Dramatic Rainbow Friends! 𝑽𝒆𝒓𝒚.

Chaper fifteen/capítulo quince.

🥰—¡ESPECIAL!—🥰

     El sentimiento de la furia en su pecho, un calor algo negativo que le parecía imposible de controlar, hacía mucho que Orange no lo sentía hace mucho, aunque el corra a los niños y niñas para comerlos, jamás lo hizo con la verdadera intención de furia incontrolable, solo por hambre. . .
— ¿Chicos? —hablo Red, ya se estaba preocupando por la cara de sorpresa de todos—, ¿Todo está bien?
     El silencio incómodo se hizo muy presente en el lugar, Green y Blue no estaban enojados pero no tenían la menor idea de que decir. Ese silencio se rompió cuando de una vez por todas nuestro querido dinosaurio naranja se dirigido a la puerta, dando pisotones que casi hacían saltar a los amigos con los que ahora estaba enojados, especialmente con Red.
— ¿Tan rápido te vas, Orange? —pregunto Red sin siquiera recibir respuesta alguna.

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Ya estaba apunto de ser las una de la mañana ¿Qué estaría haciendo el reptil comiendo sin preocupación alguna?  Resulta que él, además de estar enojado, se sentía preocupado, nervioso. El ruido de sus mandíbulas abrirse y cerrase sería algo molesto para poder descansar en paz, pero. . .¿Cómo podrían escucharlo? Su curva estaba tan lejos de donde dormían sus amigos, probablemente ni Purple sería capaz de escucharlo, o al menos eso creyó. Orange logro captar unos ruidos parecidos a los de Blue, se dispuso a mirar con atención a la oscuridad para poder descubrir al causante de esos sonidos, no unos segundos después Orange tuvo una idea de quién estaba observándolo, era Candy o, mejor dicho, Mint y Berry, tan solo unos segundos cunado el de escamas naranjas las vio empezó a gruñir, no quería ni tenía ganas de ver a alguien pero su técnica de gruñido no funcionó, Candy se lo tomó como una invitación para poder jugar, ellos tenían una buena relación de amistad, teniendo bastantes gustos y formas de ser en común. Mint y Berry empezaron acercándose al de ojos negros para juntar sus narices con su hocico, Candy empezó a reír mientras que el contrario solo fruncía el seño, intentando demostrar que no estaba de humor para juegos. Ambas, después de terminar de reír, agarraron a Orange como si fuera un perrito y lo lanzaron contra una pared, riendo igual que antes mientras que el contrario sentía como sus latidos aumentaban y sus uñas se alargaban mientras que sus dientes empezaban a aparecer y a brillar en la oscuridad. Berry y Mint corrieron hacía él, aunque la respuesta del más pequeño les sorprendió un poco, Orange poniéndose de pie le lanzó un gruñido a la de ojos completamente negros y llorosos. Tras ese rugido el de escamas naranjas salió corriendo en busca del laboratorio del de ojos saltones, ósea, su jefe.
     Red estaba durmiendo con tranquilidad, aliviado de que sus amigos no se habían enojado con él de su gran pero no primer error. Parecía que todo estaría normal, como todas las noches, hasta que alguien empezó a rasguñar su puerta, desde el principio no logro escucharlos, hasta que se volvieron más profundos, rápidos y muy ruidosos, a ese punto se despertó Red, molesto por ese ruido. Se levanto de su cama y fue hacia la puerta para poder abrir a la persona que esté haciendo eso, agarró la manija y tan pronto realizó la acción ya dicha los rasguños pararon.
— ¿Qué mierda? —murmullo.
     Presto atención a ese detalle y tomo el picaporte para poder abrir esa misma puerta, la abrió y se encontró con Orange, quien en unos segundos estuvo encima de él.

— ¡ORANGE! ¿¡QUÉ ESTÁS. . .
     Su frase no pudo terminarse por las garras que fueron clavadas en su frente y bajaban lentamente, hasta poder llegar al final de sus grandes ojos circulares, la lastimadura ardía, Red sentía calor y sentía como sus tejidos se iban separando mucho más por culpa del rasguño tan profundo de parte de Orange, el mismo dinosaurio de escamas naranjas, esté estaba llorando, sus gotas caían y bajaban con rapidez, mientras que sus ojos estaban completamente abiertos, mostrando sus pupilas delgadas, sinceramente, esa apariencia asustó a Red y le causó algo de pánico, la última vez que habia sido rasguñado fue cuando era un humano y se estaba transformando en lo que él ahora era, sus dos ojos se habían inflamado por culpa de dos rasguños igual de profundos que tenía él ahora, teniendo el mismo atacante de ese pasado tan lejano. . .Orange.
     Mint y Berry estaban preocupadas por la actitud del de escamas naranjas, tanto, que decidieron ir a buscarlo para que puedan razonar y por lo menos que ellas tengan una idea de lo que había pasado y del porque él estaba actuando de esa forma. Dentro de la búsqueda pudieron escuchar dos gritos que se les hacían familiares.