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Hace tan solo unos segundos qué lograste escapar por la ventana, tal vez lastimando tu pie en el proceso pero la adrenalina no deja que te detengas de correr.

En tus manos mantienes la cabeza cersenada de la chica conejo, sus ojos cerrados te hacen dudar de que tenga vida aun, pero el hecho de que las creaciones de Jason no estuvieran exactamente vivas te mantiene con esperanza.

- tranquila - le dices entre respiros de cansancio - hallaré la forma de repararte - dices esperando que te escuchara.

Afortunadamente habías perdido a Jason después de que un extraño dolor lo hiciera soltar la cabeza de la muñeca e hiciera qué se retorciera tomando su pecho. Parecía haber salido de la nada, pero eso no importa, lo que importa era que escapaste.

Aun cuando sabes que no te persigue  más, sigues corriendo solo por si acaso, para que no pueda usar su puerta azul y aparecer de la nada frente a ti.

Cuando tu cansancio por fin te consume decides tomar escondite de tras de un árbol grueso, abrazando la cabeza contra tu pecho.

Pronto la adrenalina baja y empiezas a sentir un dolor fuerte en tu tobillo, al igual que náuseas y una extraña sombra empieza a cubrir tu vista. Te vas a desmayar y no hay mucho que puedas hacer.

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Tomó un tiempo para que Jason se recuperara del dolor, algo le había pasado a su caja, en donde sea que esté. Al parecer no fue tan grave como para que muriera, ya que el logra pararse con gruñidos de dolor.

No tenía intención de que esto fuera así...

No importa, tiene que buscar la caja y recuperarla, luego te dará tu merecido.

Serás la muñeca más bonita, no dejara qué nada te pase, te limpiará todos los días y procurará qué el señor glotón no te coma. Tal vez hasta puedan volver a ser como antes.

Cruza su puerta azul con trabajo, solo para dejarse caer en una silla de madera cercana.

Frente a él se encuentra el libro que le diste, lo observa bajo la luz del cuarto y en ese momento se da cuenta de que lograste engañarlo.

Sus fuerzas regresan y se para, lo toma para ver que es un libro sobre psicología.

Las garras qué vuelven a aparecer destrozan la portada mientras su cara empieza a enfurecerse para luego lanzar el libro hacia el otro lado de la habitación.

Pero esta vez no grita, en cambio, comienza a reírse.

En serio lo estas volviendo loco.

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El libro descansa en tu mochila y tu contra el árbol.

Recuperas la conciencia y al recordar todo lo que paso y ver donde estas diriges tu mirada a la mochila y sacas de esta el libro. Al ver que nada le ha pasado suspiras de alivio y tratas de pararte pero el dolor punzante de tu tobillo logra hacer qué caigas al suelo.

De todo lo que habías podido empacar no empacaste un kit de primeros auxilios, ni siquiera vendas que te ayuden en este momento. Pensaste en tu chamarra y lo útil qué podría ser de vendaje en este momento.

Observas tu tobillo dislocado sin saber que hacer exactamente hasta que una idea vino a tu cabeza.

Habías visto en la televisión del hospital como el personaje principal de la película se acomodaba un brazo después de dislocarselo, tal vez podrías hacer lo mismo.

Tomás en una de tus manos y pie y en otra tu pierna, lista para el dolor de acomodar lo que esta mal, pero justo cuando lo vas a hacer una voz te detiene.

-no lo hagas así, te lastimarás -

Amnesia (Jason The Toy Maker) (continuación) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora