—Su esposa ha desaparecido mi señor —dijo Enzzo entrando a la recién estrenada oficina de Terrence—. Samantha y Beatriz la han buscado por todo el castillo y no la encuentran.
—¿Que? —exclamó Terry botando los papeles que tenía en la mano y prestándole total atención a Enzzo.—Y lo peor de todo es que ella ha dejado esto en su cama —Enzzo le alargó a Terry un papel doblado, dicho papel no estaba sellado y era seguro que cualquier persona que quisiera ver el contenido de ese papel lo podía hacer.
Terrence agarró el papel lo desdobló y leo lo que había escrito. Eran veintiséis palabras que lo habían dejado congelado, Candice se estaba despidiendo porque creía que él no era feliz a su lado, Candy creía que ella era el motivo de que él no gozará de libertad.
No puedo ver que por mi causa tú no eres feliz, así que decidió irme de tu lado, por favor no me busques y se feliz libremente.
—¡Dios mío! —exclamó el castaño agarrándose los cabellos con sus dos manos—. ¡Dios mío esto no puede estar pasando! ¡¡¡No!!!
Enzzo agarro el papel y lo leo, necesitaba saber que era lo que estaba pasando en el matrimonio de estos dos jóvenes inexpertos e imprudentes sobre todo muy imprudentes.
—Debemos de avisarle a los guardias para que nos ayuden a buscar Lady Candice, ella es muy joven estoy seguro que no debe de estar muy lejos —sugirió Enzzo caminado hasta la puerta, pero sus pasos fueron detenidos por el hijo de su señor.
—No vas a hacer nada de eso Enzzo —negó Terrence.
—¿Por qué no? —preguntó Enzzo desconociendo la actitud del joven estaba preocupado por la desaparición de su esposa, pero no quería pedir ayudar. En verdad que había veces que no entendía al señorito—. Debemos de pedir ayuda a su excelencia, a los guardias de su padre, a George y la familia Andley y si pudiera a los de la guardia real.
—No podemos ni vamos a decirle a nadie, porque resulta que si abres la boca y le dices algo de esto a cualquiera que le sea leal a mi padre o a la duocerda, estos se van a encargar de arruinar mi matrimonio con Candice —explicó el castaño haciendo un esfuerzo por calmarse y no perder la cabeza, necesitaba tener una estrategia para que esté problema no se le saliera de las manos.
—Discúlpeme usted excelencia, pero no le entiendo absolutamente nada, ¿Por qué no quiere que su padre o Lady Beatriz se enteren de esto? Es más, ¿por qué ellos se encargarían de destruir su matrimonio? —cuestionó Enzzo. Él hombre ya se estaba poniendo nervioso, sabía que cada segundo perdido era una oportunidad menos para encontrar a la señorita.
—Mi padre me lo dejó bien claro —dijo Terry levantándose yendo hasta la chimenea para tirar en el fuego la nota, no debía quedar evidencia de esta fuga de su esposa—, si Candice hace una locura que ponga en mal su prestigioso apellido no la va a perdonar.Enzzo le creía, claro que le creía. Richard era capaz de hacer cosas poco convencionales con tal de que su prestigioso apellido y honorable honor se mantuvieran intactos. Claro después de la boda de los rebeldes su apellido ya no era tan prestigioso, ni si su honor tan honorable (valga la redundancia), pero aún así estaba claro que Richard no iba a perdonarle una falta más al joven matrimonio.
—Si quieres llama a George Villers, y a los muchachos quizás ellos nos pueden ayudar en esto —sugirió Terry poniéndose la chaqueta, dispuesto para ir a buscar a Candy—. Eso sí, suplícales que sean lo más discretos que se pueda, no nos conviene que la señora Elroy se enteré también de esto.
Terry salió corriendo de su despacho, llegó hasta la salida y tomó su automóvil aún sin saber en dónde comenzar la búsqueda.
—Vayan por sus bolsas o un abrigo, vamos a ir a buscar a la señora Candice y no sabemos cuánto tiempo nos demoraremos en encontrarla —pidió Enzzo a Samantha y Ginger—. Las espero en mi auto en cinco minutos. ¿Qué están esperando? ¡Vayan ya!
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Obligados a amarnos
FanficContinuación del one shots Huir juntos 🔴El fanart no me pertenece, la creadora de tan hermosa imagen es Rumujuri