¡ES LA SECRETARIA! ( Poligamia) X

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Dile que sí, aunque te estés
Muriendo de miedo, aunque
Después te arrepientas,
Porque de todos modos
Te vas a arrepentir toda la vida
Si le contestas que no.

CAPITULO 5

Rochelle Benller

05:20 AM/ Lunes 12

Los nervios se hacían presente en mi sistema cada vez que miraba hacia el elevador, como de costumbre yo había sido la primera en llegar a este edificio y saludar a los custodios. Prepare todo el área y revise que todo estuviera bien manejado por el equipo profesional de limpieza, no debía quedar ni la minúscula suciedad en el lugar.

Luego debía preparar el café y el desayuno del presidente si le era solicitado a Alexa, todo debía ser perfecto. Una vez todo realizado, su puesto de trabajo la esperaba con una montaña de documentos que debía realizar en la mayor velocidad posible. Era entendible que el presidente necesitara dos secretarias, una manejaría todo lo superficial y la otra el papeleo y problemas internos de la empresa que tengas que ver con la directiva. Claramente los dos son papeles importantes, Alexa tenía que manejar de vez en cuando el mal humor del presidente o las quejas de los accionistas.

Lo sabía porque de vez en cuando se quejaba del asunto, yo por mi parte me mantenía alejada de la oficina del presidente. Todas las órdenes eran dadas por Alexa y hacer fue la primera vez que hablé con el directamente aunque sea por teléfono.

Pero ahora miraba aquella oficina con un temor tan fuerte que me descolocaba la existencia, pero no me arrepentía de la decisión que había tomado ayer en la noche. Después de firmar esos papales me podría considerar la prometida no solo de uno sino de los cinco hombres en si. Nunca ni en mis sueños más locos llegaría a pensar o colocar mi mente tan alto.

Mi teléfono comenzó a vibrar y mi ceño se frunció al ver quién era, levanté el aparato al que le tenía tanto odio y descolgar la llamada no fue lo único que hice. Termine por ponerla en alta voz mientras la dejaba encima de el sofá y me apreté al asiento.

— Rochelle, mantén todo preparado y en la perfección, los señores Dragón's se reunirán una vez más. ¡Me estás escuchando!

— si señorita Kesli —No le diría en ninguna de las circunstancias que la reunión era por causa mis, quizás hasta me despidiera con el pensamientos maliciosos.

— uff eres tan tonta, te dejo.

La llamada había llegado a su fin, una mueca se presentó en su rostro mientras miraba los documentos que se presentaban encima de la mesa. Soltando un suspiro comenzó a hacer los papeles para entretener su mente nervios, pero no importa cuando intento colocar aunque sea una letra dentro de su mente. ¡Nada funcionaba!

El apellido Dragón's se presentaba por segundos en su mente y le causaba un estremecimiento mortal. El ruido de el elevador hizo su corazón desbocar, levantó furtivamente la mirada entre la puerta que se encontraba abierta. Vio unas figuras moverse, en cuanto vio los trajes de marcas en sus ajustados y amplios cuerpos me tense. Eran ellos.

Me levanté de la mesa en cuanto los ví dirigirse a mi dirección, uno de ellos solo se acercaba mientras que los demás se alejaban. Un hombre de piel acaramelada y ojos de un azul intenso se asomó por el marco de la puerta. Tenía una postura recta, tenía un corte al estilo militar mientras convercerbaba una barba de varios días en el. Por dios era muy masculino y atractivo.

— Señorita Benller — asentí incapaz de pronunciar una palabra — a la oficina.

— si jefe.

El hombre se detuvo y me miró levemente para continuar sin decir nada, solté un suspiro cargando toda la tensión de mi cuerpo y comencé a mover mis gelatinosas piernas. La espalda de el era amplia, sus pasos firmes y convercerbaba un aire de autoridad suficiente. Y me encantaba, era como un don de las historias de sumisas que tanto me acostumbraba a leer en wattpad.