Ya había llegado todo el mundo, incluso Raúl que afirmó que no podía porque era el aniversario de sus padres, pero los convenció para venir y así tengan más tiempo para ellos.
Vanesa no pudo ir porque tenía clases particulares de inglés y Paulo estaba de viaje.La madre de Alexis aún no había vuelto pero su padre sí se despertó, saludó a los invitados y se encerró en su estudio para no molestarlos. No se le veía la felicidad en la cara como otros días, más bien era una expresión decaída, delirante, triste... Sonia le pregunto a Alexis si su padre se encontraba en buen estado y este hizo algo que no le gusta mucho hacer, mentir.
-Si, si. No te preocupes, está bien, solo es que como acaba de levantarse tendrá sueño.
Ella no parecía convencida pero asintió y se alejó mirando al chico de reojo mientras tomaba un sorbo de su agua con gas.
Alexis tampoco se encontraba precisamente bien. Porque bien, lo que se dice bien, no lo estaba. Ninguno en esa casa lo estaba; Su madre bajo los efectos del alcohol constantemente, su padre agobiado siempre por la situación de su mujer, y él preocupado por sus padres y el futuro de esa familia.
Pero no podía quedarse toda la tarde pensando en eso, y menos con sus amigos en casa. Y al parecer Raúl también pensaba igual.
-Eh, tío -se apoyó en el hombro de su compañero y medio susurrando le preguntó-. ¿Te encuentras bien? Parece que te has quedado mirando el limbo,¿Qué tal si jugamos a algo? ¿Te apetece?
A Alexis, en ese momento, Raúl le pareció muy comprensivo, mucho más de lo que es normalmente. Asintió con la cabeza y su contrario le dio un abrazo y unas palmaditas en la espalda. Dieron media vuelta para quedar enfrente de las tres chicas que estaban zampandose una bolsa de patatas fritas mientras hablaban Dios sabrá el qué.
-¡Chicas! ¿Os apetece jugar a algún juego?
-Bueno, depende a cuál -respondió Sonia tapándose la boca llena de patatas.
Raúl pensó durante unos segundos mientras todos esperaban atentos la respuesta de este.
-Verdad o reto -habló al fin.
Todos quedaron sorprendidos. Tanto que a Lucía casi se le cae una patata de la boca.
-¿Verdad o reto? ¿Qué estamos, en quinto de primaria?
-Venga que será divertido, te lo juro.
Sonia puso los ojos en blanco y Lucía resopló con desgana.
-Que aburridas sois, joder -dijo entre risas-. ¿Quién empieza?
Cómo nadie respondía Raúl se tomó la libertad de elegir él.
-Empieza Valentina.
-¿Yo? ¿Por qué yo?
-Porque llevas todo el rato callada y te he elegido a ti. A ver Valentina, ¿Verdad o reto?
-Reto
Se agruparon y decidieron un reto para su amiga.
-Te retamos a que hagas una broma telefónica a la vecina de Alexis diciéndole que subastas gatos.
La cara de Valentina no tenía nombre.
-Mi vecina es una gran fan de los felinos -aclaró-. No sé si reaccionará indignada por subastar gatos o participará en la "subasta".
Todos rieron menos Valentina que empezó a sacar el móvil de su bolsillo para hacer la broma. Alexis se levantó para ver si el número de Doña Patricia estaba grabado en el teléfono fijo de su casa. Encontrado ya el número, marcaron y esperaron la voz de la mujer.
Al tercer bip habló alguien al otro lado de la pantalla.
-¿Si? ¿Quién es? -era una voz chillona y aguda, solo con escucharla se sabía que se trataba de una señora mayor.
Valentina miró a Raúl y a Alexis que reían en silencio tapándose la boca, luego a Lucía y a Sonia que sonreían aguantando la risa para que no se escuchara en la llamada.
