Chaper twenty-eight/capítulo veintiocho.

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Otra mañana siendo despertado por el silencio que la nada misma le daba, tan pronto abrió los ojos y vio como los nuevos mutantes caminaban hacia la puerta como si fueran robots ya supo muy bien lo que tenía que hacer. Esa acción era tan repetitiva. . ., ¡todos los días era la misma acción echa por ellos! Ya hasta incluso dudaba de que ellos sean robots en vez de mutantes que no tuvieran que depender de la electricidad. Los miro con algo de pena, con tristeza y aburrimiento de tener que ver y hacer las mismas cosas de siempre, así es, literalmente, tenía que ir a despertar a Green y a Orange para poder conseguir comida, lamentablemente ya no poseía la misma fuerza de antes, ya no era capaz de luchar con otros mutantes. La verdad, no le gustaba tener que depender de alguien para sobrevivir ¿Pero que más podría hacer? No había forma de poder entrenarse a él mismo, Red lo tenía vigilado día y noche, parecía que tenía obsesión para verlo, pero no una obsesión romántica, si no, una obsesión que era sádica, una obsesión que tenía la intención de matar con la mirada. Fue en busca de Green primero, sabía que no era más fuerte que Orange, pero se encontraba más cerca y era capaz de poder derrotar a esos nuevos mutantes.
     No mucho segundos después Green abrió los ojos y fue guiado a donde estaban los nuevos mutantes, fue en ese mismo momento en donde Blue fue a buscar a Orange así podía darle una mano al de pelaje verde. Al llegar a la caverna de el reptil se dio cuenta de que el de escamas naranjas no estaba, no se encontraba en el mismo lugar que se podía ver de forma sencilla como estaba dormido. Miro a su alrededor, definitivamente Orange no estaba en su caverna, esto ya era obvio ya que hubiera sido muy fácil encontrar a una criatura gigante con escamas brillantes en el lugar de rocas en donde el color de sus escamas estaba demasiado resaltado a comparación de esas rocas marrones. Así empezó una búsqueda que, al parecer, duro un largo tiempo, lo más raro fue que el de pelaje azul no se había dado cuenta que se había quedado horas y horas buscando al reptil que quería encontrar, la masacre en donde Green luchaba contra los demás mutantes ya había terminado. . .¿En dónde estaría Orange?. Volvió a la entrada y lo primero que vio fue un montón de carne amontonada, imitando a una montaña. De ese lugar comía con desesperación Green.
— ¿Green. . .? —llamó con algo de confusión.
— ¿Qué es lo que pasa, querido?
— ¿Viste a los demás? Estuve buscando a Orange y no lo encuentro por ningún lado. . . —respondió— Y tampoco vi los ojos de Purple detrás de las rejas.
     Con silencio, el de mayor estatura se levanto y miro al el de menor estatura, le gusto saber que no fue su imaginación que no se encontrase ni con Purple ni con Orange.
— No los vi en todo el día entero.
— ¿Ya es de noche?
— Aunque no lo creas, sí. Se escucha como los grillos cantan.
     Dejaron que el silencio circulara entre ellos por un momento, eso era algo extraño, Purple tenía la actividad activa de estar cerca de ellos y ayudarlos en sus quehaceres, el de pelaje púrpura siempre los había visto como sus hijos. Orange quizás no era de verse muy pegados a ellos, solía pasarse las veinticuatro horas del día investigando las nuevas areás que había construido Red para sus nuevas creaciones o practicando su forma de ataque con Green y Purple, incluyendo que era cosa fácil encontrarlo a pesar de que se encuentre ubicado en una zona alejada.
     Se miraron a los ojos con algo de miedo al llegarles una idea a la cabeza: ¿ellos estarían dentro del laboratorio de Red? Sin decir algo al respecto empezaron a correr hacia el laboratorio de Red, Green con facilidad logró romper la puerta a pesar de que casi se muere al haber echo esa acción. Al haber roto la puerta el de pelaje verde pudo sentir como una presencia de enojo se encontraba encerrada dentro del pecho de Blue, al enterarse de esto ya supo muy bien que había algo malo frente de ellos.

— Translator: English 

Another morning, being awakened by the silence that nothing itself gave him, as soon as he opened his eyes and saw how the new mutants were walking towards the door as if they were robots, he already knew very well what he had to do. That action was so repetitive. . ., every day it was the same action done by them! He even doubted that they were robots instead of mutants that didn't have to depend on electricity. He look at them with some pity, with sadness and boredom of having to see and do the same things as always, that's right, literally, he had to go wake up Green and Orange in order to get food, unfortunately he no longer had the same strength of before, he was no longer capable of fighting with other mutants. The truth, he did not like having to depend on someone to survive, but what else could he do? There was no way he could train himself, Red had him watched day and night, it seemed that he had an obsession to see him, but not a romantic obsession, if not, an obsession that was sadistic, an obsession that he intended to kill with the look. He went looking for Green first, he knew he wasn't stronger than Orange, but he was closer and he was capable of defeating those new mutants.
     Not long seconds later Green opened his eyes and was guided to where the new mutants were, it was at that very moment that Blue went to look for Orange so he could give a hand to him. Upon reaching the cavern of the reptile, he realized that the one with orange scales was not there, he was not in the same place that could be easily seen as he was asleep. He looked around, Orange was definitely not in his cave, this was already obvious since it would have been very easy to find a giant creature with shiny scales in the place of rocks where the color of its scales was too highlighted compared to those brown rocks. Thus began a search that, apparently, lasted a long time, the strangest thing was that the one with blue fur had not realized that he had spent hours and hours looking for the reptile he wanted to find. Where would Orange be? He went back to the entrance and the first thing he saw was a pile of meat piled up, imitating a mountain. Green ate desperately from that place.
— Green. . .? —He called with some confusion.
— What's the matter, darling?"
— Did you see the others? I've been looking for Orange and I can't find him anywhere. . . —he replied— And I didn't see Purple's eyes behind bars either.
     Silently, the taller one got up and looked at the shorter one, he was pleased to know that it wasn't his imagination that he didn't meet Purple or Orange.
— I didn't see them all day.
— It's already night?
— Believe it or not, yes. It is heard how the crickets sing.
     They let the silence circulate between them for a moment, that was something strange, Purple had the active activity of being close to them and helping them with their homework, the one with purple fur had always seen them as his children. Perhaps Orange was not someone to see very close to them, he used to spend twenty four hours a day investigating the new areas that Red had built for his new creations or practicing his attack form with Green and Purple. They looked into each other's eyes with some fear when an idea occurred to them: are they inside Red's laboratory? Saying nothing about it, they began to run towards Red's lab, Green easily managing to break the door in despite almost dying doing so. Having broken the door, the green-furred one could feel how an angry presence locked itself inside Blue's chest, when he found out about this, he already knew very well that there was something bad in front of them.

Dramatic Rainbow Friends! 𝑽𝒆𝒓𝒚.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora