El amanecer comenzaba a hacerse presente mientras los pájaros cantaban. Un leve rayo de luz daba directo al rostro de un pecoso quien se removió somnoliento para después abrir los ojos mientras bostezada.
-mi cabeza- mencionaba el pecoso llevándose una mano a su cabeza -oigan chicos ya es de día des...- el pecoso quedó en shock al notar la escena, sus hermanos tanto como su amigo y el estaban desnudos.
Luego de un rato intentando recordar, aquellas imágenes invadieron su mente, cada detalle y sensación llegó de golpe logrando que Ace sintiese diferentes emociones desde enojo hasta vergüenza de si mismo pero ya nada se podía hacer, ya todo se había echo.
-umh- el rubio mayor comenzó a despertar.
-Sabo- susurró el pecoso para acto seguido cubrir la boca del rubio mayor -hicimos algo malo- Sabo confundido abrió los ojos y miró la escena tensando su cuerpo, de inmediato miro a Ace interrogándolo con la mirada.
Ambos se colocaron la ropa interior y fueron a la cocina de inmediato en donde el pecoso le explicó las cosas al rubio mayor quien al igual que su hermano se arrepentía de lo echo aquella noche, luego de un rato el menor de los hermanos entro a la cocina pidiendo comida a lo que ambos le cubrieron la boca y le explicaron de igual forma. Luego de lo explicado ambos hermanos mayores, Ace y Sabo, de inmediato volvieron a la sala a arreglar el desastre mientras Luffy recogía la ropa esparcida por la sala.
Antes de limpiar la sala primero le colocaron la ropa interior al ojiazul, solo eso ya que el resto de prendas se encontraba sucia. Al final la sala estaba en orden y el cuerpo del ojiazul tanto como el del resto ya estaba limpio, a excepción de los colchones y ropa, Sabo de inmediato lavó todo lo manchado por la semilla de todos.
Luego de una hora por fin el ojiazul despertó con una jaqueca y mucha sed, se levanto del sofá y caminó a la cocina donde se sirvió un gran vaso de agua.
-no volveré a beber- mencionaba luego de terminarse el vaso de agua.
Los tres hermanos se asomaban a la cocina nerviosos por como le dirían al rubio menor.
-hey no obstruyan la puerta- mencionaba de forma despreocupada el peliverde quien acababa de despertar.
Los hermanos se sobresaltaron por lo repentino a lo que el ojiazul miró a la puerta quedando confuso al notar por que todos estaban en ropa interior.
-¿que demonios les pasa, acaso son exhibicionistas?.
-mira quien habla, tu estas igual cejillas- respondía el peliverde entrando a la cocina -tu casa es caliente, así es mas fresco.
-¡exacto!- hablaron de inmediato el rubio mayor junto al pecoso, eso sonaba lógico.
El ojiazul les miró incrédulo y se miró a si mismo, ¿acaso el también tuvo calor y se retiro las prendas? No recordaba mas allá de haber bebido en el karaoke así que no le tomó mucha importancia.
-como sea, tomen asiento les cocinaré algo- Sanji volvió a la sala en busca de su ropa pero no logro encontrarla -oigan chicos ¿donde esta mi ropa?- el ojiazul volvió a la cocina.
-¿t-tu ropa?- Sabo estaba tan nervioso que comenzó a sudar.
-Sabo la lavó, estabamos tan ebrios que evacuamos por toda la sala- respondió el pecoso antes de que el rubio mayor colapsara por lo nervioso que se encontraba.
-¿¡que!?- el ojiazul gritaba molesto al saber que ensuciaron su sala y ropa mientras el peliverde reía a carcajadas burlandose de ellos.
La mañana siguió tranquila luego de burlas y discusiones por lo ocurrido, Sanji se pusó a preparar el desayuno mientras hablaban con mas tranquilidad, los hermanos pensaron que todo estaría bien hasta que...
-oi cejillas ¿que son esas marcas?.
Los hermanos se tensaron cuando miraron las piernas del ojiazul, estaban llenas de mordidas que se notaban a simple vista, cuando el ojiazul se miró las marcas un silencio incómodo inundó la cocina.

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Cocinero para llevar
FanfictionSanji es un chico de 17 años, cuerpo esbelto, ojos azules, cabello rubio y de tes blanca. Él comenzó a trabajar en un restaurante, el cual le traerá sorpresas que le deparara el destino, desde caras nuevas hasta viejos amigos. ¿Que pasaría si cupid...