La chica bufó y se metió en su papel de subastadora de gatos.-Hola, buenas tardes -cambio su tono de voz normal a uno que daba la sensación de ser una persona simpática-. Mire me llamó... Jésica Gunea y la llamo para saber si le interesaría participar en una subasta.
El resto no escuchaban bien lo que decía la señora, solo se escuchaba una especie de murmullo robotizado y a Valentina que de vez en cuando soltaba alguna palabra al aire como ''si...'' o "se-ñora señora escuche" y no lograba completar una frase entera porque Doña Patricia siempre la interrumpía.
Entonces Valentina se alejó el móvil de la oreja y puso la llamada en silencio para que la vecina, amante de gatos, no escuchara lo que hablaba con sus amigos sin el mismo tono agradable que usó para fingir que era Jésica.
-No puedo con estar mujer. ¡Es insoportable! Ni siquiera estoy segura si me está regañando por subastar animales o está interesada. Además, ¡No para de interrumpirme!
Mientras ella se quejaba de lo mal que le había tratado la señora, los demás no paraban ni un segundo de reírse y comentar momentos del reto. Lucía, al reír a carcajadas, casi se cae al suelo al recordar la cara que puso su amiga al escuchar las ochocientas veces que le preguntaba un "¡¿Quéee?!" bastante alargado y gritando sin mucha delicadeza. Sonia medio abrazó a Valentina sin parar de reir un poco menos fuerte que los otros.
-Venga, -le decía a la subastadora de gatos intentando controlar su risa y secándose con el dedo una lagrimita- si al final hasta a sido divertido, ¿A que sí? No me digas que en ningún momento te ha hecho gracia algo de lo que ha dicho esta.
Después de escuchar a su amiga Sonia, Valentina la miró seria durante unos segundos hasta que se le contagió la risa igual que todos sus amigos.
Cuando pararon poco a poco las bromas y el cachondeo, volvieron al juego. Era el turno de Lucía que escogió reto como la anterior y tuvo que bajar al supermercado cerca de la casa de Alexis y hacerse pasar por una influencer extranjera que viene de Polonia. No saben en cuál de los dos retos se rieron más.
-Tío, que una mujer cómo de cuarenta y ocho años me ha regalado unas galletas y me ha dicho: "Esto son G A L L E T A S y estan muy buenas. Good, good"
Ninguno se cansaba de reir, aunque más de uno tuvo que entrar al baño mínimo un par de veces.
Continuaron con el juego. Ahora le tocaba a Alexis que, viendo lo que habían hecho sus compañeras al escoger reto, pensó que lo mejor sería la otra opción: verdad.
- Joe, yo tenía un reto preparado para ti...
- ¡Es que a saber que me podíais poner de reto! ¿Qué tenías pensado? ¿Que me colgará de la lámpara?
Sonia nego muy levemente la cabeza con una pequeña media sonrisa.
-Vale. He de admitir que soy mejor eligiendo retos que verdades pero siempre podemos hacer como los niños de primaria...
La expresión en la cara de Raúl cuando dijo esas últimas palabras no daban muy buenas vibras. Alexis temia lo que su amigo podría atreverse a preguntarle. Y más si pensaba en una pregunta de niños de primaria.
En primaria no se habla de muchos temas, porque son niños pequeños y esos no van a mantener una conversación seria o interesante. Sobretodo hablarían de juguetes, cromos, los Pokémon, quién es la mejor amiga de quién, lo que quieres ser de mayor y poco más.
Pero el tema que más se habla cuando eres pequeño todo el mundo sabe que es...-Muy bien Alexis... Dinos...
El silencio invadió la sala.
-¿Quién te gusta?
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Si por mi fuera...
Teen FictionTodos en alguna parte de nuestra vida hemos pensado en como seria el mundo si dependiera de nosotros en distintas circunstancias. Lo fácil que seria todo. pero hay veces que la cosas pasan por algo. En esta historia, Valentina descubrirá como funcio...