De niña fue rebelde,
Contestona, orgullosa,
Caprichosa y bien directa
Y si piensas que ya se me quitó.
"PUES NO"CAPITULO 6
Rochelle Benller
02:30 PM / Viernes 16
Estaba haciendo un jodió calor, me mantenía frente al ventilador de mi apartamento tratando de refrescar un poco la temperatura de mi cuerpo. Mantenía cerca de mi un pequeño pomito de agua, cada vez que pasaban más de veinte minutos me entreba una sed terrible.
Hoy había terminado todo el papeleo temprano, me había escapado de la empresa en cuanto mi turno termino. La verdad estaba cansada y no tenía ni un milímetro de ganas de quedarme a trasnochar en el trabajo. Me deje caer en el suelo y mire hacia el techo, me dedicaría a reunir para cuando llegaran estás olas de calor repentinas.
La puerta comenzó a ser tocada y me levanté para mirar por la mirilla de la puerta. Solté un suspiro de molestia cuando ví que era la casera, abrí y allí estaba la anciana con una cara de mierda mortal. Hoy se había colocado un vestido de flores azules y unas bailarinas verdes. Tenía un desajuste mortal y que gritaba la falta de moda que tenía encima de ella, la ropa no contrastaba para nada.
— buenos días señora Dolores — dije con mi sonrisa más amigable posible — en que le puedo ayudar.
— si me pagarás el alquiler de este mes te respondería con una sonrisa — está vieja insoportable, mantuve la sonrisa y hice una señal de momento.
Entre a mi departamento pequeño y tome el dinero de mi cartera, aún me faltaban hacer las compras del mes para abastecer el frío. Cuando salí me sorprendió, había una figura muy conocida dándole dinero a la señora dolores. La mujer tenía una sonrisa brillante en su rostro y asentía mientras aceptaba el dinero.
— gracias jovencito, no sabía que la señorita Benller tuviera un novio tan guapo — rodé los ojos cuando la escuchar — bueno, hasta la próxima pequeña.
En serio, de verdad que no comprendía cómo podían ser las personas tan doble caras. Mira el amor que desprendía esa anciana, parecía una señora que te abrazaría en tus peores momentos y te daría una galletita. Pero la realidad era que era una bruja y esa galletita posiblemente tenga mucho veneno. ¡Víbora!
Después de que Angus entrara a mi departamento y cerrar la puerta a sus espaldas se dedicó a observar todo mi departamento sin ningún tiempo de apuro en sus acciones. Su dedo paso por sobre la pequeña mesita que tenía contra el pasillo de mi entrada y miro la yema de su dedo una vez terminada sus acciones.
— eres muy limpia, verdad — dijo, asegurando sus palabras mientras sin mirarme aún impresionaba la limpieza de mi departamento.
— y tú muy maleducado, nunca te enseñaron que no se puede entrar en casa ajena sin el permiso del dueño — dije cruzando mis manos, por primera vez sus ojos terminaron en mi figura.
— digamos que si, pero me enseñaron que cuando tuviera una esposa lo mío es suyo y lo suyo es mío. Creo que puedo considerar este departamento como mío también ¿No? — solté una risa sarcástica al escucharlo y negué con la cabeza aún sin creer que fuera el que soltará tales palabras con tanta tranquilidad.
— esto es solo un contrato, uno donde nos ayudaremos mutuamente.
— eso — dijo señalando mi rostro, aún sin acercarse a mi — no debes olvidarte de eso cariño, mientras tengas las cosas claras será mejor para todos — esperaba que dijera otra cosa, pero después de todo esta era la realidad y me gustaba que me la hicieran ver. No quería caer en un sueño demaciado falso para convertirse en realidad.
— bueno, viniste aquí a solo dar advertencia o hay algo más.
— cámbiate de ropa y sígueme — no me muevo de lugar ¿a dónde vamos? — no tengo todo el tiempo del mundo, muévete.
— está bien, espera un momento.
Me adentro a mi habitación y me descarto por un vestido café claro, rápido para poner y unas balerinas simples. Me recojo el cabello en una cebolla y me pasó un simple brillo por mis labios, una vez terminada, me encamino hacia afuera con mi bolso y mi teléfono en mano.
El estaba afuera aún parado exactamente dónde lo ví la vez anterior, en cuanto me vio sr dió la vuelta hacia la puerta principal. Lo seguí mientras recogía la llave del frutero, cerré la puerta y la guarde en mi bolso mientras lo seguía al elevador. No me gustaba cogerlo, en realidad prefería bajar los cuatro pisos en donde estaba por las escaleras, pero me daba vergüenza que el supiera eso.
Una vez dentro del elevador, el presiona el botón y me doy cuánta por primera vez que llevaba guantes de cuero colocados. Estaba vestido de manera simple con un suéter de cuello alto negro y unos pantalones simples de un azul demaciado oscuro. Unos zapatos deportivos grises y sin duda la simplicidad de su vestimenta lo hacía ver atractivo, solté un suspiro al no creer que el fuera mi prometido por contrato.
Cuando las puertas se abrieron, sentí como el me agarró la mano y me tense al sentir tan repentino movimiento de su parte. Me jalo por la recepción, note como los trabajadores del edificios y algunos inquilinos del lugar nos miraban. Sonreí como pude y baje la cabeza, una ve fuera note que había un auto deportivo de dos plazas negro.
Las puertas se abrieron hacía arriba y me hizo subirme en el asiento copiloto, me coloque el cinturón de seguridad y lo ví acelerar. El viaje lo realizamos en silencio, me tense al ver cómo comenzaba a alejarse demaciado de la ciudad, lo ví y el en ningún momento volteo a verme.
— Angus, ¿a dónde vamos? — se me hizo imposible no preguntar lo evidente, se estaba alejando de la ciudad.
— porque tanta desconfianza, no es como que te fuera a raptar y asesinarme mientras dejaba tu cuerpo tirado en la nada — dijo dando demaciados detalles en el asunto, solté una risita al creer que era un chiste, pero me sentí incomoda al ver que el seguía tan sereno como siempre. Era incómodo, apreté el cinturón y solté un suspiro.
— solo es curiosidad ¿A dónde vamos fuera de la ciudad?
— demaciadas preguntas Rochelle — dijo aún en su total calma, su celular comenzó a sonar y contesto con su mano izquierda — estamos llegando — doblamos y pude ver a lo lejos unos muros altos que impedían ver qué había más allá — en unos minutos — luego de ello colgó.
Cuando solo faltaba un metro para llegar a las puertas, estás se abrieron y dejaron que el auto entrara sin necesidad de disminuir ni siquiera la velocidad. En cuanto estuvimos del otro lado, supe de que se trataba todo esto y no es como si los grandes aviones de todo tipo se pudieran esconder en alguna parte.
El auto se detuvo frente a uno de los tantos, era un jet y los chicos estaban debajo de el mirando hacia acá. Las puertas del auto se abrieron y Magnus se adelantó para ayudarme a bajar, está vez agradecí la cebolla porque el viento estaba tan fuerte que la molestia sería genuina. Aún así algunos mechones sueltos me hacían fruncir el entrecejo, me acomode mía lentes y mire a Magnus que aún sostenía mi mano.
— vamos a alguna parte en específico — fue lo único que me permití preguntar, ya que esto fue preparado sin mi consentimiento.
— pensamos que sería mejor tomar una semana en una de nuestras islas, sería bueno conocernos antes de que conozcas a nuestros padres — abrí los ojos y mire a mi jefe.
— ¿cancelo la cita internacional que tenía para mañana? ¿la cena con el presidente Chen? ¿La negociacion de exportación de petróleo a Europa? — desconcertada continúe con profesionalismo — señor déjeme decirle que su horario está muy ocupado para tomarse vacaciones por una semana.
El, sin decir ni una sola palabra se acercó hasta quedar a centímetros de mi rostro, y sus ojos tan azules me observaron con detenimiento, un escalofrío me recorrió al sentir su respiración sobre mis labios. Trague profundo, dispuesta a dar un paso atrás para alejarme de su asfixiante figura, su brazo envolviendo mi cintura me detuvo.
— te follare en el avión si no dejas de comportarte como una jodida secretaria, ahora eres nuestra mujer y no quiero escuchar mi horario salir de tus labios. Me entiendes.
Solo me descartó por asentir, el comienza a caminar hacia el jet y me lleva consigo.
Esto no será nada fácil para mí.
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¡ES LA SECRETARIA! ( Poligamia) X
Teen FictionMi puesto como secretaria de el CEO del mayor conglomerado en exportación de petróleo era envidiable y conocer a sus otros cuatro hermanos imposible. Pero nada es lo que parece, porque yo. ¡Quiero romper el contrario matrimonial! Que pasará cuando l...