Capítulo 5

12 4 0
                                    

Fritanga se encontraba tumbado en el suelo como otros muchos, no había nadie de pie, no querían gastar energía- Lo que daría ahora por cocinar de nuevo-

-Tengo mucha hambre, tío. ¿No te quedará nada de comida no?- Aris miró directamente a Fritanga, estando él tumbado en una litera.

-Si la tuviese ya me la habría comido- Dijo Jake, un clariano que estaba sentado apoyado contra la pared.

Hambre. Esa era la palabra que definía lo que todos sentían tras tres días de no tener ningún alimento en su estómago, solo agua. Si se echaba un vistazo rápido a la habitación se podía encontar a un grupo de jóvenes sentados, que evitaban moverse porque sentían que cada movimiento consumía mil calorías, unos se agarraban el abdomen en un abrazo, otros se chupaban y mordían los labios y otros simplemente se tumbaban donde podían como una estrella de mar. La chica también estaba allí, a la hora de dormir se iba a su habitación con mucho trabajo porque sentía que se iba a desmayar en cualquier momento, aunque hubo una noche en la que al levantarse cayó al suelo sin fuerzas, así que Thomas y Newt, por muy cansados que estuvieran la ayudaron a llegar a su cuarto y volvieron todavía más agotados y por la mañana ella volvió por sus propios pies pero dando tumbos contínuamente. Y allí estaban todos, sobreviviendo a base de agua intentando no gastar palabras, incluso Minho se ahorraba sus comentarios, pero había veces que los comentarios sarcásticos y crueles hacia Dandara no se los aguantaba comenzando una breve pelea entre ambos que terminaba cuando sentían que ya no tenían fuerzas ni para pelear. Minho de verdad sentía desconfianza hacia la chica, no creía en que fuera una más de ellos, estaba seguro de que ella no era de fiar y que Newt estaba cayendo en su actuación y en su encanto femenino poco a poco como un imbecil.

Thomas estaba medio moribundo tumbado en su cama recordando todo desde que volvieron del laberinto, recordaba a Chuck y con cierta culpa agradecía que él no estuviera allí pasando lo que ellos estaban viviendo, sufriendo, tal vez estaba bien en dónde estuviera... Qué manera de engañarse a sí mismo, todavía se sentía horrible. Recordaba al niño muriendo en sus propias manos y volvió a a sentir esa figurita de madera en su bolsillo, su débil mano la sacó y empezó a acariciarla como si se lo hiciera al niño. Echaba de menos sus comentarios graciosos, sus bromas pesadas, y sus abrazos que tanto disfrutaba. Sintió un dolor en el pecho, un vacío que le hacía presión y empezó a liberarla con lágrimas silenciosas. Finalmente se acercó la figurita al pecho y se durmió cayendo en un vacío de recuerdos sobre el niño.

Un zumbido empezó a sonar en la sala común haciendo que Dandara fijara la mirada en la puerta y con un gran esfuezo se levantase de la cama que había dejado vacía Winston al haber ido al baño a beber agua y tumbarse en el suelo de vuelta. Al llegar a la puerta se asomó por el cristal casi opaco que había y divisó un escritorio de madera antiguo y tras él un hombre vestido de blanco sentado leyendo un libro sin portada ni título, parecía verdaderamente concentrado. Sus ojos eran azules, se marcaban poque su piel era pálida, de un tono enfermo y su cabeza estaba cubierta por un pelo corto grisáceo y su cara cubierta por una corta barba descuidada, lo que más se destacaba era una nariz respingona como la de de un roedor. Pero eso no fue lo que emocionó a la chica, sino unas cajas con comida, frutas, verduras, latas de conserva de carne y platos preparados, ¿estaba aluciando de nuevo?, quería gritar de alegría en ese mismo momento, pero salió de la habitación con entusiasmo y cogió una manzana y la mordió con ansia. Sabía a gloria, su boca salivaba y su estómago gruñía con alegría- ¡Chicos! ¡Venid! ¡Rápido!- Dandara se levantó con otra manzana en la mano y entró a la habitación, Newt estaba de pie alarmado por los gritos de la chica, pensaba que necesitaba ayuda.

-¿Estás bien?- Preguntó el rubio preocupado

Ella se limitó a lanzarle la manzana que había cogido y él la agarró con reflejos y miró a la chica con sorpresa. -A comer todo el mundo-

El corredor del laberinto// Las pruebas // Quiero entenderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora