Debbie y James

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Fairy traspaso el umbral de su nuevo hogar del brazo de su marido, sonriendo como le habían enseñado desde pequeña. Todos los sirvientes estaban en fila mirándola de reojo.

William la anuncio como su esposa, la nueva duquesa y los empleados le presentaron sus respetos.

Más allá se encontraban dos jóvenes. Una chica y un caballero, ambos de cabello castaño claro y ojos grises.

-Fairy, ellos son mis hermanos James y Debbie.

Fairy asintió algo sorprendida. William era tan diferente a ellos, mientras ellos tenian la piel pálida y los rasgos finos él era de tez morena y rasgos más toscos.

-Querida hermana - soltó James - estamos más que felices de tenerte con nosotros.

El chico la abrazo con fuerza y Fairy sonrió sorprendida.

-Gracias, me alegra estar aquí...

-Debbie... -Soltó William mirando a su hermana.

Las mejillas de la joven estaban sonrosadas y ella forzó una sonrisa.

-Estamos felices de tenerte aquí.

Fue todo lo que la chica dijo antes de que subiera a su habitación alegando dolor de cabeza.

-Ella... no se ha sentido bien últimamente- la disculpo James.

Fairy asintió.

-Te mostraré nuestro dormitorio para que descanses un poco, el viaje ha sido largo - solto William.

Por alguna razón el ambiente era tenso.

El duque le mostró la campanilla para llamar a la chica que le ayudaría con el baño y mientras esperaban le mostró la habitación.

Era inmensa, con una cama gigante y muebles sólidos y hermosamente decorados.

No era para nada parecida a su moderna casa en la ciudad pero Fairy amo el cambio. En la mansión se respiraba un aire diferente, fresco y limpio y los paisajes eran hermosos.

-Tus hermanos y tú son tan distintos. Yo no hubiera imaginado que fuesen familia si no me lo hubieses dicho.

-En realidad, somos medios hermanos - respondió William - cuando mi madre murió, yo tenía diez años. Mi padre se volvió a casar un par de años después y llegaron los gemelos.

-¿Cómo murieron?

-El barco en el viajaban naufrago. Los gemelos eran muy pequeños y yo... hice lo que pude... que no fue mucho.

-Eras muy joven.

-Si... pero aun así... debí hacer más.

-Pues por lo que vi, ellos están bien. Se ven felices.

William hizo una mueca y desvió la mirada. Fairy entendió que había algo más pero no quiso preguntar.

-James irá a la universidad el próximo año y Debbie...

-Deberá hacer su debut pronto también- soltó Fairy- será bueno ir a Londres entonces y ver a mis padres.

-¿Tan pronto extrañas el que era tu hogar? - pregunto William con una sonrisa torcida.

-Es natural. Nunca conocí nada más, hasta ahora.

William río y la sujeto por la cintura.

-No puedo dejar que extrañes mucho Londres. No permitiré que quieras marcharte de mi lado.

La beso y la recostó sobre la enorme cama mientras desataba los listones de su corsé.

-William... falta poco para la cena.

-Entonces mejor aprovechar el tiempo... 

El Secreto Del DuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora