Lyra Stone sabía perfectamente que hacía con su vida, después del tiempo en el que El Coronel Morgan la destrozó por completo, lo único que necesitaba era resurgir entre las cenizas y dejar atrás a la niña buena.
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Lyra Stone.
Londres, Inglaterra.
Me mantengo callada y estática mirando fijamente a la persona frente a mi.
«Que putas hace Bratt Lewis en mi oficina»
Trato de buscar alguna respuesta pero me es imposible, no logro averiguar qué es lo que pasa.
—Hola Lyra— aprieto los labios tratando de no estallar a carcajadas.
¿Enserio vino a mi oficina por un saludo? ¿Qué más quiere? ¿Un autógrafo?
— Hola Bratt— le devuelvo el saludo tratando de no ser grosera.
En el pasado no es que el y yo tuviéramos una relación muy unida, de hecho nos odiabamos, yo lo odiaba por lo estúpido y tóxico que era y el por qué le quite el marido a su hermana.
En fin, ninguna de las dos se quedó con el mendigo ese.
A pesar de todo el odio de por medio, nunca dudó en decirme sus sospechas sobre la relación entre Rachel y Christopher.
Cuando Christopher lo mandó lejos de Londres a una misión, se me hizo muy extraño pero no le tome importancia.
¿Por qué? Pues por qué es Christopher y hace lo que se le venga en gana.
La voz de Bratt me saca de mis pensamientos.
— Quería hablarte sobre Gema— Enarco una ceja, mientras pestañeo varias veces.
Que demonios tiene que decirme sobre esa muerta de hambre.
No sé quién sea y el por qué está aquí o el por qué tiene un puesto alto en el comando cuando debería ser una simple soldado.
Pero sea lo que sea no me importa, ella me da igual.
— Sobre qué exactamente quieres hablar.
Observó como hincha el pecho dándome a entender que tiene mucho aire en los pulmones y pues lo más lógico es que está nervioso.
— Gema Lancaster es la novia de Christopher— Y es suficiente para soltar una enorme carcajada que seguramente se escuchó por todos lados.
— ¿Esa cucaracha novia de Christopher? No me hagas reír Bratt, Christopher es de los hombres que no quieren una mujer buena en su entorno y mucho menos ingenua, lo digo por experiencia propia. Christopher fue mi prometido y yo era exactamente igual que esa cucaracha, y sin embargo ¿qué crees que pasó?. Exacto se fue con tu novia.
Cuando vuelvo a mírarlo, me está matando con la mirada.
— No hacía falta añadir lo último— Mi sonrisa se hace presente.
— Supéralo Bratt, ellos eligieron continuar con su aventura sin miedo, sin preocupaciones y sin conciencia. ¿Crees que van a parar ahora solo por qué Christopher tiene a su noviecita y por qué Rachel tiene al chef? No seas ridículo.
