Capítulo 12

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Finalmente, los nuevos amigos que serían el apoyo del otro se separaron del abrazo sellador del vínculo y se miraron a los ojos. Era felicidad lo que sentían. Dandara había perdonado a Newt por lo que ocurrió, al fin y al cabo no era culpa suya pero todavía sentía odio hacia Minho, sus palabras la hirieron demasiado porque pensaba que tenía razón, muy en el fondo sentía que dijo la verdad pero la promesa con Newt le impidió confirmárselo a sí misma, quería tener esa idea lo más alejada posible.

"No lo deberías haber hecho Dandara, no debiste haber aceptado su amistad. Tampoco la de Thomas, pero sabes que con Newt no va a ser como con Thomas, vais a pasar mucho tiempo juntos vais a hablar y no puedes... no debes. Recuerda todo, recuerda lo que pasó ¿Quieres que vuelva a pasar?"- Pensó Dandara para si misma, pero hizo oídos sordos y sólo ignoró sus propios pensamientos. Los guardaría para más tarde.

Finalmente el grupo de clarianos los alcanzaron y Thomas se acercó a ellos para hablar, se disculpó por el comportamiento de Minho pero Dandara le dejó en claro que no era él quien debía disculparse, sino Minho, así que el chico solo intentó reconfortarla con un intento humor. Minho miraba desde la distancia, fulminaba a la chica con la mirada y juzgaba a los chicos por apoyarla, sentía que era el único que veía el peligro en ella.

-Chicos- Thomas y Newt prestaron atención a Dandara y se callaron- Minho es vuestro amigo. Y no quiero que por lo que ha pasado dejéis de hablarle o incluso enfadaros con él. Esto es una cosa entre él y yo, no necesitamos bandos ni equipos. No quiero que vuestra relación con él cambie porque yo esté mal con él, al igual que agradezco que no os influya su opinión sobre mí. Por favor seguid como si nada hubiera ocurrido. Sólo quiere protegeros de mí, sólo quiere que estéis a salvo, sus métodos no son los mejores, pero lo intenta. Así que como si todo siguiera igual.-

Los chicos se quedaron impactados y algo boquiabiertos, no esperaban un comportamiento tan extremadamente maduro, ya no de parte de ella, sino de parte de nadie. Estaban muy enfadados con Minho y estaban a punto de cantarle las cuarenta pero después de eso, entendieron que no era su guerra, sino la de Dandara y Minho y ella dijo que la quería disputar por si misma, así que los chicos solo asintieron y continuaron hablando.

Alrededor de dos horas después de que continuasen hablando, Thomas oyó gritar a una chica. Al principio, no sabía lo que estaba oyendo, si eran imaginaciones suyas o realmente escuchó la voz. Con las pisadas secas, los roces de los fardos, las conversaciones y las respiraciones pesadas, costaba saber de qué se trataba. Pero lo que había empezado siendo casi un zumbido dentro de su cabeza, pronto se hizo inconfundible. En alguna parte, delante de ellos, tal vez de camino a la ciudad pero más cerca, los gritos de una chica rasgaron la noche.

Dandara miró extrañada a los lados buscando el origen del sonido al igual que todos, ya que se habían percatado de los gritos desgarrados. Todos empezaron a correr. El ritmo era acelerado, continuaban con su rumbo inicial pero en busca del origen de la voz, por el ruido que ellos mismos provocaban se hacía más complicado distinguir la voz, así que pararon la carrera y lucharon por calmar sus respiraciones aceleradas lo más rápido posible y prestar atención a aquel sonido perturbador.
Era casi como un gato, un gato herido que gemía. El tipo de ruido que le pone los pelos de punta a Dandara y le induce a taparse los oídos con las manos y rezar para que cese. Había algo antinatural, algo que dejaba a Thomas helado por dentro y por fuera. La oscuridad tan sólo añadía más miedo. Fuera quien fuera la causante, no estaba aún muy cerca, pero sus ensordecedores alaridos rebotaban como ecos vivientes que intentaran sofocar sus atroces sonidos en la tierra hasta su silencio definitivo en este mundo.

- ¿Sabéis a qué me recuerda?- Preguntó Minho entre susurros, con una voz que denotaba miedo. Era la primera vez en horas que les había dirigido la palabra a los dos chicos, ellos aceptaron mantenerse como si nada con él, así que le siguieron la conversación.

El corredor del laberinto// Las pruebas // Quiero entenderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora