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Cuánto más
Te conoces
Por dentro
Menos necesitas
Por fuera.

CAPITULO 2

Letty Benller.

5:30 AM / jueves 8.

〜⋋✿ ★ ✿⋌〜


Habían momento en la vida en que te cuestionas las decisiones tomadas en el pasado. La mía estaba allí parada delante de mi, no era un objeto humanoide sino las montañas de papeleo que cada segundo aumentaban cuando me descuidaba. Mis ojos detrás de mis espejuelos negros estaban algo nublados, el suelo se estaba adueñando de mi sistema y la verdad quería mantenerme despierta para cuando llegara el presidente saludarlo. Era otra de las tantas reglas estúpidas, la secretaria sustituta siempre debe estar allí para esperar cualquier solicitud del jefe.

Decida a quitarme el gran sueño que me cargaba, me levanté de el asiento y camine hasta la parte tracera de el área laborar. Detrás había un gran salón para preparar la merienda del presidente, había de todo en el lugar para cualquier pedido. Además de secretaria, aprender de cosina y buen manejo del té y café era uno de los requisitos del puesto. Ya tenía el café y el te del presidente, solo lo dejaba recalentar para cuando el quisiera. Lo único que tenía que hacer Alexa era llevarlo y atender al jefe directamente.

Justo condo me dispuse a beber una tasa de café y regresar para seguir laborando en mi oficina, mi teléfono laborar comenzó a escucharse. Lo saqué y note que era nuevamente Alexa, tocando el puente de mi nariz le tome la nariz. Ma frustración que me cargaba era tremenda.

El jefe tendrá una reunión con los señores Dragón's, encárgate de que ¡Todo quede perfecto!

Aleje el teléfono cuando la última palabras salieron prácticamente a gritos de la boca de Alexa, ¿Los señores Dragón's? Esos solo re reunían para diciones familiares y lo hacían en la sala privada del presidente. Tome todo lo necesario y el sueño se me fue al carajo, comencé a organizar todo el lugar y no deje nada fuera de lugar. Le di un aroma levemente al lugar con el perfume de siempre y aliste la mesa y sofás dónde posiblemente se sentarían. Limpia aquí y quita el polvo que no hay allá, justo cuando estaba satisfecha escuché el sonido del elevador. Salí por la puerta tracera y me dirigí a mi lugar, ví como varias personas entraron a la oficina de el presidente.

Fuera se quedó Alexa con un sonrojo en todo el rostro y una amplia sonrisa en su rostro. ¡Que envidia! Ya quisiera yo tener esos momentos del trabajo para sonrojarme de vergüenza masculina, pero ¡NO! Solo me sonrojarme del enojo con los retrasos laborales.

Sali de mi escondrijo y en cuanto estuve en el límite de vista de Alexa, ella dió un salto emocionado haciendo que su cabellera roja se moviera y no tardó en mover aquellas amplias caderas. Todo lo de Alexa era operado, pero y que. Se veía bellísima con todo y no es sea B, pero por dios yo también quiero operarme y tener un cuerpo así. Desdichada soy de tener a una madre demaciado estricta con un carácter de los mil demonios que me mataría a el mínimo cambio en mi. No siquiera me deja rozarme el cabello, según ella el cuerpo humano es bello tal y como dios te creo.

— Viste a dos hombres, por dios los quiero a todos enterrados en alguna parte de mi chapo — Alexa era así, muy sincera y sería muy buena amiga si no estuviera por encima de mi y me estuviera jodiendo cada vez que tuviera un segundo para hacerlo.

— tienes razón — dije soltando un suspiro y ubicando mejor mis gafas, un regalo que nunca me quitaría. Siempre me recuerdan a papá, lo extraño tanto, pero que se puede hacer. El quiso ir a la amazonas y ya lleva medio año por allá, me jode bastante el viejo.

—y lo dices tú qué no tienes ni la mínima oportunidad de pararse a una distancia de sus caros y costosos zapatos — allí está una indirecta, está mujer no puede hablar sin joder — ¡Que demonios haces aquí parada! Ve a hacer tu trabajo.

Sin decir nada y ya acostumbra me encierro en mi oficina apartada, la de ella tenía un vidrio que se veía mas allá de esta. Pero la mía estaba completamente tapada, tendría que dejar abierta la puerta para ver más allá y prefiero mantenerla cerrada. Eso me da privacidad.

Después de ponerme unos minutos en el trabajo recuerdo mi café que lo deje en la sala cerca de la oficina del presidente.

Mierda.

Me levanto rápidamente y bueno más allá, entro silenciosamente por la puerta tracera y miró que nadie esté en el lugar, con una sonrisa de logro camino hasta donde está mi cafecito aún calentito. Claramente porque estaba una en el termo, tomo una tasa en silencio y justo cuando me dispongo a retirarme unas manos sujetan mi cintura.

La alarma se activa en todos mis sentidos, miró de reojo mientras me muerdo completamente el labio y mis sentidos nerviosos están a mil por segundo. Las manos en mi cintura eran de hombre y por lo grande que eran, casi abarcando todo mi cadera de un solo aguante. Aprieto los labios y trago ruidosamente, coloco mi tasa blanca predilecta en la mesa, trato de alejar las manos, una risa baja hace que me detenga.

— es la primera mujer que reacciona así a mi toque.

¡SANTO JESÚS! Esa voy es jodidamente sexy, es muy moja bragas el muy hijo de su agraciada madre. Siento como me pega a su cuerpo y me tenso al sentir sus pecho fuerte y firme, también algo molesto entre mis nalgas. Sin mirar agarre lo que me estaba molestando y sentí aumenta la presión del agarre.

— ¿que es esto? — su teléfono, Jesús pero porque tenía una forma tan extraña. Apreté más fuerte el agarre y lo jale, pero un gruñido y casi gemido detuvo mis movimientos. ¿Puede ser? Claro que no ¡Por supuesto que no puede ser!

Cuando intenté alejar mi mano como si quemara, las manos grandes me voltearon en el mismo segundo. Unos ojos de color entre verde y azul me miraron. Por dios eran tan únicos y hermosos que me quedé embobada mirando al hombre.

—eres rara mujer — mi mirada se enfoco en su rostro y ¡SAN JOSÉ! ¿Por que este hombre es tan guapo? Su cuerpo me estaba presionando contra el lavamanos mientras su sonrisa amplia iluminaba mi existir — jajaja.

Su risa me trajo a la realidad, lo ví separarse mientras se reís y me llene de vergüenza. Me estaba molestando, claramente porque a quién le gustaría alguien con una apariencia como la suya. Ya me lo decía Alexa, alguien como yo.

Unas lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, escuché las risas detenerse para cuando el enojo remonto mi cuerpo. Claramente, quien jodidos se creé para venir y hacerme sentir mal, es un jodido estúpido que solo piensa que porque tiene millones puede venir a joderle la vida a alguien. Pues felicidad, lo consiguió.

Mis ojos lo miraron y el parecía sorprendido, cuando fue a dar un .

— hey, espera.

Cerré la puerta y me adentre a mi oficina rápidamente, escuché paso afuera pero nunca se acercaron. Cerré la puerta con llave y solté un suspiro agotado, cunado me di cuenta de mis actos ya era muy tarde. ¡Porque me comporté así! ¿Será?

Cogí mi teléfono del bolsillo y revise mi calendario.

Sip, mañana me cae el período y siempre me pongo así un día antes. Mis emociones se desequilibran, según el médico mis hormonas se alegrar mucho y me hacen ser sensible a cualquier emoción.

¡ES LA SECRETARIA! ( Poligamia) XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora