Me gusta

2.5K 247 43
                                        

Ahí se encontraba Sanji, viendo a aquel ojigris que le hacía esa extraña pregunta, estaba a punto de abrir la boca cuando de repente sintió que lo tomaban del brazo, dirigió su vista a quien lo tomaba, se trataba de Zeff con lo que Sanji suspiro un poco aliviado.

—¿que haces aquí paradote como idiota?—.

—¿ah? Yo.. eh... solo...— Sanji no sabía ni que decir, aún lograba sentir la mirada del ojigris sobre el.

Law le miraba desde la mesa, examinando su cuerpo con la mirada, veía como los delgados labios del rubio se movían al hablar con aquel hombre que parecía ser el cheff principal.

—¡hey! ¿qué tanto miras?- preguntaba Kid un tanto aburrido.

—algo que ha llamado mi atención por completo— respondía el ojigris aún manteniendo la vista sobre el rubio.

Kid rodó los ojos para después dirigir su mirada hacia donde veía su amigo.

—¿El maldito mesero? Eso llamó tu atención?—.

Law suspiró molesto y miró a su amigo de reojo —si, "eso" como lo llamas tú, llamó mi atención, ¿Algún maldito problema con ello?—.

—El único problemas sería que nos echaran de aquí, porque pareces un acosador viendo de esa forma al maldito mesero—.

—No me interesa— Law volvió a dirigir su mirada al rubio en busca de respuesta a su pedido.

Kid rodó los ojos y se dijo a si mismo que le deseaba suerte a aquel rubio, y es que si su amigo quiere algo lo consigue porque lo consigue, así de simple.

—ven aquí— Zeff llevo a Sanji a la cocina, haciendo que el ojigris chasqueara la lengua al ya no poder alcanzar a ver al rubio —vas a cocinar— hablaba Zeff mientras entraban a la cocina.

—¿Qué?—.

—¡Pon atención!— le dio un coscorrón a Sanji —vas a cocinar las últimas ordenes que acabas de tomar, ¿entendido?—.

Sanji se sobaba el golpe y asintió con la cabeza, por fin iba a cocinar, sin mas se dispuso a leer las ordenes y comenzar a prepararlas.

Tomaba vegetales cortandolos con tanta facilidad, sartenes por aquí, ollas por allá, sin duda ese era el ambiente que le agradaba a Sanji, y no ser un maldito mesero que daba vueltas como loco.

-
-

Mientras tanto los hermanos se dirigían a casa, debían prepararse para salir esa noche al karaoke, Ace sacó su móvil, buscó en la lista de contactos y marcó al número que aparecía.

—¿Qué quieres?— contestaba una voz al otro lado de la linea.

—¿nunca dices hola?—.

—¿Quieres que cuelgue?—.

—Solo era una broma Zoro— Ace reía bajo por lo amargado que solía ser su amigo —hoy iremos al karaoke a celebrar el nuevo trabajo de Sanji—.

—¿El cejillas consiguió trabajo?—.

—¡claro! Y adivina donde—.

—¿donde?—.

—Eso no es adivinar—.

—voy a colgar—.

—ok ok...¡Está trabajando en el baratie!—.

—¿En verdad? ¿Al fin el viejo lo dejó?— Zoro no pudo evitar sonreír al escuchar eso.

Aunque los demás no lo sabían, a Zoro le gustaba Sanji, el prefirió no decirle a ninguno, no es que no confiara en ellos, sino que Luffy le había contado sobre lo que sentía Sabo por Sanji, no quería arruinar su amistad con algo así, además Zoro pensaba que solo era algo pasajero, pero después de que su amigo se fuera de viaje, ya habían pasado seis meses y él aún seguía sintiendo lo mismo por Sanji.

Cocinero para llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora