de la competición a penaltis, que aunque no entendieras mucho de futbol, sabías que era uno de los momentos más sufridos que tenían los partidos de este deporte.
Intentaste que te viera, que hiciera contacto visual contigo, que supiera que estabas ahí, pero todo fue en vano, la cantidad de gente y la propia celebración dificultaron que eso pasara y acabaste marchándote del estadio sin ni siquiera mantener un mísero contacto con él.
En el momento que pisaste la calle te diste cuenta que ya no había más oportunidades, ni siquiera tenías su número de teléfono ni mucho menos podrías contactar con él por cualquier red social, así que acudiste a lo más básico de todo.
Plantarte en la puerta del dichoso hotel, que menos mal de tu amiga porque tú la noche de la feria no estabas ni para recordar cómo se llamaba.
-Aitziber vámonos, van a irse de fiesta y no van a aparecer por aquí, estamos haciendo el ridículo.- Tu amiga intentaba no desanimarte, pero todo apuntaba a lo que estaba diciendo, hasta que una gran luz blanca te cegó por completo.
Era el autobús, los jugadores estaban aquí y era tu momento.
Pero otra vez más, el destino estuvo en tu contra, los miembros de seguridad del hotel te negaron cualquier acercamiento y aunque lo viste pasar, él ni se dio cuenta de tu presencia.
Cuando te diste media vuelta para volver al apartamento, una voz gritando tu nombre consiguió pararte.
-¡Aitz, espera!- El alemán se estaba acercando a ti con toda prisa y sin más comentarios, tendió en tu mano un papel.
El que tenía su número de teléfono apuntado y tras dedicarle una sonrisa, volviste a emprender tu rumbo.
Por desgracia, la relación no llegó a más, pero un par de viajes a Alemania para verle y la increíble experiencia de la feria consiguieron marcar su nombre con fuego en tu piel.
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¡Nuevo one shot!Muy contenta por poder hacer una historia como esta y espero haber conseguido explicar tan bien esta tradición sevillana.
Volvemos a leernos pronto❤️
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ONE SHOTS/ Futbolistas
Fiksi PenggemarLas historias cortas de tus jugadores favoritos.