¿ᴇᴠᴇʀʏᴏɴᴇ ғᴀʟʟ ɪɴ ʟᴏᴠᴇ? - (Iruma X Misfits class)

𝗖𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟱

☆彡彡 Arma incompatible para demonios. ミミ☆

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— Llega tarde... —Habló Bachiko acurrucada sobre sus brazos. Ella estaba reposaba tranquilamente, pero bastante aburrida al no tener a quien molestar esperaba a Iruma quien, a su parecer, seguía en clases (cuando en realidad estaba contando sus historias de entrenamiento juntó con sus compañeros).

Después de algunos minutos, Bachiko se levantó de su sillón y comenzó a caminar pensando de que manera molestarlo como castigo, suspiro y se dió la vuelta para volver a su sillón.

— ¡Ah!, ¡Bachiko!. —Llamó alguien con un tono alegré detrás de ella.— ¡Hacia tiempo que no te veía!, ¡Gracias por haber venido!. —Sullivan abrazo por detrás a la de menor estatura, sin duda estába muy feliz de ver a una vieja amiga.— ¿Has estado bien?. —Preguntó con su tono alegré y su típica.

— Pff ah... Sí... —Bachiko había comenzado a tartamudear. El hombre frente a ella era su interés romántico y ella era ése tipo de personas que se ponían extremadamente nerviosas.

— Gracias por venir, a pesar de que fuera repentino. —Habló alegré y con gran agradecimiento en su voz.

— No eso... —Bajó su cabeza hasta que su mirada se encontró con el suelo. Su cara estaba completamente hecha un tómate por su nerviosismo.

— Ya que eres tan fuerte estoy contento.

— Si es por ti Sullivan, claro que podía. —Jugó con sus dedos nerviosamente, mientras comenzaba a sonreír.

— ¡Parece que te estas haciendo cercana a Iruma! Así que cuento contigo para encargarte del entrenamiento especial de Iruma. —Dijo con su típica gran sonrisa. Sin duda estába feliz de que su pequeño nietecito peliazul creciera y se volviera más fuerte. Pero para Bachiko esta notícia había sido impactante, ya que se había olvidado por completo del entrenamiento.

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— Y por eso empezaremos tu entrenamiento ahora. —Bachiko término su explicación sobre la razón del porque tenían que crearle un arma, evitando la parte de que se había puesto nerviosa.

— ¿Y eso qué significa?. —Preguntó de forma inocente el peliazul, mientras la miraba con sus grandes ojos marinos.

— ¡Significa lo que he dicho!, ¡Los últimos días han sido tan divertidos que... Me olvide del entrenamiento mejor! —Reveló fuerte y claro con su voz chillona. Iruma sintió que le caía una roca en la cabeza llamada: "confusión".

— Um, pensé que ser tu sirviente era parte del entrenamiento... —Iruma se mostró confundido, levantando una mano en forma de ademán.

— ¿Eh?, por supuesto que no lo era. —Reveló con su mirada seria que de alguna manera la hacía ver enojada, en un tono de voz indiferente.

— ¡¿Qué?!, ¡¿Solo eran recados?!. —Iruma parecía tan sorprendido como los lectores al darse cuenta de que su inocencia rozaba la estupidez.

— Siendo honesta, no tiene sentido entrenar de todas formas... —Comenzó hablando Bachiko, sacando al pequeño humano de sus pensamientos.

— ¡¿Qué?!. —Esta oración sorprendió más al más alto, por unos pocos centímetros, de los dos.

— Solo puedo enseñarte una cosa. —Continuó la chica rosada.— Seguramente habrás escuchado que yo y Robin somos parientes... Robby es de una rama de la familia, mientras que yo soy de la rama principal. Las habilidades y conocimientos son bastante similares... —Una sonrisa se formó en la cara de la pequeña demonio por primera vez en semanas. Hizo un ademán de pistola con las manos y un arco de magia rosada apareció.— Pero mi amigo es mucho más poderoso y bonito. —Apuntó la flecha que aun seguía en el adornado arco de magia hacía la bandera encima de la roca.— Soy la arquera zombie. Bachiko Barbatos. ¡Y mis flechas nunca fallan!.