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📍Reino Unido / Londres
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Un soñoliento Georg yacía en su cama de hotel, estiró su brazo hacia el otro lado de la cama en busca de Megan, pero al parecer ella había despertado hace ya un buen rato.
—¿Megan? — La voz de Georg salió un poco más ronca de lo normal haciendo saber a la chica que acababa de despertar.
—¡Estoy aquí! — Megan le respondió desde el baño de la habitación.
Georg gruñó, por un momento creyó que había sido parte de su imaginación y que su novia nunca había llegado para verlo.
—¿Por qué estas despierta? — Preguntó mientras volvía a hundir su cara entre las blancas almohadas.
—Porque ya es tarde amor — Megan explicó saliendo del baño solo con su bata y el cabello húmedo.
Georg volvió a gruñir al verla.
—¿Por qué ya estas vestida?
Megan sonrió.
—Amor, ya es pasado de la una pm —La castaña vio el reloj de la habitación — Deberías levantarte y vestirte tu también.
Esa noche la banda tenía concierto, pero la pareja se había relajado tanto la noche anterior qué Georg no quería abandonar esa cama nunca.
— Diez minutos más, ven aquí —La llamó aún con los ojos cerrados y su tono de voz adormecido.
—Uh, no lo creo, Bill ya estuvo aquí, no te preocupes no deje que te viera desnudo —Megan sonrió — Dijo que podíamos almorzar todos juntos así que apurate.
Ella caminó hasta su maleta para empezar a sacar la ropa que utilizaría.
—Está bien —Un resignado Georg se levantó de la cama sin vergüenza alguna a su desnudez.
—Georg... —Megan evitó ver la desnudez de su novio al voltear, pero era casi imposible no fijarse en la erección matutina del chico.
—Megan, después de anoche no puedes fingir vergüenza — Georg sonrió caminando hacía el baño — Puedes venir y ayudarme si quieres.
—Demasiado tarde cariño, me di un baño hace diez minutos — Megan sonrió antes de tirar una toalla en la espalda desnuda de su novio.
—Oye... —Georg volteó a verla con una sonrisa divertida y empezó a acercarse a ella, pero se vio interrumpido por los toques en la puerta.
—Chicos ¿ya están listos? — Bill preguntó desde afuera.
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Georg y Megan bajaban a desayunar tomados de las manos junto a Bill, qué había decidido esperarlos en la habitación para que la pareja no se distrajera en otras cosas.
