xi. medianoche

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Narrador omnisciente: 04:08AM

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Narrador omnisciente:
04:08AM

La sevillana al tratar una y otra vez dormir, y no lograr conseguirlo, se le ocurrió la idea de ver su comedia romántica favorita, pelicula que no podía ver sin llorar.

En este momento lloraba tapándose la boca para que no se le escapen sollozos y que su hermano quien dormía en el cuarto de al lado la escuche.

Diario de una pasión era una película con la que poca gente lloraba, pero a Andromeda le rompía el corazon.

Le rompía el corazon ver como los obligaron a separarse, como Noah le había escrito una carta cada día del año, sin importarle el no obtener respuesta.

Le dolía ver como el se enteró que la chica de la que seguía enamorado había encontrado otro amor. Le dolía el hecho de que Noah le haya construido la casa de la cual habían hablado cuando eran jóvenes.

Lagrimas caían al darse cuenga que sin importar que Allie este con otra persona, el nunca se dió por vencido.

Le hacía trizas el corazón ver como después de todo Allie no lo recuerda, y aunque todos los médicos le digan que es imposible que recuerde todo por siempre; el nunca perdió la fe.

Pero lo que más le dolía era darse cuenta que nadie nunca iba a hacer aquellas cosas por ella.

Nadie iba a colgarse de un juego de un parque de diversiones de muchos metros de altura solo para conseguir una cita. Nadie le iba a escribir 365 cartas; y mucho menos nadie le iba a construir una casa.

La pelicula había terminado, dejando a una sevillana sentada en su cama con los ojos rojos e hinchados.

Bajó a la cocina a por unos pañuelos para poder sonarse la nariz, a paso lento para no hacer tanto ruido.

Aprovechó la ida a la cocina para también servirse un vaso con agua. Mientras sacaba el vaso pudo distinguir el sonido de unos pasos acercándose a ella, se dió vuelta con el ceño fruncido y pudo ver a la persona que menos deseaba encontrarse en aquel momento.

Su pelo era un desastre y tenía puesto un pantalón rosa de pijama con un buzo de su hermano. Sin nombrar su cara de haber llorado durante toda la pelicula.

La cara de confusión de Pedri al verla en ese estado era clara pero decidió no darle importancia o al menos aparentar que no le daba.

-Venía a por un vaso de agua- Dijo acercándose ya que el también debía de tomar un vaso.

Al agarrarlo, buscó el agua y se sirvió. Todo esto bajo la incrédula mirada de la sevillana

-¿No vas a preguntarme por qué estoy asi?- Cuestionó cuando el canario le pasó la botella de agua para que se pueda servir ella misma.

-Te preguntaría si me importara- Tomó un sorbo de agua -Pero como no me importa- La castaña rodó los ojos

-¿Que haces despierto a esta hora?

Llenar el vacío - Pedro González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora